miércoles, octubre 29, 2008

Cosas varias

(Aclaro antes de todo que, para gran alegría mía y de mi entorno, no fui convocada como vocal de mesa en las últimas elecciones)
Cosas de las que he observado estas últimas semanas:
-La gente está loca porque empiece el verano. Y cuando empieza, quieren que sean otoño.
-La gente que hurta en el metro ya no tiene la pinta de malagestados que uno tiene prefijada en la cabeza.
-Los críticos de cine me están cayendo cada vez peor.
-Nunca se termina de conocer a las personas.
-El supermercado Líder ya tiene todo listo para Navidad. Y quedan dos meses.
-La cobertura de la crisis económica lo único que hace es que la gente entre en pánico y especule sin asegurarse de si lo que dicen es verdad.
-El dólar... espero que baje.
-Hay plaga de polillas.
Noviembre no puede partir mejor. Este cortometraje, detrás del cual hay horas de dedicación y muchos esfuerzos implicados, se exhibe el sábado 01 en la función de las 18:30 horas del Cine Arte Alameda como parte de la programación del Festival Santiago Rojo Sangre (es más cómodo decirle SARS).
Se llama "Luca" y trata de un billete de mil pesos que un buen día decide cobrar venganza de las monedas de $500 que le han quitado protagonismo y para eso reúne un ejército interminable de monedas a peso.
No, el párrafo anterior es mentira.
Trata de un billete de mil pesos ensangrentado que circula de mano en mano hasta que llega repetidamente hasta la cartera de una niña (la del afiche obviamente). No se sabe si es casualidad o ensañamiento, pero ese simple papel termina desencadenando una serie de eventos.
Yo no me lo perderé en pantalla grande. Además, tengo una breve participación en el asunto por una emergencia con la actriz que iba a aparecer... así que en tres segundos y de perfil, aparezco yo. Dudo que se note mucho si no se aplica cámara lenta, pero eso no importa mucho. Se pasó bien haciéndolo.

viernes, octubre 03, 2008

Las 5 etapas

Tengo botado el blog, pensé el otro día.
Y me dio lo mismo.
Ando en otra.
Justo pensaba eso y leía una encuesta de Technorati sobre las cinco etapas de un blog... primero nace, después se empieza a dar a conocer, luego se “masifica”, acto seguido llega a un punto álgido y luego empieza a decaer.
Me dio risa por los dibujos y porque parece que tiene algo de razón.

He visto hartas películas, pero tampoco han sido demasiadas;
tuve que participar de extra en un cortometraje, pues a la actriz original se le enfermó el hurón y no pudo ir; he escrito hartas cosas que salen publicadas sin mi nombre y a veces me acomoda el papel de ghostwriter, a veces no, pero es lo que hay.
Por ahora.
Siempre estoy leyendo algo y eso me gusta. Además que son cosas que ni siquiera busco, me llegan de sorpresa y cuando son buenas, me gustan más.
En realidad, ahora que lo pienso, ando temporalmente alejada de las redes sociales, llámese blog, Facebook, todo eso, pero no de Internet. Es lo más útil a fin de cuentas. Lo otro puede ser temporal, pero lo que sí tengo claro es que no caeré en las redes de Twitter.

El lunes sale la lista de los vocales de mesa y ando media asustada. Tengo la impresión de que podría salir y no quiero. El otro día conversaba de este tema y decía... ya, por último si me tocara y no pudiera sacármelo, puedo llegar ese día a la mesa, votar temprano y después, fingir un desmayo para que me digan “usted, mejor váyase para la casa, no puede trabajar así”.
Debería ser una caída real eso sí, y ahí creo que andaría fallando.
Como sea, ya escribiré más largo.

jueves, septiembre 11, 2008

Queen and King

¿Y vas a ir al concierto de Queen?, es la pregunta que escucho por estos días.
Perdón, pienso yo, lo que queda de Queen.
No lo sé todavía. Es mi grupo favorito, pero lo que está es lo que botó la ola y la canción nueva que escuché el otro día con Paul Rodgers no me gustó nada.
Pero por otro lado son Brian May y Roger Taylor, quizás nunca más tenga la posibilidad de escucharlos en vivo...
Aunque, ¿por qué tienen que lucrar con el nombre si el grupo ya se acabó?
Por eso digo que no lo sé todavía...

“La película”:
The Mist (“La Niebla”): Está disponible en dvd hace varios meses y ahora que la estrenaron en el cine me dieron ganas de verla de nuevo. De partida es la adaptación de un libro de Stephen King y ya con eso cuenta con un punto a favor. Quién no conoce alguna de las historias de S. King o no se asustó con esos payasos. Me faltan varias por ver y varios libros suyos por leer, pero siempre que voy a pedir alguno a la biblioteca están prestados. Por algo será. “The Mist” es la historia de un pueblo de Estados Unidos que de un día para otro se ve amenazado por una niebla misteriosa que lo cubre todo. Se toma como eje a un grupo de habitantes que termina encerrado en el supermercado. Nadie sabe lo que pasa afuera y empiezan a entablarse las relaciones: el líder, el oponente, el tipo que nadie pesca pero es más inteligente que todos juntos, las víctimas pasivas, etc. Hay un personaje –una vieja fanática- que termina formando bandos entre los encerrados y uno se pregunta hasta qué punto puede llegar cada persona por culpa del temor y la paranoia. Eso termina asustando más que los efectos de la niebla en sí y me queda claro que el encierro hace mal. Si hay dudas, basta ver a los participantes de los reality shows.

Me gusta mucho este tema. Ya había escrito algo al respecto y como pasó más de un año, voy a recurrir al vil reciclaje, total la memoria es frágil. Dicen.

Stephen King es un escritor estadounidense de novelas de terror y suspenso que aún vive y produce. La mayoría de sus historias han sido llevadas al cine en versiones buenas y otras no tanto. La cara de este señor es un poco siniestra y algunas de sus obras siguen asustando. Mis favoritas son...

Carrie: Carrie es la típica adolescente de la que todas sus compañeras se burlan porque “no está en onda”: se viste mal, tiene espinillas y gracias al fanatismo de su madre, tiene metido en la cabeza que todo lo que no es rezar ni ayunar es pecado. Pero la niña va saliendo del cascarón y se da cuenta de que el mundo no es tan así, y que además, cuando pasa por episodios de mucha rabia por las burlas que sufre en el colegio, tiene el poder de apagar luces y lanzar objetos. La Sarita Mellafe de su curso (o sea, la compañera pérfida) planea una broma macabra en su contra el día de la fiesta de la graduación y las cosas llegan a tal punto que Carrie…. Hay que verla o leer el libro.

