lunes, julio 21, 2008

Puro terror

Hay algo que anda dando vueltas últimamente y que me tiene cansada. Un libro y un dvd del nuevo concepto de moda: “The Secret”.

Por lo que he averiguado –porque siempre hay que saber digo yo-, la autora asegura en la contratapa que dará a conocer un secreto escondido hace miles de años y quien lo ponga en práctica traerá a su vida todo el dinero, amor y salud que pueda imaginarse... que basta con visualizar internamente lo que uno quiere, llenarse de energías positivas y zas! la magia llegará a ti.
(O sea, no estudies, porque si te visualizas graduado, te graduarás; no trabajes, porque si te ves millonario en el futuro así será...)

Es como la pulsera de los siete poderes, el mantra de turno y la plegaria vudú, todo combinado y puesto en lenguaje bonito con fuentes científicas que avalan la postura... Lo peor de todo es que he visto a muchas personas –desde ejecutivos a señoras con plata-, comprar el cuento, leer el libro orgullosos y proclamar frases de infocomercial del tipo “The Secret me cambió la vida, pruébelo usted también”.

Otra de las pomadas que vende TS es que si ves un tema en tu mente, inmediatamente empezarás a percibir alrededor réplicas del mismo (guau, poder mental). Perdón, pero eso es más viejo que el hilo negro y no tiene nada de mágico, es simplemente que cuando tu cerebro está “sobre aviso” respecto de un tema, inconscientemente empieza a seleccionar la información similar entre toda la avalancha de datos externos que se reciben a diario.
El engrupimiento continúa a niveles de estar dispuesto a pagar una buena cantidad de $$$$ por una conferencia que se realiza a fin de mes y que promete revelar “los secretos de El Secreto”... sin comentarios.

Gente engrupida siempre va a haber, pero lo que me sorprende es que haya tantos que caigan ante una fórmula barata que no tiene nada de novedoso (pensar positivo hasta fue el nombre de una campaña masiva que se hizo años atrás) y jure que con eso va a alcanzar el éxito. Ahora que lo pienso por un lado debe ser eso: la necesidad de triunfo y el aferrarse a cualquier promesa sin detenerse a pensar si vale la pena o no. Los seguidores pertenecen a un mismo grupo social también... los mismos que en los ’80 engancharon con esas charlas de motivación masiva que prometían la panacea en la Tierra.

Ya.... películas mejor.

La Residencia: Es una película española de 1969 que se ubica en un internado de señoritas de la Provenza francesa a finales del siglo XIX. La directora es de esas mujeres malas y estrictas, que vigila a las alumnas hasta cuando se duchan (no exagero), azota a las que desobedecen, quiere tener control sobre todo y no deja salir de la casa a su hijo de 16 años, quien gusta de espiar a las pupilas y es muy, muy tímido. En ese contexto empiezan a ocurrir desapariciones que la directora atribuye a “fugas de las estudiantes”, pero no, el final es harto más escabroso que eso. No tiene efectos especiales ni hay espíritus del más allá, pero la película no los necesita. Es de esas con mucha atmósfera. Siempre me sorprende ver algo que tenga tantos años de realización y sigan generando buenos comentarios.

Doomsday: Cuando me la nombraron yo pensé que era la muerte de Superman (que sólo he leído en cómic, pero nunca he visto en dvd, así que me entusiasmé). Pero no, “Doomsday” es una película que tiene que ver más con una epidemia que con el hombre de acero. Un virus mortal provoca el cierre de una ciudad en Inglaterra y 30 años después, quienes se salvaron envían una misión secreta a la zona cero para investigar las fotos que tomaron los satélites y que muestran que después de todo, hubo sobrevivientes. En tres décadas pueden pasar muchas cosas, entre ellas, que la gente se vuelva salvaje y antropófaga, o que un grupo decida regresar a la época medieval como una forma de rebeldía ante el mundo adverso. Es muy entretenida esta película, aparte que la protagonista es de esas heroínas con garra y las persecuciones tienen la estética de “Escape de Nueva York” y “Mad Max”. Ah, pero no canta Tina Turner.

