martes, agosto 26, 2008

Quiero Londres 2012 (y mejores películas chilenas)

Quiero que pase relativamente pronto el tiempo y lleguemos a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, porque la programación en esos días mejora considerablemente y me puedo quedar pegada mucho rato viendo la gimnasia, el salto con garrocha, la natación y las maratones, entre otros varios.
Me gusta eso de mirar a la gente de otros países y notar, por ejemplo, lo heterogénea que es Holanda (en su equipo de fútbol había desde africanos rastas hasta albinos) o ver que hasta el más componente más enano de los equipos de basquetbol es un gigante al lado mío. O darse cuenta de que cada deporte requiere una contextura de cuerpo especial... porque si yo me encontrara en la calle con las participantes del lanzamiento de la bala, jamás pensaría que son deportistas, pero lo son y aprovechan su volumen. Me entretiene ver todas esas diferencias, por eso quiero más.

Las películas:

Tony Manero: No, no es que sea mala, porque tiene varias cosas rescatables: es película de género y trata de un psicópata, es novedoso en ese sentido y las escenas de muerte y violencia funcionan. La ambientación de época (1978) también me gustó. Yo poco me acuerdo del programa “El festival de la una”, pero tengo la impresión de que está bien recreado. Lo que me molestó es que una vez más, se ve lo mismo de siempre: gente marginal y tan amoral –como si los pobres no fueran capaces de tener valores-, harto garabato y escenas de sexo que se hubieran podido ahorrar y la película quedaba igual, pero como hay que vender... vamos incluyendo desnudos. Me molesta eso porque es un recurso tan facilista... y no es sólo insinuación: hay partes de la anatomía del actor Alfredo Castro que hubiera preferido no ver. Además, la cámara tiembla demasiado a ratos (ni que fuera “El proyecto de la Bruja Blair”) y no siempre se ve limpia la imagen. Creo que los medios han exagerado un poco con eso de la “ovación unánime” de la película. Por ejemplo, en la función que yo vi, el sábado en el Hoyts de La Reina, la sala estaba llena y al final, el público quedó un poco plop (el final es predecible, pero abrupto) y sólo hubo algunos aplausos al rato después. Igual pienso que hay que verla, la opinión se la forma cada uno.

The Ruins: Es la historia de un grupo de turistas gringos, jóvenes y ociosos, que en su penúltimo día de vacaciones en México decide ir de excursión a la selva para tomarle fotos a unas ruinas aztecas. Quedan atrapados ahí y empiezan a encontrar cadáveres, claro indicio de que algo anda muy mal en la zona. La maldad no está personificada por un asesino en serie ni por fantasmas, sino que por una plata carnívora y mortífera. Hay varias escenas gore y la película es mejor y más entretenida que varias que he visto últimamente, partiendo por “UKM” y siguiendo por “Captivity (El Sótano)”.

Captivity: La misma de la que vengo hablando. Trata de una modelo raptada por un psicópata y sometida a distintas torturas, más psicológicas que físicas. A la mitad empecé a aburrirme porque la trama da unos giros que no se los cree nadie y el final tampoco es muy convincente. En todas partes ha sido criticada de mala, pero lo curioso es que el sábado había una función en que se agotaron todas las entradas dos horas antes... mala cosa para gastar la plata. Creo que hay tres posibles explicaciones: (1) las películas de terror o suspenso siempre generan público, no importa cuán malas sean, sirven para pasar el rato; (2) la gente no lee nada de lo que sale en los diarios, salvo la huincha roja que pusieron sobre el afiche con un “atrévete a verla”, que igual atrapa a los que no saben más detalles y (3), la campaña de publicidad de la distribuidora, que se aprovechó de la mala calificación para explotar los contenidos de sadismo y violencia excesiva. Eso último lo leí en La Tercera y es cierto, las películas con esos componentes atraen y mucho.

El Exorcista III: Este es un comentario incompleto, porque me falta ver los últimos 30 minutos, sólo estoy esperando que me entreguen la copia para terminarla. Yo vi “El Exorcista I” y “El Exorcista II”, además de leer el libro de William Joseph Blatty, pero esta tercera parte es muy distinto a lo de antes. De partida es menos obvia y literal (acá no hay niñas vomitando ni hablando lenguas raras), sino que está llena de metáforas y simbolismos. Además la protagoniza el mismo actor de “The Changeling”, uno de esos viejos que no necesita poner caritas ni sobreactuar para traspasar el miedo.

miércoles, agosto 13, 2008

Ah, los nazis

Mi primer acercamiento con el tema debe haber sido el libro de Ana Frank, después las clases de historia en el colegio, leer y ver “La lista de Schindler”, conseguirme un libro con la biografía de Hitler para entender más qué pasaba por su cabeza para perder de esa manera el sentido de la realidad y por la de Eva Braun para emparejarse con un tipo tan desquiciado, pero a la vez tan carismático entre los alemanes.