Cementerio de mascotas (Pet Sematary): La trama es la siguiente: una familia compuesta por padre, madre, niña y niño se mudan a una nueva ciudad por una excelente oportunidad laboral del jefe de familia. Viven en una bella casa al lado de una carretera, así que el vecino les advierte que cuiden a los niños de posibles accidentes y atropellos. A los pocos días, el gato de la pequeña muere atropellado por un camión. El papá se vuelve loco porque sabe que la niña adora al gato, le cuenta la mala noticia al vecino y éste le sale con la historia del cementerio indio que está en la ladera posterior de la casa. La cuestión es que entierran al gato y al día siguiente, el felino vuelve a la casa convertido en un zombie muy maligno (engrosando la lista de gatos malos en el cine y la literatura por cierto). Pasan más días y el niño menor -de dos años o menos-, muere atropellado trágicamente mientras persigue un volantín que vuela hacia la carretera. Los padres enloquecen y pese a las advertencias del vecino, el tipo entierra al hijo en el cementerio maldito, así que ya pueden imaginarse lo que ocurrirá cuando el niño vuelva como zombie…

It (Eso): Esta película es la culpable de que al 50% de la población no nos gusten los payasos. It (o “eso”, porque es un ente indescriptible) es el payaso que aterroriza a un grupo de niños porque lee las mentes y se alimenta de seres vivos. Se salvan en la preadolescencia, pero años más tarde la pesadilla regresa y los protagonistas se reúnen para derrotar a aquello que los marcó. Más maldad y muerte. No me pregunten por el final, porque esta película me dio tanto miedo en la niñez que la dejé a la mitad y no he vuelto a verla por las pesadillas. Si alguien quiere contarlo adelante, las cosas leídas no asustan tanto.

Cujo: Nunca más los perros San Bernardo volvieron a ser blancas palomas babosientas después de Cujo. Un día en que estaba jugando en el bosque, este animal bueno y querendón fue mordido en una cueva por un murciélago y terminó adoptando costumbres asesinas y un gusto irrefrenable por la sangre. Mató sin piedad a varios que antes lo conocían como “el perrito lindo”. No da tanto miedo, se puede ver o leer con confianza.


El Resplandor: Esta debe ser la más conocida de la lista. Las gemelas siniestras, la cara de locura desquiciada de Jack Nicholson, el pavor de la pobre Wendy. Esto es terror psicológico más que nada. El libro no lo he leído, y aunque a King le duela admitirlo, parece que este es uno de los pocos casos en que la pantalla grande supera a la versión original. La película me asusta hasta hoy.
Creo que la clave de las películas de terror es la música. Lo comprobé cuando vi por primera vez “El bebé de Rosemary”. Ya había leído el libro, ya sabía lo que iba a pasar y lo que no, pero igual me anduve asustando en las escenas clímax. La culpable fue la música, que pone los pelos de punta.

martes, agosto 26, 2008

Quiero Londres 2012 (y mejores películas chilenas)

Quiero que pase relativamente pronto el tiempo y lleguemos a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, porque la programación en esos días mejora considerablemente y me puedo quedar pegada mucho rato viendo la gimnasia, el salto con garrocha, la natación y las maratones, entre otros varios.
Me gusta eso de mirar a la gente de otros países y notar, por ejemplo, lo heterogénea que es Holanda (en su equipo de fútbol había desde africanos rastas hasta albinos) o ver que hasta el más componente más enano de los equipos de basquetbol es un gigante al lado mío. O darse cuenta de que cada deporte requiere una contextura de cuerpo especial... porque si yo me encontrara en la calle con las participantes del lanzamiento de la bala, jamás pensaría que son deportistas, pero lo son y aprovechan su volumen. Me entretiene ver todas esas diferencias, por eso quiero más.

Las películas:

Tony Manero: No, no es que sea mala, porque tiene varias cosas rescatables: es película de género y trata de un psicópata, es novedoso en ese sentido y las escenas de muerte y violencia funcionan. La ambientación de época (1978) también me gustó. Yo poco me acuerdo del programa “El festival de la una”, pero tengo la impresión de que está bien recreado. Lo que me molestó es que una vez más, se ve lo mismo de siempre: gente marginal y tan amoral –como si los pobres no fueran capaces de tener valores-, harto garabato y escenas de sexo que se hubieran podido ahorrar y la película quedaba igual, pero como hay que vender... vamos incluyendo desnudos. Me molesta eso porque es un recurso tan facilista... y no es sólo insinuación: hay partes de la anatomía del actor Alfredo Castro que hubiera preferido no ver. Además, la cámara tiembla demasiado a ratos (ni que fuera “El proyecto de la Bruja Blair”) y no siempre se ve limpia la imagen. Creo que los medios han exagerado un poco con eso de la “ovación unánime” de la película. Por ejemplo, en la función que yo vi, el sábado en el Hoyts de La Reina, la sala estaba llena y al final, el público quedó un poco plop (el final es predecible, pero abrupto) y sólo hubo algunos aplausos al rato después. Igual pienso que hay que verla, la opinión se la forma cada uno.

The Ruins: Es la historia de un grupo de turistas gringos, jóvenes y ociosos, que en su penúltimo día de vacaciones en México decide ir de excursión a la selva para tomarle fotos a unas ruinas aztecas. Quedan atrapados ahí y empiezan a encontrar cadáveres, claro indicio de que algo anda muy mal en la zona. La maldad no está personificada por un asesino en serie ni por fantasmas, sino que por una plata carnívora y mortífera. Hay varias escenas gore y la película es mejor y más entretenida que varias que he visto últimamente, partiendo por “UKM” y siguiendo por “Captivity (El Sótano)”.

Captivity: La misma de la que vengo hablando. Trata de una modelo raptada por un psicópata y sometida a distintas torturas, más psicológicas que físicas. A la mitad empecé a aburrirme porque la trama da unos giros que no se los cree nadie y el final tampoco es muy convincente. En todas partes ha sido criticada de mala, pero lo curioso es que el sábado había una función en que se agotaron todas las entradas dos horas antes... mala cosa para gastar la plata. Creo que hay tres posibles explicaciones: (1) las películas de terror o suspenso siempre generan público, no importa cuán malas sean, sirven para pasar el rato; (2) la gente no lee nada de lo que sale en los diarios, salvo la huincha roja que pusieron sobre el afiche con un “atrévete a verla”, que igual atrapa a los que no saben más detalles y (3), la campaña de publicidad de la distribuidora, que se aprovechó de la mala calificación para explotar los contenidos de sadismo y violencia excesiva. Eso último lo leí en La Tercera y es cierto, las películas con esos componentes atraen y mucho.

