lunes, septiembre 11, 2006

Las almohadas siempre dicen la verdad

-Uno puede autoengañarse durante el día. Encontrarle toda la razón a las cosas que nos dicen los demás o meterse en la cabeza una idea que justifique lo que hicimos y hasta le dé cierto sentido, pero por experiencia propia sé que en la noche, cuando cuesta quedarse dormida y vienen todas las ideas a la mente, la verdad golpea. Es como si estar acostado relajara todo y no pudiéramos negar lo innegable, o arrepentirnos sin vuelta atrás de las cosas que hicimos en los últimos días. Yo anoche supe algo importante.

-Me asusta lo que están haciendo los mineros de Escondida con eso de que les dieron el bono y se volcaron en masa a las multitiendas a gastar la plata como enajenados. Ya sé que es asunto de ellos, pero mucha gente no piensa a futuro y no es previsora, y apuesto que la mayoría de ellos es más como la cigarra que como la hormiga. Yo soy muy organizada para esas cosas –cuadrada dirán algunos-, pero no sé, no puedo disfrutarlo todo ahora sabiendo que en el futuro a lo mejor no tendré nada. Gasto más tranquila sabiendo que tengo mis ahorros como colchón.

-Gracias a mi dealer de dvds pirateados, estoy viendo la segunda temporada de Dr. House en su idioma original. Impacta la primera vez, después de estar acostumbrada a los capítulos doblados de TVN. No me había dado cuenta de que la traducción hace cambiar el sentido de las ironías, y siendo así, es un agrado verlas en inglés. Ayer me tocó un capítulo en que un tipo condenado a muerte, horas antes de ir al pasillo de la muerte, sufre un ataque inexplicable al corazón, y se viene todo el dilema ético de “averigüemos lo que le pasa y curémoslo, pero cuando esté sano, de todas maneras se va al patíbulo”. Me gustó bastante, sobre todo las reflexiones finales.

-Leído en LUN el otro día: “Quedé pasmado cuando vi la cantidad de alcohol que les echan en Chile a los tragos. Si lo usual es una onza (un dedo aproximadamente), acá le echan como tres” (Embajador de Bacardi, puertorriqueño de 41 años). Comparto su impresión, pero en sentido contrario.

-Tengo otra canción que agregar a la lista de las identificaciones... es una de Olivia Newton-John y como es placer culpable, el título me lo reservo.

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