martes, abril 29, 2008

Puro miedo

Tengo que decir que soy asustadiza, que tuve trauma infantil con Chucky y que Freddy Krueger me tuvo insomne por harto tiempo. Incluso que pasé miedo con “El Aro” y como después de eso la cosa se calmó, pensé que estaba redimida.
Pero veo que no, todo por culpa de “El Orfanato” (España, 2007)
La vi el lunes en el cine, de noche por supuesto y en segunda fila. Yo suponía que podía asustarme “un poquito”, pero no que iba a saltar del asiento en dos escenas puntuales con cuasi taquicardia.


Después traté de contarle a mi mamá de qué se trataba para entusiasmarla, pero me dijo que esas cosas la asustaban y no me quiso escuchar (ya se ve de quién heredé la valentía...), así que lo cuento acá: una mujer regresa al orfanato donde se crió de niña y compra el viejo caserón para instalar un hogar de enfermos mentales con la ayuda de su esposo e hijo. Ahí comienzan a aparecer y desaparecer personajes. No digo más.
Al menos no me tapé los ojos en ninguna parte, eso es harto decir. Después pensaba que hay palabras que hacen que uno piense mal con sólo escucharlas. Orfanato por ejemplo, qué palabra más fea, me la da idea de humedad y oscuridad. También me pasa con padrastro-madrastra, tratamiento, inspección y varias más de las que justo ahora no me acuerdo.

El tema culinario: Tengo una hermana que estudia Ingeniería en Alimentos y que ya terminó los ramos del plan común, así que este año empezó con las cosas específicas de su carrera.

Por estos días en el refrigerador de mi casa hay dos tarros de una mermelada experimental de naranja con nueces y no sé qué más, que yo no me puedo comer porque es demasiado dulce. Demasiado (y lo dice alguien obsesiva por los chocolates). Yo sé que la hizo e invirtió esfuerzo, pero no puedo.

El otro día estaba acostada leyendo cuando escucho que me llaman desde la cocina:
-¡Ale! ¡Ale! ¡Ven!
-Qué...
-¡Hice charquicán deshidratado! ¡Pruébalo! (las cosas con las que se emociona uno cuando estudia eh...)
-No puedo. Me lavé los dientes y me pasé la seda dental.
-Prueba por favor...

La cosa es que odio el charquicán y desde que recuerdo, cuando en mi casa lo preparan de almuerzo yo como tallarines. Visualmente lo encuentro feo y toda la comida mezclada y apelotonada me hace pensar en.... (sí, vómitos)
Pero bueno, probé un poco y estaba demasiado salado. Demasiado. Parece que mi hermana tiene serios problemas con la regulación de la sal y el azúcar en clases.
Aunque al menos sabe cocinar... a otras nos cuesta más.

Nota al margen: Sobre el post anterior y las sugerencias que varios me hicieron de escuchar “El mago de Oz” con el disco de “The dark side of the moon” de Pink Floyd de fondo, la verdad es que no compro nada. Estuve leyendo en Internet y la cuestión huele a mito urbano. Imagino que algún ocioso hizo la prueba, le cuadraron unas frases y listo, simple casualidad. ¿No es demasiado rebuscado tener que poner el disco al tercer rugido del león de la MGM para que justo así funcione?
Por lo demás, los mismos miembros del Pink Floyd han negado cualquier relación y yo creo que ya deben estar hasta la coronilla cuando les preguntan del tema.

lunes, abril 21, 2008

Lo que me interesa

Cine chileno: Vi “Rabia” anoche en el Cine Arte Alameda y salí con un muy buen gusto.
Para que el que no lo sabe, trata de una secretaria de 25 años que hace más de un año que busca trabajo sin éxito. Trama simple, pero efectiva. La película muestra algunas de las tantas entrevistas de trabajo a las que ha ido, el trato estándar de los entrevistadores, las largas esperas antes de que te llamen.
Tan cercano todo que me llegó. Bueno, el director dijo en alguna parte que la idea es que la gente que ha pasado por la cesantía se sienta identificada y los que no, que lo experimenten alguna vez.
Lo que más rescato son los diálogos, muy cercanos y tal como uno hablaría en la calle con gente desconocida. También los gestos faciales de la protagonista... se siente su rabia no el sentido textual de Hulk justo antes de transformarse, sino más bien en ese sentimiento de impotencia que vive uno cuando ve injusticia o no funciona lo que se ha propuesto.
La gracia es que voy a entrevistar al director y eso lo encuentro especialmente interesante, porque es típico que cuando uno ve algo surgen preguntas de ¿Por qué habrá elegido esto y no esto? ¿Cómo habrá podido hacer esta escena? Y todo eso lo voy a poder averiguar... sí, me alegra como cabra chica.
Y por cierto, esto será publicado en un sitio web que todavía no ve la luz, pero es cosa de tiempo para que empiece.