El Exorcista III: Este es un comentario incompleto, porque me falta ver los últimos 30 minutos, sólo estoy esperando que me entreguen la copia para terminarla. Yo vi “El Exorcista I” y “El Exorcista II”, además de leer el libro de William Joseph Blatty, pero esta tercera parte es muy distinto a lo de antes. De partida es menos obvia y literal (acá no hay niñas vomitando ni hablando lenguas raras), sino que está llena de metáforas y simbolismos. Además la protagoniza el mismo actor de “The Changeling”, uno de esos viejos que no necesita poner caritas ni sobreactuar para traspasar el miedo.

miércoles, agosto 13, 2008

Ah, los nazis

Mi primer acercamiento con el tema debe haber sido el libro de Ana Frank, después las clases de historia en el colegio, leer y ver “La lista de Schindler”, conseguirme un libro con la biografía de Hitler para entender más qué pasaba por su cabeza para perder de esa manera el sentido de la realidad y por la de Eva Braun para emparejarse con un tipo tan desquiciado, pero a la vez tan carismático entre los alemanes.

Me interesa el tema, pero mejor si está bien tocado.
La primera vez que vi “La vida es bella” salí con los ojos rojos del cine de tanto llorar. La segunda vez, varios años más tarde, la película ya no me gustó tanto por esa misma razón: porque está hecha y actuada para que uno salga llorando. Las caras del niño, todo lo que hace el papá para ocultarle la realidad... es lindo, sí, pero también algo manipulador. Misma cosa con “El pianista”, es imposible que uno no tome parte en su historia y suelte algunos lagrimones.

Porque claro, los nazis son los malos y los judíos son las víctimas en todo el asunto, pero repetir la misma historia una y otra vez –sin desmerecer lo que pasó- me hace sentir que el tema está demasiado manoseado y extremista. Seguramente hubo algunos oficiales alemanes que quisieron escapar y no asesinar a mansalva, no puede estar todo el mundo tan vuelto loco digo yo.

Así que eso, acá van tres películas de nazis que he visto en las últimas dos semanas y que me han gustado porque van más allá del efecto lacrimógeno:

Los Falsificadores (2007): Es la historia de la Operación Bernhard, cuando en plena Segunda Guerra Mundial los nazis reclutan a un grupo de prisioneros judíos expertos en linotipia y falsificación de monedas para que produzcan libras y dólares a destajo, que después introducirían al mercado mundial para boicotear e inflar las economías de los países aliados. Me gustó porque el protagonista, el falsificador más infalible de todos, tiene esa ambigüedad moral de saber que está cometiendo un delito, pero si eso le permite salvar su vida y dormir y comer mejor que sus otros compañeros... hay que pensar bien qué vas a decidir. El tipo se cuestiona, claro, pero también aprovecha las ventajas y eso me parece muy realista, porque puestos en una situación así, la mayoría de la gente trataría de salvar su pellejo a como dé lugar. Incluso uno de los oficiales nazis sabe que el tipo vale más allá de su raza y es capaz de reconocer, en las postrimerías del régimen, que las cosas se les fueron de las manos.

Black book (2006): Ambientada en Holanda, 2GM, es la historia de una mujer joven y judía que se esconde para no ser capturada por los nazis, pero cuando bombardean su guarida y matan a su familia, no le queda otra que sobrevivir como sea. Aprovechando que es bonita, se tiñe el pelo rubio para parecer aria, se filtra entre los guardias de la SS y se convierte en espía. Al principio uno piensa en lo desgraciada que es, pero después ella no se deja estar y sobrevive con lo que tiene. Es insólito, pero incluso uno de los generales nazis termina cayendo bien por su honestidad, incluso más de la que muestran algunos de los judíos del movimiento de la Resistencia. Además, la película está hecha en Europa y eso se nota, los escenarios son de lujo y hay un desfile de idiomas: hebreo, holandés, alemán, inglés... por suerte existen los subtítulos.

Outpost (2007): Esto es una rareza que me recomendaron, porque dudo que la hubiese arrendado yo sola sin tener más referencias. Trata de un grupo de mercenarios que debe cuidar a un científico mientras se adentra en un bosque de Europa del Este, buscando los vestigios de un proyecto científico nazi realizado en un búnker en la década del ‘40. Lo que me gustó de esta película es que durante la primera media hora nadie sabe qué diablos está pasando. ¿Y por qué es rareza? Porque aparecen nazis-zombies -o zombies-nazis, como se prefiera llamarlos-, liderados por un viejo pelado y siniestro que parece sacado directo del manicomio. De todas las películas del género que he visto, esa idea es primera vez que la escucho. Y además es entretenida.

Bonus track
“Sophie Scholl” (2005): Yo siempre me preguntaba cómo es que los ciudadanos alemanes comunes y corrientes con un poco de sentido común no hicieron nada para detener a Hitler o al menos oponerse al mandato del terror. Sophie Scholl y su hermano eran un par de universitarios que lo intentaron fundando la agrupación “La Rosa Blanca”. Como estaban ultra vigilados, tiraban panfletos en espacios públicos denunciando el régimen. Hasta que los pillan sus compatriotas nazis. Esta es una de mis películas favoritas y casi nadie la ha visto como para poder comentarla.
¡Ah! Voy a recomendar una página web que tiene artículos y críticas de cine que salen de lo típico y predecible que aparece en los diarios. Viene de cerca el comentario porque yo también colaboro ahí, pero realmente vale la pena. Y por último qué tanto, este es mi blog y publicito lo que quiera, jejeje. Se puede ver AQUÍ.

martes, agosto 05, 2008

I'm back

Ayer fui a la farmacia a comprar un encargo y el vendedor estaba solo –llámese aburrido-, así que le había subido el volumen a la radio y justo cuando yo entré estaba sonando un reggaeton. Era de esas canciones que repiten tanto el estribillo que a uno se le queda pegado aunque no quiera. Así que ahora mientras escribo esto se me aparece el tema cuando lo único que quiero es bloquearlo. Tiene que ver con un pescado. Guacala.

Estuve de vacaciones en el trabajo y al fin fui a ver “Batman, the Dark Knight”. Me gustó mucho pero ya tan atrasada creo que no vale la pena comentarla. La gente pensará que me paso la vida viendo películas y quizás es cierto, me gusta y le dedico mucha energía igual que a otros hobbies, por eso no entiendo cuando me dicen “suertuda tú que tienes tiempo” o “yo no puedo por falta de tiempo”... naaaada pues, uno sabe a qué destina las horas libres y cómo las administra. Y si no alcanzan, algún problema habrá, porque que yo sepa, todos funcionamos con las mismas 24 horas diarias. O las 48 de los fines de semana.