REC: “Rec” es una película española hecha el año pasado y que desde entonces ha dado que hablar. Me habían dicho que era “muy, muy buena” y que “no iba a poder dormir del susto”. Con esos antecedentes la puse en el dvd. Es la historia de una periodista de TV que reportea lo que pasa una noche cualquiera en la estación de bomberos de Barcelona. No hay nada fuera de lo común hasta que reciben una llamada de alerta y terminan todos encerrados en un edificio con el camarógrafo grabando sin parar argumentando el manoseado “derecho de la información”. Ahí es donde empiezan a pasar cosas extrañas que no tienen que ver con fantasmas. Extraño, porque es lo primero que se le puede venir a uno a la cabeza. El terror tiene más que ver con no saber qué diablos está pasando y la sensación de encierro, que debe ser agobiante. Ahora en EEUU están haciendo un remake y revisando en Internet, los españoles se refieren a ese proyecto en tono despectivo y hablan de “copia”, cuando en realidad los permisos están dados legalmente. Además, sí, puede que estén haciendo la misma historia de nuevo, pero no es ningún robo considerando que la versión española también toma referencias de Hollywood, “The Blair Witch Project” por ejemplo... parece que es verdad eso de que no se trata de que aparezcan cosas nuevas, sino que se dé un giro novedoso a lo que ya se ha visto.

The Changeling: Siempre que hay listas de las mejores películas de terror de todos los tiempos nombraban ésta (de 1980) y como yo no la conocía, no sabía por qué. Hasta ahora. Es la historia de un hombre maduro que pierde en un accidente a su esposa e hija y, para reiniciar su vida, arrienda una mansión gigante en Seattle donde poder ensayar tranquilo el piano y recuperarse. De tranquilidad las pinzas por supuesto. En la casa oye ruidos, se abren las puertas, se siente a todas luces que hay alguien que quiere comunicarse y buscar venganza. No hay efectos ni sustos forzados y eso es lo mejor de la película. Hay una escena por ejemplo, de una pelota que cae rodando por las escaleras –después pasa lo mismo con una silla de ruedas-, que me dejó con taquicardia con sólo ver la reacción de los protagonistas. Relacionado con el punto anterior, “El orfanato” y “El Aro” están llenas de referencias a “The Changeling”, es más, toman las mismas ideas base y las reciclan. Aunque al final decae un poco, tiene puro terror genuino.

Sí, he visto hartas películas de terror últimamente, pero lo que me daría más miedo es que alguna de mis amistades viniera un día de estos a convencerme de las bondades de “The Secret” y me regalara el libro. Eso sí que sería terrible.

viernes, julio 11, 2008

X-Files para recordar

Hace como diez años yo era fanática de una serie que daban en TVN y se llamaba “Los archivos secretos X”. No voy a ahondar en mi grado de fanatismo, pero en mi defensa, diré que jamás me puse en la solapa una credencial fotocopiada del FBI ni me teñí pelirroja. Sólo diré que me gustaban las historias y me acuerdo de varios capítulos que me dejaron marcando ocupado, que al otro día llegaba al colegio muerta de sueño por la trasnochada (podía empezar fácil cerca de las 00.00 horas), pero me daba lo mismo.
El 24 de julio estrenan una segunda película de los XF con los mismos actores de regreso en sus roles y obviamente, yo estoy ansiosa. Quizás no me guste y sienta que hubiese sido mejor dejar todo así como estaba, pero igual la veré para opinar.