Me interesa el tema, pero mejor si está bien tocado.
La primera vez que vi “La vida es bella” salí con los ojos rojos del cine de tanto llorar. La segunda vez, varios años más tarde, la película ya no me gustó tanto por esa misma razón: porque está hecha y actuada para que uno salga llorando. Las caras del niño, todo lo que hace el papá para ocultarle la realidad... es lindo, sí, pero también algo manipulador. Misma cosa con “El pianista”, es imposible que uno no tome parte en su historia y suelte algunos lagrimones.

Porque claro, los nazis son los malos y los judíos son las víctimas en todo el asunto, pero repetir la misma historia una y otra vez –sin desmerecer lo que pasó- me hace sentir que el tema está demasiado manoseado y extremista. Seguramente hubo algunos oficiales alemanes que quisieron escapar y no asesinar a mansalva, no puede estar todo el mundo tan vuelto loco digo yo.

Así que eso, acá van tres películas de nazis que he visto en las últimas dos semanas y que me han gustado porque van más allá del efecto lacrimógeno:

Los Falsificadores (2007): Es la historia de la Operación Bernhard, cuando en plena Segunda Guerra Mundial los nazis reclutan a un grupo de prisioneros judíos expertos en linotipia y falsificación de monedas para que produzcan libras y dólares a destajo, que después introducirían al mercado mundial para boicotear e inflar las economías de los países aliados. Me gustó porque el protagonista, el falsificador más infalible de todos, tiene esa ambigüedad moral de saber que está cometiendo un delito, pero si eso le permite salvar su vida y dormir y comer mejor que sus otros compañeros... hay que pensar bien qué vas a decidir. El tipo se cuestiona, claro, pero también aprovecha las ventajas y eso me parece muy realista, porque puestos en una situación así, la mayoría de la gente trataría de salvar su pellejo a como dé lugar. Incluso uno de los oficiales nazis sabe que el tipo vale más allá de su raza y es capaz de reconocer, en las postrimerías del régimen, que las cosas se les fueron de las manos.

Black book (2006): Ambientada en Holanda, 2GM, es la historia de una mujer joven y judía que se esconde para no ser capturada por los nazis, pero cuando bombardean su guarida y matan a su familia, no le queda otra que sobrevivir como sea. Aprovechando que es bonita, se tiñe el pelo rubio para parecer aria, se filtra entre los guardias de la SS y se convierte en espía. Al principio uno piensa en lo desgraciada que es, pero después ella no se deja estar y sobrevive con lo que tiene. Es insólito, pero incluso uno de los generales nazis termina cayendo bien por su honestidad, incluso más de la que muestran algunos de los judíos del movimiento de la Resistencia. Además, la película está hecha en Europa y eso se nota, los escenarios son de lujo y hay un desfile de idiomas: hebreo, holandés, alemán, inglés... por suerte existen los subtítulos.

Outpost (2007): Esto es una rareza que me recomendaron, porque dudo que la hubiese arrendado yo sola sin tener más referencias. Trata de un grupo de mercenarios que debe cuidar a un científico mientras se adentra en un bosque de Europa del Este, buscando los vestigios de un proyecto científico nazi realizado en un búnker en la década del ‘40. Lo que me gustó de esta película es que durante la primera media hora nadie sabe qué diablos está pasando. ¿Y por qué es rareza? Porque aparecen nazis-zombies -o zombies-nazis, como se prefiera llamarlos-, liderados por un viejo pelado y siniestro que parece sacado directo del manicomio. De todas las películas del género que he visto, esa idea es primera vez que la escucho. Y además es entretenida.

Bonus track
“Sophie Scholl” (2005): Yo siempre me preguntaba cómo es que los ciudadanos alemanes comunes y corrientes con un poco de sentido común no hicieron nada para detener a Hitler o al menos oponerse al mandato del terror. Sophie Scholl y su hermano eran un par de universitarios que lo intentaron fundando la agrupación “La Rosa Blanca”. Como estaban ultra vigilados, tiraban panfletos en espacios públicos denunciando el régimen. Hasta que los pillan sus compatriotas nazis. Esta es una de mis películas favoritas y casi nadie la ha visto como para poder comentarla.
¡Ah! Voy a recomendar una página web que tiene artículos y críticas de cine que salen de lo típico y predecible que aparece en los diarios. Viene de cerca el comentario porque yo también colaboro ahí, pero realmente vale la pena. Y por último qué tanto, este es mi blog y publicito lo que quiera, jejeje. Se puede ver AQUÍ.

martes, agosto 05, 2008

I'm back

Ayer fui a la farmacia a comprar un encargo y el vendedor estaba solo –llámese aburrido-, así que le había subido el volumen a la radio y justo cuando yo entré estaba sonando un reggaeton. Era de esas canciones que repiten tanto el estribillo que a uno se le queda pegado aunque no quiera. Así que ahora mientras escribo esto se me aparece el tema cuando lo único que quiero es bloquearlo. Tiene que ver con un pescado. Guacala.