Ya, ahora voy por estas:

Lust, Caution: Es del mismo director de “Brokeback Mountain”, Ang Lee. Qué manera de hacer escándalo la gente por esa película. Ese argumento de que “corrompía la masculinidad del mundo cowboy” siempre lo encontré tan absurdo... “Lust, Caution” es la historia de una joven china en medio de la Segunda Guerra Mundial y su trabajo como espía en el bando enemigo japonés. No hay mucho más que decir, porque estropearía lo que viene, pero hay que verla con tiempo y disponibilidad, pues dura 157 minutos. El otro día comentaba con un amigo que la duración de las películas es todo un tema, porque uno se predispone y si empieza a ver algo que no engancha y aún quedan más de 100 minutos por delante... yo optaría por dejarlo para otro día. Las películas de terror por otro lado, funcionan mejor cuando son cortas... 100 minutos a todo reventar, ojalá menos. Tanta explicación le va quitando peso y efecto.

Viaje al centro de la Tierra 3D: “Viaje al centro de la Tierra” de Julio Verne es el típico libro que a uno le ponen en la lista de lectura complementaria del colegio. Yo lo leí, pero hace ya tantos años que no me acuerdo muy bien de los detalles, así que lo voy a buscar en mi casa, por ahí debe estar guardado. Por esas cosas de las distribuidoras, la semana pasada Brendan Fraser perseguía momias en Egipto y esta semana viaja al centro de la Tierra... en fin. Antes de entrar yo pensé que me iban a pasar el clásico lente de cartón con un ojo rojo y el otro azul que venía en los atlas, pero no, la cosa cambió y como yo no vi “Beowulf”, no lo sabía. Ahora a uno le entregan un lente mucho más resistente y con los dos visores del mismo color. La gracia es que las escenas 3D realmente se ven en tercera dimensión y parece que uno pudiera tocar las cosas. Como además la película incluye volcanes, dinosaurios, plantas gigantes y mucha agua salpicando, el resultado es muy, muy bueno. La trama no es el próximo Óscar al mejor Guión, pero eso da lo mismo, es efectiva y entretiene como promete.

Nim’s Island: Tengo una amiga que detesta a Dakota Fanning, la niña rubia que debutó en “I am Sam”. No la soporta porque ya ha aparecido demasiadas veces y la encuentra falsa. En esta película aparece Abigail Breslin, otra niñita prolífica después de haber actuado en “Little Miss Sunshine”. A mí me cae mejor esta última en todo caso, me parece menos forzada y con una cara más creíble. Acá es Nim, una niña que ha vivido toda su vida en una isla con su papá biólogo marino (Gerard Butler), hasta que deben afrontar la amenaza del mundo exterior (obvio, si no pasa nada no hay película). El tema es que la contraparte romántica es Jodie Foster, actriz que tiene todo mi respeto, pero me cuesta imaginarla como pareja de un hombre después de que confirmó públicamente su salida del clóset. Lo mismo me pasaría con Anne Heche. Igual pienso que los guionistas también lo saben y por eso la relación con Butler más bien la insinúan y potencian las miradas en vez de un acercamiento directo. Tierna la película, como para una tarde de fin de semana sin mucho que hacer.

Wrong Turn 2: Yo no vi la primera parte, pero es fácil enterarse o que un alma caritativa te la cuente antes de poner el dvd: un grupo de jóvenes se pierde en la carretera y, caminando por el bosque, llega a la casa de un grupo de asesinos sanguinarios y además deformes por culpa del incesto. Esta segunda parte es a grandes rasgos lo mismo, pero mucho más entretenida y bien hecha. De partida el grupo de jóvenes protagonista participa en un reality show de convivencia extrema con la naturaleza, se separan en parejas, se internan en el bosque y ahí comienza todo. Hay concursantes de reality a los que yo de verdad mandaría a un lugar así para que se enfrenten con caníbales mutantes. La trama no es ninguna gran sorpresa aquí, más bien importa que el resultado final cumpla el objetivo y a mí gusto lo logra.

lunes, julio 21, 2008

Puro terror

Hay algo que anda dando vueltas últimamente y que me tiene cansada. Un libro y un dvd del nuevo concepto de moda: “The Secret”.

Por lo que he averiguado –porque siempre hay que saber digo yo-, la autora asegura en la contratapa que dará a conocer un secreto escondido hace miles de años y quien lo ponga en práctica traerá a su vida todo el dinero, amor y salud que pueda imaginarse... que basta con visualizar internamente lo que uno quiere, llenarse de energías positivas y zas! la magia llegará a ti.
(O sea, no estudies, porque si te visualizas graduado, te graduarás; no trabajes, porque si te ves millonario en el futuro así será...)

Es como la pulsera de los siete poderes, el mantra de turno y la plegaria vudú, todo combinado y puesto en lenguaje bonito con fuentes científicas que avalan la postura... Lo peor de todo es que he visto a muchas personas –desde ejecutivos a señoras con plata-, comprar el cuento, leer el libro orgullosos y proclamar frases de infocomercial del tipo “The Secret me cambió la vida, pruébelo usted también”.

Otra de las pomadas que vende TS es que si ves un tema en tu mente, inmediatamente empezarás a percibir alrededor réplicas del mismo (guau, poder mental). Perdón, pero eso es más viejo que el hilo negro y no tiene nada de mágico, es simplemente que cuando tu cerebro está “sobre aviso” respecto de un tema, inconscientemente empieza a seleccionar la información similar entre toda la avalancha de datos externos que se reciben a diario.
El engrupimiento continúa a niveles de estar dispuesto a pagar una buena cantidad de $$$$ por una conferencia que se realiza a fin de mes y que promete revelar “los secretos de El Secreto”... sin comentarios.

Gente engrupida siempre va a haber, pero lo que me sorprende es que haya tantos que caigan ante una fórmula barata que no tiene nada de novedoso (pensar positivo hasta fue el nombre de una campaña masiva que se hizo años atrás) y jure que con eso va a alcanzar el éxito. Ahora que lo pienso por un lado debe ser eso: la necesidad de triunfo y el aferrarse a cualquier promesa sin detenerse a pensar si vale la pena o no. Los seguidores pertenecen a un mismo grupo social también... los mismos que en los ’80 engancharon con esas charlas de motivación masiva que prometían la panacea en la Tierra.

Ya.... películas mejor.

