martes, noviembre 21, 2006

Más ideas sueltas

-Al final sacrificaron al perro pitbull Moro (en un principio habían dicho que era Mara). Me asustan esos perros aunque nunca he visto uno de cerca. Me acuerdo que una vez, a propósito de un ataque parecido al de este fin de semana, tuve que entrevistar a un veterinario para que me diera “tips” sobre como tratar a las mascotas rottweiler, pitbull o akita japonés. Dos cosas todavía las recuerdo: nunca ceder ante el perro, nunca darle comida cuando él la pidiera sino cuando uno tuviera la iniciativa, porque lo primero era señal de sumisión y el animal iba internalizando la idea de que tenía poder sobre el amo. Lo otro era que nunca uno se arrodillara ni se pusiera al mismo nivel que el perro por la misma razón que el punto anterior, siempre se debe mantener la superioridad. Qué problemático tener perros así, para eso mejor adopto a cualquiera de los cachupines con los que me topo en la calle y que son tan dulces que sólo dan ganas de hacerles cariño (de hecho les hago y nunca me han mirado feo). Haría lo mismo con los gatos, pero esos patudos son animales de casa o de techo y jamás van a andar mendigando cariño en las calles. Ya conozco a los míos y con ellos me basta.

-Hoy leo en La Tercera un estudio que dice “Presencia de dinero cambia la conducta de algunas personas”. Tremenda novedad. La plata pervierte y eso es un hecho, hace sentir a las personas que pueden conseguir cualquier cosa o pasar por encima de quien sea. No a todas por supuesto, pero sí a las más influenciables.

-Hablando de eso me acordé que estoy leyendo el libro “El Padrino” de Mario Puzo. Me habían comentado que la película era igual, que no le habían cambiado nada, pero quería comprobarlo, y sí, es verdad. Voy recién en la primera parte, en el matrimonio de Connie en el patio de la casa y la visita de Luca Brasi y los demás al Padrino en su oficina-despacho para pedirle favores, y todo es exactamente como uno ya lo ha visto, claro que con más antecedentes. Ahora entiendo más las razones de Johnny Fontane (el cantante de capa caída) o los primeros signos de la imbecilidad del esposo de Connie.



1 comentario:

R.O.P. dijo...

Mi querida Ale, tan solo: "leave the gun, take the canoli"

Saludos!!!