Sólo había leído el cuento, pero nunca había visto la película de “El mago de oz” y ahora, con la interpretación y todos los mensajes ocultos que tiene, puedo decir que es mucho más que sólo saberse la letra de “Over the Rainbow”.
Supongo que a estas alturas todo el mundo sabe la historia de la niña, el perro, el espantapájaros, el león y el hombre de hojalata, así que me ahorraré esa parte. Lo que yo recuerdo del cuento es que el final es muy ingenuo e infantil como es de esperar. El león logra su ansiada valentía en el clímax de la historia, igual que el hombre de paja su inteligencia pensando en planes estratégicos para rescatar a Dorothy. Y resulta que esos dones siempre los tuvieron consigo, pero no los sabían reconocer... moraleja archirepetida.

En la película todo es más oscuro e irónico, a pesar de que abundan los colores. El espantapájaros por ejemplo, adquiere 'cerebro' cuando el mago de Oz le entrega un diploma, con una crítica solapada a las universidades que son mandadas a hacer para entregar cartones a gente que puede pasar los ramos sin que necesariamente eso les signifique un cambio en su inteligencia como concepto global. Y bueno, también está la gente que cree que por tener un título ya lo tiene todo, cuando está más que claro que no siempre es así.


Una noticia que me llamó la atención: Austria, concretamente la ciudad de Graz, decretó la prohibición de usar celulares mientras se viaja en el transporte público, fundamentando que “la agobiante sinfonía de ringtones y otros sonidos perturban la paz de los viajeros”. Por órdenes de la autoridad, si alguien quiere hablar por teléfono, se tiene que bajar del metro, bus o lo que está usando por respeto al prójimo.
Yo estoy de acuerdo con la medida, hasta la implantaría acá. Me ha tocado escuchar peleas, discusiones y pelambres de los que no quiero enterarme mientras viajo. También he ido al lado de tipos que hablan fuerte a propósito para contar que el fin de semana viajaron a no sé dónde o fueron a tal restaurante que está de moda. Demasiada información que no me interesa saber.
La otra cosa terrible son los ringtones de canciones conocidas. Qué gusto de echarlas a perder con esos pitos. A mis canciones favoritas jamás les haría pasar por la humillación de convertirlas en sonidos polifónicos, debe ser uno de los ruidos más nefastos junto con el de las alarmas de los autos que suenan y suenan sin parar.

Creo que iba a hablar de algo más, pero lo olvidé.

viernes, abril 11, 2008

Sí, soy dispersa

"Amango", el programa ése de teens que dan en Canal 13. En tono jocoso me habían comentado que la serie es gusto de pedófilos y potenciales candidatos de serlo, porque las protagonistas femeninas están en esa transición a la adultez que a ciertas personas, partiendo por el profesor Humbert Humbert, les gusta tanto.
La cosa es que me quedé pensando en la idea, pero no le di muchas vueltas hasta que me contaron que en las últimas dos redadas que ha hecho la policía de Investigaciones por casos de pedofilia, en las casas de este par de imbéciles encontraron, entre otras cosas, dvds de Amango.
O sea que es verdad. Tampoco se trata de sacar el programa de pantalla ni ponernos moralistas, pero con un poco más de observación, hay pequeños signos que delatan a las personas, como pasa en este caso.

"Eastern promises". Más que la película en sí, que de todas maneras merece sus líneas, estuvo entretenida la especie de polémica que hubo por la demora en su estreno. Si hasta había llegado el dvd original y estaba disponible en las vitrinas de varias tiendas del centro.
La cosa es que uno de los ejecutivos de BF Producciones (encargado de distribuir “Eastern Promises” en Chile) alegaba que era culpa de los vendedores, que traían dvds importados zona 1 y le estropeaban el negocio, ya que a estas alturas muchos ya habían visto la película.
Esa manía que tiene la gente de echarle la culpa al resto por las decisiones mal tomadas o porque no previó lo que pasaría. Debieron haberla estrenado antes no más, no costaba nada.