La Residencia: Es una película española de 1969 que se ubica en un internado de señoritas de la Provenza francesa a finales del siglo XIX. La directora es de esas mujeres malas y estrictas, que vigila a las alumnas hasta cuando se duchan (no exagero), azota a las que desobedecen, quiere tener control sobre todo y no deja salir de la casa a su hijo de 16 años, quien gusta de espiar a las pupilas y es muy, muy tímido. En ese contexto empiezan a ocurrir desapariciones que la directora atribuye a “fugas de las estudiantes”, pero no, el final es harto más escabroso que eso. No tiene efectos especiales ni hay espíritus del más allá, pero la película no los necesita. Es de esas con mucha atmósfera. Siempre me sorprende ver algo que tenga tantos años de realización y sigan generando buenos comentarios.

Doomsday: Cuando me la nombraron yo pensé que era la muerte de Superman (que sólo he leído en cómic, pero nunca he visto en dvd, así que me entusiasmé). Pero no, “Doomsday” es una película que tiene que ver más con una epidemia que con el hombre de acero. Un virus mortal provoca el cierre de una ciudad en Inglaterra y 30 años después, quienes se salvaron envían una misión secreta a la zona cero para investigar las fotos que tomaron los satélites y que muestran que después de todo, hubo sobrevivientes. En tres décadas pueden pasar muchas cosas, entre ellas, que la gente se vuelva salvaje y antropófaga, o que un grupo decida regresar a la época medieval como una forma de rebeldía ante el mundo adverso. Es muy entretenida esta película, aparte que la protagonista es de esas heroínas con garra y las persecuciones tienen la estética de “Escape de Nueva York” y “Mad Max”. Ah, pero no canta Tina Turner.

REC: “Rec” es una película española hecha el año pasado y que desde entonces ha dado que hablar. Me habían dicho que era “muy, muy buena” y que “no iba a poder dormir del susto”. Con esos antecedentes la puse en el dvd. Es la historia de una periodista de TV que reportea lo que pasa una noche cualquiera en la estación de bomberos de Barcelona. No hay nada fuera de lo común hasta que reciben una llamada de alerta y terminan todos encerrados en un edificio con el camarógrafo grabando sin parar argumentando el manoseado “derecho de la información”. Ahí es donde empiezan a pasar cosas extrañas que no tienen que ver con fantasmas. Extraño, porque es lo primero que se le puede venir a uno a la cabeza. El terror tiene más que ver con no saber qué diablos está pasando y la sensación de encierro, que debe ser agobiante. Ahora en EEUU están haciendo un remake y revisando en Internet, los españoles se refieren a ese proyecto en tono despectivo y hablan de “copia”, cuando en realidad los permisos están dados legalmente. Además, sí, puede que estén haciendo la misma historia de nuevo, pero no es ningún robo considerando que la versión española también toma referencias de Hollywood, “The Blair Witch Project” por ejemplo... parece que es verdad eso de que no se trata de que aparezcan cosas nuevas, sino que se dé un giro novedoso a lo que ya se ha visto.

The Changeling: Siempre que hay listas de las mejores películas de terror de todos los tiempos nombraban ésta (de 1980) y como yo no la conocía, no sabía por qué. Hasta ahora. Es la historia de un hombre maduro que pierde en un accidente a su esposa e hija y, para reiniciar su vida, arrienda una mansión gigante en Seattle donde poder ensayar tranquilo el piano y recuperarse. De tranquilidad las pinzas por supuesto. En la casa oye ruidos, se abren las puertas, se siente a todas luces que hay alguien que quiere comunicarse y buscar venganza. No hay efectos ni sustos forzados y eso es lo mejor de la película. Hay una escena por ejemplo, de una pelota que cae rodando por las escaleras –después pasa lo mismo con una silla de ruedas-, que me dejó con taquicardia con sólo ver la reacción de los protagonistas. Relacionado con el punto anterior, “El orfanato” y “El Aro” están llenas de referencias a “The Changeling”, es más, toman las mismas ideas base y las reciclan. Aunque al final decae un poco, tiene puro terror genuino.

Sí, he visto hartas películas de terror últimamente, pero lo que me daría más miedo es que alguna de mis amistades viniera un día de estos a convencerme de las bondades de “The Secret” y me regalara el libro. Eso sí que sería terrible.

viernes, julio 11, 2008

X-Files para recordar

Hace como diez años yo era fanática de una serie que daban en TVN y se llamaba “Los archivos secretos X”. No voy a ahondar en mi grado de fanatismo, pero en mi defensa, diré que jamás me puse en la solapa una credencial fotocopiada del FBI ni me teñí pelirroja. Sólo diré que me gustaban las historias y me acuerdo de varios capítulos que me dejaron marcando ocupado, que al otro día llegaba al colegio muerta de sueño por la trasnochada (podía empezar fácil cerca de las 00.00 horas), pero me daba lo mismo.
El 24 de julio estrenan una segunda película de los XF con los mismos actores de regreso en sus roles y obviamente, yo estoy ansiosa. Quizás no me guste y sienta que hubiese sido mejor dejar todo así como estaba, pero igual la veré para opinar.

Y como el jueves Chris Carter (creador) y Frank Spotnitz (guionista) llegaron a Chile para participar en esa convención XF en la que seguro me daré una vuelta... fui a la conferencia de prensa! Acá voy perdiendo toda objetividad, pero pensar que estaba frente a un tipo que inventó algo que me entusiasmó tanto y por varios años era medio irreal. Escuché todo lo que dijo, vi la escena inédita que mostraron y hasta le hice una pregunta, pero sigo con las dudas. Me gustaría estar dentro de esos comités creativos que ven y analizan las cosas antes que nadie y después se guardan el secreto, porque estar del otro lado es bastante molesto y genera mucha ansiedad en gente impaciente como yo.

Más encima tengo un amigo que tiene otro amigo que trabaja en Fox y que ya vio la película y se la contó. Pese a que he rogado, conmigo no ha querido soltar prenda. Lo único que sé es que el contenido lo desilusionó. Ok, es su opinión. Yo quiero formarme la mía y pronto.

Un festival
El otro día fui a la inauguración del “Festival del Cine B” en el Cine Alameda. Llegué atrasada y el lugar estaba lleno, pero igual conseguí buen asiento. Como era apertura, hubo dos discursos llenos de bromas y guiños al público asistente, la mayoría estudiantes de cine o gente relacionada con ese mundo. En realidad, sí, estaba lleno, pero el público no era heterogéneo y la entrega sigue siendo acotada.
Mostraron dos cortos, uno llamado “Debajo” de la PUC que me aburrió bastante porque no pasaba nada. No fui la única, todos con quienes hablé o supe después opinaron lo mismo. El segundo, “Tres al sol” de la Escuela de Cine de Chile, sí que era bueno. Sacó carcajadas y entretuvo.