Y como el jueves Chris Carter (creador) y Frank Spotnitz (guionista) llegaron a Chile para participar en esa convención XF en la que seguro me daré una vuelta... fui a la conferencia de prensa! Acá voy perdiendo toda objetividad, pero pensar que estaba frente a un tipo que inventó algo que me entusiasmó tanto y por varios años era medio irreal. Escuché todo lo que dijo, vi la escena inédita que mostraron y hasta le hice una pregunta, pero sigo con las dudas. Me gustaría estar dentro de esos comités creativos que ven y analizan las cosas antes que nadie y después se guardan el secreto, porque estar del otro lado es bastante molesto y genera mucha ansiedad en gente impaciente como yo.

Más encima tengo un amigo que tiene otro amigo que trabaja en Fox y que ya vio la película y se la contó. Pese a que he rogado, conmigo no ha querido soltar prenda. Lo único que sé es que el contenido lo desilusionó. Ok, es su opinión. Yo quiero formarme la mía y pronto.

Un festival
El otro día fui a la inauguración del “Festival del Cine B” en el Cine Alameda. Llegué atrasada y el lugar estaba lleno, pero igual conseguí buen asiento. Como era apertura, hubo dos discursos llenos de bromas y guiños al público asistente, la mayoría estudiantes de cine o gente relacionada con ese mundo. En realidad, sí, estaba lleno, pero el público no era heterogéneo y la entrega sigue siendo acotada.
Mostraron dos cortos, uno llamado “Debajo” de la PUC que me aburrió bastante porque no pasaba nada. No fui la única, todos con quienes hablé o supe después opinaron lo mismo. El segundo, “Tres al sol” de la Escuela de Cine de Chile, sí que era bueno. Sacó carcajadas y entretuvo.

Dos películas
Hancock:
La crítica más repetida que he escuchado de esta película es que la primera parte es buena, pero de la mitad en adelante desinfla. A mí me parece que claramente hay una división, pero no desinfla, sólo que la película deja de ser comedia y se pone más dramática. John Hancock (Will Smith), es un borracho vagabundo que duerme en las bancas y toma whisky, pero a la vez, tiene superpoderes similares a los de Superman y nula iniciativa para usarlos a favor de la comunidad. Es más egoísta y real en ese sentido, porque no se puede evitar pensar que Clark Kent es medio perno para sus cosas y siempre depende de la tragedia de turno. Bueno, lo divertido de Hancock es que usa sus dones para fines personales (cosa que yo también haría por cierto) y la motricidad fina le escasea, por ejemplo, cuando aterriza después de volar no se posa suavemente, sino que hace un forado gigante en el pavimento. Es de esas películas entretenidas, que te mantiene pendiente todo el rato y la propuesta es novedosa, pero claramente no pasará a la historia.

Inside: Este es el tipo de películas que me pone tensa, pero no puedo dejar de ver. Francesa por cierto. Trata de una viuda embarazada que, en vísperas de Navidad, se queda sola en su casa y debe huir de una intrusa que la persigue con un cuchillo para quedarse con su hijo y matar a mansalva a todo el que intente ayudarla. Es terrible, porque al menos yo, sufrí todo el rato con la niña, más encima le vienen los dolores de parto, se ve mucha sangre y la perseguidora es mala del verbo mala. Mientras más vulnerable es la víctima, peor se pone la cosa. Igual que con “Frontiers” y “High tension”, estoy descubriendo que los franceses son bastante implacables a la hora de hacer gore.

Bonus track: También se estrena “Batman, the Dark Knight” el próximo jueves. No soy fanática, pero igual quiero verla. Una excelente crítica de la película se puede ver en esta excelente página web a partir del sábado.

martes, julio 01, 2008

Potpourrí

Cada cierto tiempo me supera la tecnología. La máquina fotográfica Cyber-shot de Sony por ejemplo, es algo que no entiendo. Dice su slogan que incluye Smile Shutter, un mecanismo que toma la foto cuando la persona sonríe. No antes, no después. Suena bien, pero ¿cómo funciona internamente eso?... y lo que me preguntaba hoy mientras caminaba... ¿qué pasa si posan dos personas, una sonríe y la otra no? ¿No hay foto? O qué pasa cuando uno le hace al amigo esa típica mueca evita-vergüenzas de “¿Me quedó algo de comida en los dientes?”. ¿La cámara considera que eso es sonrisa?
No entiendo.