Estuve de vacaciones en el trabajo y al fin fui a ver “Batman, the Dark Knight”. Me gustó mucho pero ya tan atrasada creo que no vale la pena comentarla. La gente pensará que me paso la vida viendo películas y quizás es cierto, me gusta y le dedico mucha energía igual que a otros hobbies, por eso no entiendo cuando me dicen “suertuda tú que tienes tiempo” o “yo no puedo por falta de tiempo”... naaaada pues, uno sabe a qué destina las horas libres y cómo las administra. Y si no alcanzan, algún problema habrá, porque que yo sepa, todos funcionamos con las mismas 24 horas diarias. O las 48 de los fines de semana.

Ya, ahora voy por estas:

Lust, Caution: Es del mismo director de “Brokeback Mountain”, Ang Lee. Qué manera de hacer escándalo la gente por esa película. Ese argumento de que “corrompía la masculinidad del mundo cowboy” siempre lo encontré tan absurdo... “Lust, Caution” es la historia de una joven china en medio de la Segunda Guerra Mundial y su trabajo como espía en el bando enemigo japonés. No hay mucho más que decir, porque estropearía lo que viene, pero hay que verla con tiempo y disponibilidad, pues dura 157 minutos. El otro día comentaba con un amigo que la duración de las películas es todo un tema, porque uno se predispone y si empieza a ver algo que no engancha y aún quedan más de 100 minutos por delante... yo optaría por dejarlo para otro día. Las películas de terror por otro lado, funcionan mejor cuando son cortas... 100 minutos a todo reventar, ojalá menos. Tanta explicación le va quitando peso y efecto.

Viaje al centro de la Tierra 3D: “Viaje al centro de la Tierra” de Julio Verne es el típico libro que a uno le ponen en la lista de lectura complementaria del colegio. Yo lo leí, pero hace ya tantos años que no me acuerdo muy bien de los detalles, así que lo voy a buscar en mi casa, por ahí debe estar guardado. Por esas cosas de las distribuidoras, la semana pasada Brendan Fraser perseguía momias en Egipto y esta semana viaja al centro de la Tierra... en fin. Antes de entrar yo pensé que me iban a pasar el clásico lente de cartón con un ojo rojo y el otro azul que venía en los atlas, pero no, la cosa cambió y como yo no vi “Beowulf”, no lo sabía. Ahora a uno le entregan un lente mucho más resistente y con los dos visores del mismo color. La gracia es que las escenas 3D realmente se ven en tercera dimensión y parece que uno pudiera tocar las cosas. Como además la película incluye volcanes, dinosaurios, plantas gigantes y mucha agua salpicando, el resultado es muy, muy bueno. La trama no es el próximo Óscar al mejor Guión, pero eso da lo mismo, es efectiva y entretiene como promete.

Nim’s Island: Tengo una amiga que detesta a Dakota Fanning, la niña rubia que debutó en “I am Sam”. No la soporta porque ya ha aparecido demasiadas veces y la encuentra falsa. En esta película aparece Abigail Breslin, otra niñita prolífica después de haber actuado en “Little Miss Sunshine”. A mí me cae mejor esta última en todo caso, me parece menos forzada y con una cara más creíble. Acá es Nim, una niña que ha vivido toda su vida en una isla con su papá biólogo marino (Gerard Butler), hasta que deben afrontar la amenaza del mundo exterior (obvio, si no pasa nada no hay película). El tema es que la contraparte romántica es Jodie Foster, actriz que tiene todo mi respeto, pero me cuesta imaginarla como pareja de un hombre después de que confirmó públicamente su salida del clóset. Lo mismo me pasaría con Anne Heche. Igual pienso que los guionistas también lo saben y por eso la relación con Butler más bien la insinúan y potencian las miradas en vez de un acercamiento directo. Tierna la película, como para una tarde de fin de semana sin mucho que hacer.

Wrong Turn 2: Yo no vi la primera parte, pero es fácil enterarse o que un alma caritativa te la cuente antes de poner el dvd: un grupo de jóvenes se pierde en la carretera y, caminando por el bosque, llega a la casa de un grupo de asesinos sanguinarios y además deformes por culpa del incesto. Esta segunda parte es a grandes rasgos lo mismo, pero mucho más entretenida y bien hecha. De partida el grupo de jóvenes protagonista participa en un reality show de convivencia extrema con la naturaleza, se separan en parejas, se internan en el bosque y ahí comienza todo. Hay concursantes de reality a los que yo de verdad mandaría a un lugar así para que se enfrenten con caníbales mutantes. La trama no es ninguna gran sorpresa aquí, más bien importa que el resultado final cumpla el objetivo y a mí gusto lo logra.