Dos películas
Hancock:
La crítica más repetida que he escuchado de esta película es que la primera parte es buena, pero de la mitad en adelante desinfla. A mí me parece que claramente hay una división, pero no desinfla, sólo que la película deja de ser comedia y se pone más dramática. John Hancock (Will Smith), es un borracho vagabundo que duerme en las bancas y toma whisky, pero a la vez, tiene superpoderes similares a los de Superman y nula iniciativa para usarlos a favor de la comunidad. Es más egoísta y real en ese sentido, porque no se puede evitar pensar que Clark Kent es medio perno para sus cosas y siempre depende de la tragedia de turno. Bueno, lo divertido de Hancock es que usa sus dones para fines personales (cosa que yo también haría por cierto) y la motricidad fina le escasea, por ejemplo, cuando aterriza después de volar no se posa suavemente, sino que hace un forado gigante en el pavimento. Es de esas películas entretenidas, que te mantiene pendiente todo el rato y la propuesta es novedosa, pero claramente no pasará a la historia.

Inside: Este es el tipo de películas que me pone tensa, pero no puedo dejar de ver. Francesa por cierto. Trata de una viuda embarazada que, en vísperas de Navidad, se queda sola en su casa y debe huir de una intrusa que la persigue con un cuchillo para quedarse con su hijo y matar a mansalva a todo el que intente ayudarla. Es terrible, porque al menos yo, sufrí todo el rato con la niña, más encima le vienen los dolores de parto, se ve mucha sangre y la perseguidora es mala del verbo mala. Mientras más vulnerable es la víctima, peor se pone la cosa. Igual que con “Frontiers” y “High tension”, estoy descubriendo que los franceses son bastante implacables a la hora de hacer gore.

Bonus track: También se estrena “Batman, the Dark Knight” el próximo jueves. No soy fanática, pero igual quiero verla. Una excelente crítica de la película se puede ver en esta excelente página web a partir del sábado.

martes, julio 01, 2008

Potpourrí

Cada cierto tiempo me supera la tecnología. La máquina fotográfica Cyber-shot de Sony por ejemplo, es algo que no entiendo. Dice su slogan que incluye Smile Shutter, un mecanismo que toma la foto cuando la persona sonríe. No antes, no después. Suena bien, pero ¿cómo funciona internamente eso?... y lo que me preguntaba hoy mientras caminaba... ¿qué pasa si posan dos personas, una sonríe y la otra no? ¿No hay foto? O qué pasa cuando uno le hace al amigo esa típica mueca evita-vergüenzas de “¿Me quedó algo de comida en los dientes?”. ¿La cámara considera que eso es sonrisa?
No entiendo.

Tampoco me cabe en la cabeza esta noticia aparecida en el diario: “Cuando me muera me transformaré en diamante”. Hay gente loca –porque hay que estar fallado de la cabeza-, que envía a sus familiares muertos no a la urna, sino que a una ciudad en Suiza que procesa las cenizas de los difuntos para transformarlas en diamantes.
Insólito. Los restos humanos pasan a ser carbono, después grafito y expuestos a 1.700 grados por un mes pasan a ser diamantes artificiales. El diamante en bruto es pulido y tallado según la forma que pida el cliente. Dice la nota que casi siempre escogen un corazón para un collar o un anillo.
Yo lo encuentro tétrico. Decir “mira, estoy usando a mi abuela” o "te queda lindo tu papá en el cuello" es casi de película de terror.

Dos películas no más

Sex and the City: Qué manera de andar locas las mujeres por esta película. Por ahí leía que es lo mismo que James Bond en versión femenina. La fui a ver la semana pasada por dos razones: era una función gratis y tenía curiosidad por saber. Es que nunca me gustó la serie, con suerte vi dos o tres capítulos y no tenía idea de la historia de los personajes, pero mi amiga Paula se encargó de explicarme antes de que empezara la función: que esta tuvo cáncer, que esta otra no podía tener hijos, etc. Es entretenida la película, me reí en varias partes y eso es de notar considerando que la comedia anda cada vez más esquiva. Eso de la amistad femenina y el círculo de hierro me gustó bastante porque es algo que tengo. Me impresiona ese conteo que hicieron dos periodistas de la revista Vanity Fair sobre el desfile de marcas que se exhiben en los 148 minutos que dura la película. Son 67, toda una oda al placement de productos que, hay que decirlo, molesta mucho menos que una tanda eterna de comerciales. Hay de todo: ropa, zapatos, alcohol, equipos tecnológicos, diseñadores, comida... lo que usted quiera vitrinear. Cómo estarán ganando plata ahora esas tiendas... debe ser mucha.

Kung Fu Panda: Ya con ver a ese panda en los trailers me tincaba graciosa. Parodia a las películas del rubro junto con la moda que hay últimamente por humanizar a los héroes y ponerlos en un pedestal de GCU (Gente como uno), que hace que caigan mejor. El panda se llama “Po”, tiene exceso de grasa en todo su peludo cuerpo, se cansa al primer trote y es incapaz de subir dignamente las escaleras que llevan hasta el templo del maestro Shifu, un calco del maestro que le enseñaba a Uma Thurman a romper tablas de madera en “Kill Bill” además de dejarla toda moreteada y muerta de hambre. Hasta tiene los mismos bigotes. Ahora que lo pienso, Shifu se parece también a Yoda -no en esa desordenada conjugación verbal al hablar por suerte-, sino que en lo pequeño y letal. Ojo con eso, porque aunque una mida 1.59 y la molesten por ser “enana”... lo bueno viene en envase small.

El panda está destinado a ser el guerrero que salve a la aldea del enemigo y por supuesto que nadie le tiene fe, ni siquiera él mismo. Además, es humillado por los cinco animales alumnos de Shifu y que sí saben pelear: una tigresa, una víbora, una mantis, un mono y un ave cuyo nombre no sé cómo se dice en español. En el diccionario aparece como grulla, pero no me convence. En fin, me reí, lo pasé bien, la animación es de primer nivel y los personajes atractivos, aunque si me hacen escoger entre Dreamworks y Pixar, esta vez me quedo con Wall-e.

Ah. Ah. Ah. Para más lectura, visite y entreténgase en Fosfenos.cl
(Sí, soy hija del marketing)

lunes, junio 23, 2008

Wall-e y varias cosas más

No me acuerdo cómo salió el tema, pero con una amiga nos pusimos a hablar por msn de a quién le heredaríamos nuestras cosas en caso de morir. No es que yo tenga propiedades de millones de pesos ni joyas que han pasado de generación en generación, pero no me gustaría que mi colección de libros o discos se perdiera ni alguien pudiera apreciarlas.