Y hablando de EP en sí, me gusta la onda mafiosa y si te enseñan sobre mafia rusa, tanto mejor. Vory V Zakone se suma a la lista de nuevas cosas aprendidas y vaya que intensos son esos submundos. Básicamente, una niña de 14 años muerta al dar a luz y la matrona que la atiende tratando de averiguar el misterio dan pie para mostrar a un padrino de la mafia rusa con sonrisa de abuelito de Heidi, pero más maldad que Spiniak, el doctor Cló y Chucky juntos. El protagonista eso sí es Viggo Mortensen, chofer de la familia, pulcro y de pocas palabras, pero que se las sabe todas (me cae muy bien esa gente que no alardea de sus conocimientos, son lejos los mejores).

Yo nunca enloquecí con Aragorn en “El señor de los anillos” (ni siquiera enloquecí con “El señor de los anillos”...), pero le reconozco al tipo sus méritos como buen actor y su preparación personal para el papel, no todos hacen eso.
Además, me gusta el director, David Cronenberg... y pensar que todavía no he podido terminar de ver “Videodrome”, me quedé dormida la otra vez y no porque sea fome, todo lo contrario. Tarea pendiente.
Algo más que está en carpeta es ir al Cine Arte Alameda a ver las películas chilenas “Corazón secreto” y “Rabia”, que finalmente salga la entrevista con los directores, escribirla y tenerla guardada para futuros proyectos.

"Family Guy". Es una serie de monos animados (eso de decirle dibujos me suena siempre tan rebuscado), que trata de una familia gringa compuesta por mamá, papá, hijo adolescente, hija adolescente, guagua y perro (éstos dos últimos también con parlamentos) y a primera vista uno podría pensar “Ah, es como ‘Los Simpson’, les copiaron la idea y se colgaron de su fama”.
Puede ser en un primer acercamiento, pero en realidad la serie es más cabezona y exige tener conocimiento de muchas cosas para entender los chistes y referencias de cultura pop. Hice la prueba de cuántas cosas se me pasaron en un capítulo porque no las supe y fueron 5 (mentira, 7)... así que verla es un desafío para estar al tanto de política, música, cine y actualidad y en ese sentido, va mucho más lejos que los amarillos de Springfield.

Hello Kitty. Hoy me subí a un ascensor y marqué el piso 12 del edificio. A mi lado venía un tipo ya maduro, con cara de malas pulgas y vestido entero de negro.
Lo miré de reojo y he aquí el detalle: en el dedo anular de la mano derecha usaba un parche curita de Hello Kitty, rosado con líneas blancas.
Me reí internamente y me puse a pensar en las posibilidades:
-Quizás no había forma de parar la sangre y ese parche era lo único que tenía.
-Quizás se lo puso su hija menor en la mañana y le daba lo mismo lo que pensaran los demás.
-Quizás le gusta Hello Kitty y qué tanto, otros prefieren Amango, él se queda con la gatita japonesa.

Por último... hay un tema que trasciende el post, está al principio, hay un breve guiño al medio y remata el final. A ver si alguien lo adivina, lo confirmaré si me dan el nombre de una película que trata de eso y que tiene por protagonista a un ícono ochentero.

jueves, abril 03, 2008

Si no lee hasta el final seré como Rambo

Sí, ese título está puesto ahí porque cada semana me doy más cuenta de que hay gente que no lee los textos completos y eso se nota, si tan volada no soy. Preocupante lo encuentro, no sólo por mí, sino que en general ¿Tan flojos para leer estamos? ¿Costará mucho?
La cosa es que me salió el indio que todos guardamos dentro y dije “ya basta de Ale que sólo lo piensa y no lo externaliza” y aquí estoy. Si usted, lector, se sintió aludido... lástima.

Y el tema.
Esta ha sido una semana especial. La semana de las “cosas de niñito”:

La mesa
El otro día, tratando de hacer pasar una mesa nueva por una puerta demasiado estrecha para ese fin, hubo que optar por el modo ancestral de los hombres Cromagnon: romperla a la mala. Triste, pero efectivo. Se eliminaron dos patas y entró.
El problema es que después hubo que recomponerla, así que agarré clavos y martillo y empecé a golpear. Yo creo que los primeros tres clavos salieron más desviados que cuncuna, pero después tomé el ritmo y conté los martillazos que di por cada uno antes de que estuvieran listos: fueron 16. Así que si usé 10 clavos, martillé 160 veces... mmmm, he ahí mi mano adolorida.

