-Ayer vi con una amiga una película checa llamada "Muchacha en la escoba". Era setentera, y bien psicodélica, pero encantadora a la vez. Trataba de una niña bruja que prefería quedarse en el mundo de los humanos para aprender a querer y para ser así de vieja, los efectos especiales eran muy creíbles.
-¿Sabrán los animales cuándo hacen maldades? Yo creo que sí. Hace un rato estaba en el patio y sentí un ruido fuerte en la mesa. Miré y la gata Pucca había botado el tarro donde se guardan los clavos, el que obviamente se abrió con el golpe. Tuve que recoger y volver a guardar casi 200 clavos, 50 de los cuales me pincharon los dedos... Media hora más tarde sentí un ruido en la mesa de la cocina. Pensé que algo se había "caído", y cuando entré, los pedazos de un vaso de vidrio estaban por todas partes. Busqué a la gata y estaba escondida detrás de una silla, mirándome con los ojos abiertos y cara de culpable. La reté mucho, limpié todo y me fui a dormir siesta. Se fue al techo y la pobrecita todavía no vuelve.
-Nada más decir que para haber comenzado la época de helados, he comido bastante pocos. Dos de esos de barquillos de manjar del Mc Donalds sólo porque la tienda queda al lado de mi trabajo. Ayer pasé por el Emporio La Rosa y pedí uno de manjar chips con rosa, pero me falta más!!! Dónde están los helados rojos??? Esperando por mí...
-No deja de ser raro cuando arriban las fechas de las una tanto oyó hablar antes, pero cuando ya no se es parte de ellas. Todo se mira desde lejos y con algo de ¿forzado? desinterés.
sábado, noviembre 04, 2006
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