Tampoco me cabe en la cabeza esta noticia aparecida en el diario: “Cuando me muera me transformaré en diamante”. Hay gente loca –porque hay que estar fallado de la cabeza-, que envía a sus familiares muertos no a la urna, sino que a una ciudad en Suiza que procesa las cenizas de los difuntos para transformarlas en diamantes.
Insólito. Los restos humanos pasan a ser carbono, después grafito y expuestos a 1.700 grados por un mes pasan a ser diamantes artificiales. El diamante en bruto es pulido y tallado según la forma que pida el cliente. Dice la nota que casi siempre escogen un corazón para un collar o un anillo.
Yo lo encuentro tétrico. Decir “mira, estoy usando a mi abuela” o "te queda lindo tu papá en el cuello" es casi de película de terror.

Dos películas no más

Sex and the City: Qué manera de andar locas las mujeres por esta película. Por ahí leía que es lo mismo que James Bond en versión femenina. La fui a ver la semana pasada por dos razones: era una función gratis y tenía curiosidad por saber. Es que nunca me gustó la serie, con suerte vi dos o tres capítulos y no tenía idea de la historia de los personajes, pero mi amiga Paula se encargó de explicarme antes de que empezara la función: que esta tuvo cáncer, que esta otra no podía tener hijos, etc. Es entretenida la película, me reí en varias partes y eso es de notar considerando que la comedia anda cada vez más esquiva. Eso de la amistad femenina y el círculo de hierro me gustó bastante porque es algo que tengo. Me impresiona ese conteo que hicieron dos periodistas de la revista Vanity Fair sobre el desfile de marcas que se exhiben en los 148 minutos que dura la película. Son 67, toda una oda al placement de productos que, hay que decirlo, molesta mucho menos que una tanda eterna de comerciales. Hay de todo: ropa, zapatos, alcohol, equipos tecnológicos, diseñadores, comida... lo que usted quiera vitrinear. Cómo estarán ganando plata ahora esas tiendas... debe ser mucha.

Kung Fu Panda: Ya con ver a ese panda en los trailers me tincaba graciosa. Parodia a las películas del rubro junto con la moda que hay últimamente por humanizar a los héroes y ponerlos en un pedestal de GCU (Gente como uno), que hace que caigan mejor. El panda se llama “Po”, tiene exceso de grasa en todo su peludo cuerpo, se cansa al primer trote y es incapaz de subir dignamente las escaleras que llevan hasta el templo del maestro Shifu, un calco del maestro que le enseñaba a Uma Thurman a romper tablas de madera en “Kill Bill” además de dejarla toda moreteada y muerta de hambre. Hasta tiene los mismos bigotes. Ahora que lo pienso, Shifu se parece también a Yoda -no en esa desordenada conjugación verbal al hablar por suerte-, sino que en lo pequeño y letal. Ojo con eso, porque aunque una mida 1.59 y la molesten por ser “enana”... lo bueno viene en envase small.

El panda está destinado a ser el guerrero que salve a la aldea del enemigo y por supuesto que nadie le tiene fe, ni siquiera él mismo. Además, es humillado por los cinco animales alumnos de Shifu y que sí saben pelear: una tigresa, una víbora, una mantis, un mono y un ave cuyo nombre no sé cómo se dice en español. En el diccionario aparece como grulla, pero no me convence. En fin, me reí, lo pasé bien, la animación es de primer nivel y los personajes atractivos, aunque si me hacen escoger entre Dreamworks y Pixar, esta vez me quedo con Wall-e.

Ah. Ah. Ah. Para más lectura, visite y entreténgase en Fosfenos.cl
(Sí, soy hija del marketing)