jueves, agosto 31, 2006

Agosto, mes felino

Ya se acaba agosto... qué intenso ha sido este mes. Pero sigo con el dicho, las cosas pasan por algo.
Yo creo que nadie lo pasó mejor que mi gato Jerry. Hubo tres días en que estuvo perdido en los techos y cuando volvió a la casa, arrasó con la comida y el agua. Después se fue a dormir y nada ni nadie lo despertó. Quién sabe con cuántas gatas se habrá metido. Siempre me pregunto cómo se acuerda de dónde vive si se va tan lejos, supongo que sólo por instinto, pero me gusta creer que conoce la dirección...
Por otro lado, mi gatita Pucca era un animal inocente hasta la tercera semana de agosto. Justo cinco días antes de que le tocara operarse para su esterilización, se puso en celo... Mi gato aprovechó la ocasión y bueno, nos tocó ver incesto en el living. Yo no sabía que las hembras lo pasaban tan mal... la pobrecita lloraba y andaba inquieta todo el día. El día de la operación la fuimos a dejar y la encerraron en una jaula. Fue triste. Cuando llegó estaba atontada y ahora ya es la misma de siempre, corriendo y saltando por todas partes con su guatita depilada y un tajo con puntos que hay que sacarle en septiembre.
Siempre me han gustado los gatos y no sé explicar bien porqué. Me gusta que miren todo desde las alturas y que se sientan especiales por ser felinos. No son como los perros, que buscan complacer al amo y siempre están ahí (lo que no significa que no me gusten los perros, conozco a varios que son buenos amigos y se acuerdan de mí).
Pero los gatos tienen sus propias preocupaciones y además tienen a sus amos, por lo que su mundo es más grande que sólo ser animales de compañía. Todas las mañanas me despido de ellos y hay veces en que no están, porque a las 5am se les ocurrió irse y los muy patudos vuelven a la hora de almuerzo. Qué hacen afuera, no lo sé, pero me encanta que se vayan y regresen (y como dejamos la ventana cerrada por el polvo, tienen que golpear para que uno les abra... eso es muy gracioso).
Y por último, cuando están conmigo, siento que están porque realmente quieren hacerlo y no porque yo les pido que se queden. Es lo más parecido a las personas, la libre voluntad de hacer algo. Por eso los gatos son mis animales favoritos.

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