Más allá de esos detalles, hay un tema que me importa bastante: mis ahorros del banco (que tampoco son el último pozo de la Lotería, pero algo es algo). Porque claro, yo entro vía Internet con mi clave secreta y por razones obvias, nadie más la conoce. Y no estoy ni ahí con que los usureros del banco se queden con el $$$$ que estaría mucho mejor destinado a mi familia. Así que le comenté a mi amiga que por ahí guardo un sobre con instrucciones de la clave y oh casualidad, ella había hecho lo mismo.

La verdad no sé si existe una forma más seria para regular eso. No he averiguado.

Ya. Giro drástico para hablar de uno de mis temas favoritos: las películas.

“Wall-e”: Quizás soy poco objetiva. Es que me gustó mucho. Wall-e es un destartalado robot que ha vivido solo en el Planeta Tierra por cientos de años limpiando la basura que dejaron los irresponsables humanos y de paso, guardándose para sí las cosas que más le llaman la atención: encendedores, cintas de VHS, juguetes y todo tipo de cachivaches (bastante cachurero... me sentí identificada con él en eso de guardar cosas inútiles). Esa diaria rutina se rompe con la llegada de una nave y su misteriosa pasajera, la implacable robot "Eva", a quien sólo le interesa investigar si existe algún indicio de vida humana y disparar a mansalva ante cualquier sonido extraño. Me recordó a Terminator.
Antes de ver la película, pensaba que era difícil que el público se encariñara con personajes que no tienen parlamento, salvo pronunciar sus nombres en tono robot (“Eeeeee-vah”, “Waaaaaaall-e”, se llaman así todo el rato), pero Pixar lo hace. Los ojos son claves, parecidos a los de los monos japoneses. Escribí una reseña más larga para otra página, por si a alguien le interesa, se puede ver ACÁ. Ojo con ese sitio. Dará que hablar en un tiempo.

“The Happening”. Me resisto a decirle “El fin de los tiempos”, como le pusieron a la película de M. Night Shyamalan. También me molesta cuando encasillan a este director como “el que hizo Sexto Sentido y nada bueno después”. O desdeñan a “La dama en el agua” por ser demasiado infantil. Digan que no les gusta y punto, pero no den por concluido algo en lo que claramente hay quienes pensamos distinto. En fin. De un día para otro las personas empiezan a atentar contra sí mismas sin razón aparente en toda la costa noroeste de EEUU. Obreros de una construcción se tiran al vacío, un cuidador del zoológico se deja devorar por los tigres, etc... La tesis es similar a la de “Los Pájaros” de Hitchcock: hay eventos de la naturaleza que no se pueden explicar ni tampoco se sabe cuánto durarán ni por qué se desencadenaron. Me sorprendió que a las 8:33am el Central Park pueda tener esa vida urbana. A esa hora tan temprana, además de trotar, la gente conversa, pasea, lee libros... acá a las 8.30am todo está muerto, excepto el metro y las micros. Desde “El Orfanato” que no iba al cine en esta modalidad. Un agrado como siempre.

"King of California". Me tocó la fibra esta película. Michael Douglas y Evan Rachel Wood son el padre y la hija de una familia disfuncional y compuesta sólo por ellos dos. Él viene saliendo del Hospital Psiquiátrico después de estar dos años internado por problemas mentales. Ella es la hija de 16 años que tuvo que dejar el colegio y trabajar doble turno en McDonalds para pagar la hipoteca y tener con qué vivir mientras tanto. Cuando el padre vuelve a la casa, llega convencido de que hay un tesoro español escondido en la ciudad desde la época de la Colonia y según los cálculos de sus mapas, el lugar exacto está dentro de los terrenos del hipermercado más importante de la zona. Es como si acá a alguien se le ocurriera que en un Líder o en un Jumbo, en la sección de Congelados, hay galeones ocultos y una noche, se las ingeniara para entrar a la mala y comenzar a cavar. Es simple la película, de esas sin grandes aspiraciones de recaudación, pero a la vez, mucho más humana. Me encariñé con los personajes. La estrenan en el cine el 03 de julio, pero está disponible en dvd hace mucho tiempo, así la vi yo. Cosas que no entiendo.

"Frontiers": Es LA película gore de esta última semana. Es francesa, gustó en EEUU y ahora su director está metido de lleno en Hollywood. Trata de un grupo de jóvenes de los suburbios de Paris que huye de los disturbios provocados por las elecciones. Así llegan al hostal de un sitio aislado del mundo donde vive un grupo de personas lideradas por un anciano nazi y fanático. Yo he visto algunas “Saw” y en general, soporto el gore. Claro, pongo cara de asco cuando muestran mucha sangre o matanzas, pero aguanto. Sólo quiero decir que “Frontiers” supera la norma de violencia, porque tiene MUCHAS escenas de muerte y de varias formas distintas. Hay quemados, estrangulados, torturados, cercenados... y todo condimentado con los gritos-aullidos de la protagonista. Yo sé que todo son prótesis, la gente me lo reitera cuando pongo caras o me quedo tensa, pero no hay caso... la sufro. Aún así la vi completa. Claro que después tuve que despejarme.

miércoles, junio 11, 2008

Times New Roman

Yo no sé por qué está ampliamente aceptado que los informes, documentos y cosas “serias”, deben ir escritas en Times New Roman 12... así que hace tiempo que escribo todo en Trebuchet, Comic Sans, Baskerville Old Face, Tempus Sans... y al final, si es estrictamente necesario, lo convierto a Times New Roman.
No me gustan esos formatos predispuestos y TNR, de tanto verla en todas partes, ya me parece demasiado aburrida.

Podría hablar ahora de mi vida personal, como para amenizar los días que he estado sin actualizar el blog, pero no lo haré porque me carga contar mis cosas si no es a amigos de confianza y de preferencia en vivo y en directo, así que me voy por lo fácil y escribiré sobre algunas de las películas que he visto en estos (fríos) días:

Teeth: Si usted es hombre y además, hipersensible, mejor pase con esta película. Trata de una niña virgen que, de un día para otro, se da cuenta que las antiguas leyendas de la vagina dentata son ciertas. Es más, ella la tiene y todo con el que se relacione termina castrado... sin anestesia. Hasta a mí me dio cosa. Después entendí por qué los hombres que estaban en la fila del video club de Huérfanos pusieron cara de asco cuando dije el nombre de la película. Ya la habían visto.

