He dormido mal estas últimas dos noches por nada en especial. Un día me desperté a las 5am porque un gato estaba peleando con otro en el techo (no eran los míos, ellos duermen adentro de la casa). Anoche me costó quedarme dormida y eso que estaba cansada. Había caminado mucho porque con mis amigas se nos ocurrió ir de shopping y recorrimos muchas tiendas buscando lo que queríamos. Estuve todo el rato tentada de comprarme una polera roja, pero finalmente no lo hice porque no había del modelo que yo quería. Sí me compré un helado-cono-gigante con salsa de chocolate encima y una leche con plátano muy helada.
Es gracioso que a cada tienda que entrábamos le dedicáramos tanto tiempo a tocar y admirar los adornos de navidad y los peluches de animales. Me gusta esta época de todo rojo y todo feliz. Lo único que no me gusta es que haga calor.
Y así, con mi cara llena de sueño y envidiando a mis gatos que me ven irme acurrucados en la cama y se vuelven a dormir apenas cierro la puerta, hoy por la mañana iba caminando al metro cuando escuché el grito de una mujer. Venía de dos cuadras más atrás más o menos y como era temprano, creo que fui la única que lo escuché. Me detuve para entender lo que decía: le habían robado la cartera de un tirón. Yo había pasado por ese lugar hacía dos minutos, así que perfectamente pudimos haber sido mi bolso y yo los afectados. Pensé que me gustaría ser fortachona para correr hasta ese tipo, pegarle mucho y quitarle lo que había robado, pero sólo seguí caminando y pensando que no debería andar con tantas cosas encima para no tentar a nadie. ¿Pero por qué es una la que tiene que ceder? ¿Por qué una tiene que someterse frente a ellos? Eso me molesta.
A propósito de nada, estoy pegada con una canción de The Who. The Seeker se llama. También ando pegada con Lost y con Grey’s Anatomy.
jueves, noviembre 23, 2006
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1 comentario:
Qué raro que con lo cansadilla que estabas ayer después del shopping, te haya costado quedarte dormida.
En mi caso no es raro, porque es mi karma desde que tengo memoria, puedo estar cansadísima, pero a las diez de la noche se me espanta el sueño y no vuelve sino hasta la una o dos de la madrugada.
Así que, consejo de conocedora: agua de manzanilla, de belladona, valeriana u hojitas de naranjo; también puede ser un vaso de leche tibia. Como asumo que tu cuerpo no está acostumbrado a las benzodiazepinas, eso funcionará.
Bébalo y llámeme por la mañana, jejeje.
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