El cable
El otro percance doméstico fue la pérdida del cable que conecta el dvd con la toma de corriente. Tampoco sé mucho de estas cosas, pero Casa Royal es una tienda por la que siempre paso caminando rápido y se ve surtida en ese ítem, así que fui con el dvd metido en bolso y después de todo el aparataje que hice, el vendedor me mira y me dice:
-Acá no lo tenemos... tienes que ir a San Diego con Av. Matta.
O sea, lejos de donde estaba.
Pero como lo necesitaba, partí. Es una cuadra que está llena de tiendas que venden cables, adaptadores, conectores, repuestos y todos esos aparatos que el público masculino entiende, pero yo no. Por todas partes había hombres atendiendo y hombres comprando, sin mentir, no me topé con ninguna mujer en todo el recorrido. Y claro, yo sacaba el dvd en cada tienda a la que iba, para que me dijeran que no tenían el dichoso cable e intentara en la siguiente.
Después me di cuenta que eso de exhibir el dvd daba para pensar que me lo había robado y por eso no estaba completo. Quizás le di a todo el mundo una imagen de ladrona.
Pero bueno, al menos ya tengo el cable.

John Rambo
Esta película la esperaba desde hace meses y fue el símbolo de mi nueva postura no pirateo (como diciendo “gracias a Rambo ya no soy pirata”, jajaja, no, nunca tanto). Lo único cierto es que las copias estaban disponibles desde enero, pero preferí esperar.

Y ayer, sentada en la tercera fila de un cine de La Florida, vi al fin “John Rambo” y me encantó. Lo recomiendo, así se aprovechan mucho mejor las escenas de enfrentamientos y tiroteos. Los 91 minutos que dura me tuvieron pegada feliz a la butaca y borraron de un plumazo esos comentarios que decían que hacer una cuarta parte era innecesario y que Stallone solamente quería sumar dólares a su cuenta (bueno, eso igual debe estar pasando, el tipo dirige y actúa, una buena tajada debe ganar por eso. Sí espero que aquí acabe todo y no haya quinta parte como dicen los rumores. Las sagas hay que cerrarlas con dignidad)

Igual que en “Rocky Balboa”, desde el comienzo queda claro que el personaje ya no es el de antes, pasaron los años y todo lo que eso conlleva. Vive solo y hastiado de todo en Tailandia y es seco para atrapar cobras, pero no socializa con nadie hasta que un grupo de compatriotas misioneros tomados rehenes por los birmanos lo impulsan al rescate, la metralleta y la misión comando. Y por supuesto que aparece la escena que más me gusta en todas las versiones: esa donde el malo está pajareando y mirando para cualquier lado justo cuando Rambo se aparece desde atrás con su cara de asesino.

Por eso me da un poco de rabia leer hoy en las críticas de cine que todo el mundo le tire pestes: “Regular, básica y explícita”, dijo La Tercera, “Ridículo, cine basura”, lanzó La Segunda.
Y no pues, no es así. Es cierto que hay violencia y muertes, pero ¿qué quieren? ¡Es Rambo, no “Los puentes de Madison”! Si mata así es por todo su cuento de ex soldado combatiente de Vietnam entrenado para enfrentar condiciones extremas que cuando vuelve a su país no tiene forma de insertarse y se siente pollo en corral ajeno. Sobre esa premisa que plantea David Morrell en su libro “First Blood” se cimienta todo lo que viene después y que por lo demás es muy real. A ver cómo le va a ir ahora a EEUU con todos los soldados que regresen de Irak y las inminentes olas de suicidios de los veteranos, que siempre son más altas de lo que se quisiera.

Además, me parece una falta de respeto criticar de mala a una película basándose sólo en la trama (que por lo demás, es un factor subjetivo, a mí me pareció bien planteada); sin considerar lo bien filmada que está y la espectacularidad que tienen las escenas de acción... ¿eso no cuenta acaso?
Me quedo con una frase que escuché por ahí: el fascinante fascismo de Rambo. Porque de que es fascista, lo es, igual que varios y varias más que yo conozco.