Be kind rewind: Jack Black es de esos actores que la gente puede amar u odiar, con pocos puntos grises. A mí me cae bien, sobre todo después de “School of rock”, esa película donde hace de Whoopi Goldberg en versión masculina con un grupo de alumnos que aprende a cantar. En “Be kind rewind” es un tipo que, por una tontera en la planta eléctrica de su ciudad, queda magnetizado y echa a perder todas las películas que se exhiben en las vitrinas del video club de su amigo, así que para no acabar el negocio, se ponen a grabarlas ellos mismos en versión casera. Muy casera. Esa premisa me tincó desde que la leí el año pasado, así que la arrendé apenas llegó y bien, no me gustó tanto-tanto como pensaba, pero igual tiene escenas graciosas, como cuando “filman” Robocop o Los Cazafantasmas.

The other Boleyn girl: Cuando le conté a mi jefa que Eric Bana hace de Enrique VIII, casi le da un ataque, porque a ella le encanta ese actor. Yo sigo encontrándolo parecido a Christian Bale. Dejando atrás esos detalles, la película trata de Ana Bolena y su hermana María, junto con toda la entramada de intrigas y puñaladas por la espalda que se dan ambas –más Ana-, para ser las amantes del rey. Toda una lucha por el poder. El final de Ana Bolena todos lo sabemos –y si no, a repasar las clases de Historia-, pero el desarrollo es muy entretenido de ver. Me gustó la adaptación del libro, aunque para variar le sacaron varias partes. La ropa es linda también, aunque sé que si yo me pongo uno de esos vestidos así de largos, al tercer paso que dé me caigo al suelo.

Control: Joy Division es uno de esos grupos ingleses que ahora son de culto. El suicidio del vocalista a los 23 años tiene mucho que ver con eso. La gente que muere joven y en circunstancias trágicas se asegura la fama y que las generaciones posteriores se identifiquen con su tormentosa vida. Ian Curtis era epiléptico y eso se notaba en sus pasos de baile. El verano antepasado, cuando con mis amigas vimos “24 hour party people”, nos reímos cruelmente del numerito, pero esta película me dio más pena que risa. Aunque cada vez que veo un biopic artístico pienso lo mismo: “¿Cómo es que no han hecho todavía el de Freddie Mercury?”. Se viene. Espero.

jueves, mayo 29, 2008

De por qué los viajes de regreso son más cortos que los de ida

¿Será que por estos lados la gente es demasiado sensible? Yo todavía me acuerdo que hace años, cuando un rastafari apareció en un comercial de Launol como víctima de la pediculosis, la agrupación de rastafaris (sí, hay una aunque usted no lo crea), denunció discriminación en su contra, llamaron a conferencia de prensa (lo sé porque tuve que cubrirla como trabajo de la universidad...) y escribieron una carta a la empresa exigiendo disculpas públicas.

Y en general es así con todos, si en una serie muestran a O’Higgins el-padre-de-la-patria en su faceta sentimental, los puristas se quejan de falta de respeto al héroe; si ofenden a los católicos, las cartas al director dan vueltas por varios días... no hay caso.

Por eso me llama la atención el contraste con EEUU, en concreto la serie “Family Guy”, a la que me he vuelto media adicta últimamente. Se ríen de todo y de todos: muestran a Bill Clinton tomando decisiones gubernamentales sin ropa en la época que era Mr. President, dicen que Hillary parece hombre, se burlan de los minusválidos, los judíos, los católicos, los hindúes... hasta del asesinato de la embarazada Sharon Tate... y hasta dónde yo sé, la vida sigue y nadie hace escándalo por eso.

Y no es un canal que no vea nadie o que lo conozca sólo el 0,5% de la población, no, la serie la emitió ni más ni menos que la Fox.
De ahí la pregunta ¿será que existe demasiada sensibilidad en ciertos temas versus tomar las cosas como una simple broma?

Las películas que he visto
The Messengers: Trata de una familia que se muda a una casa en medio del campo y comienzan a aparecer fantasmas. El planteamiento no es muy original, pero lo novedoso es que no es la típica película oscura y lúgubre, acá hay campos de girasoles, mucho sol y plantas verdes, es casi irreal que alguien pueda sentir miedo ahí. Lo más inquietante es que sólo el hijo de dos años de la prole ve los fantasmas y los adultos sólo “sienten” la presencia. Ese suspenso sí que es infartante. Tanto como llegar a una casa, oír ruidos dentro de un mueble y pensar, muerta del susto, que un delincuente está escondido ahí.

Cat’s eye: Esta película es vieja... Drew Barrymore no tiene más de seis años aquí, con eso debería quedar claro. Son tres mini historias cuyo hilo conductor es un gato gris con rayas negras. Ya sé que seré poco objetiva con este comentario, pero el gato es de lo mejor. Independiente de eso, la película es buena. El libro en que está basada lo escribió Stephen King y va así: la primera historia trata de un hombre que quiere dejar de fumar y se inscribe en una empresa que lo ayuda usando métodos extremos; la segunda, de un viejo chantajista que presiona al amante de su esposa para hacer su voluntad y la tercera, de una niña asustada por el duende que vive en su pieza. En las tres el gato tiene participación, pero en la última es protagonista. Me encantan los gatos.

Appleseed: Tiene un nivel de animación tan grande que uno se pregunta todo el tiempo cómo es que lo hacen los japoneses, si hasta deja atrás a Pixar. Hay una escena donde se ve cómo entra el sol por la ventana y los animadores se dieron el trabajo de poner esas pelusas de polvo que sólo se ven a trasluz. Es una historia ambientada en el futuro –algo bien común en el animé parece-, con una guerra entre humanos y clones para decidir quién merece sobrevivir en el mundo. La heroína es una niña joven y linda, hay referencias apocalípticas e insinuaciones sugerentes de lesbianismo. Eso es típico de los japoneses, pero la película es buena.

El príncipe Caspian (Narnia 2): Ya era hora de que la viera... y me gustó más que la primera. Tiene mucha estrategia de guerra y las escenas de batalla son más largas, aparece el ratón Reepicheep, uno de los personajes que mejor me caía en los libros y en general todo sigue igual estéticamente hablando. Claro, hay cosas que antes no existían, como la rivalidad Peter-Caspian o el flirteo Caspian-Susan, pero supongo que con esos cambios el director intenta abarcar más público o hacer la película más entretenida, aunque para mí no era necesario. Pero es mi opinión.

Ah, el título. Es que es verdad, yo no sé si de ida los taxistas se pierden y de vuelta ya conocen el camino, o será que uno va más pendiente de la hora cuando va camino a hacia algo que cuando viene de regreso, pero por ejemplo, ayer me demoré 40 minutos yendo a un lugar... y 20 minutos en volver. No es primera vez que me pasa. Tampoco es primera vez que compro una porción de papas fritas insuficiente para acompañar al pollo frito, pero todo se aprende.