sábado, octubre 21, 2006

Con sobredosis de colorante rojo

Toda mi vida me han gustado las cosas rojas, no tanto en la ropa, sino que en lo que como y uso. Si compro mermelada, me gusta la de frutilla o frambuesa; si quiero un brillo de labios, que sea rojo cereza. Los dulces más ricos son los colorados según yo, y lo mismo pasa con la sopa de tomates, las cremas rosadas y los helados. Es un color estimulante, de eso no hay duda, pero con todo lo que me gusta, creo que tengo sobredosis de ese colorante en mi cuerpo. No es que me ponga orgánica ni Greenpeace a partir de ahora, pero en verdad esos colorantes son tóxicos y no hay nadie que recomiende una dosis que no haga daño. ¿O será que el tema es irrelevante?

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