domingo, mayo 27, 2007

El día en que se me arrancó el perro...

Me lo bailé todo otra vez.

Y dormí una hora y media y hoy he pasado de largo.

Cuando terminó la fiesta, nos subimos a un taxi para irnos a la casa de mi amiga Bárbara y, animosas como estábamos, le dijimos felizmente “buenas noches” al conductor. Nos respondió con un “buenos días ya” en tono “ubíquense, señoritas”. Después nos contó que recién se había levantado para trabajar, y nosotras, el par de carreteras, recién yéndose a acostar.

Bueno, para eso son los fines de semanas.

Después me vine a mi hogar, toda cargada porque se me ocurrió pasar a la feria a comprar nueces, almendras y miel, cosas que me da por comer con el frío. Me siento como Winnie the Pooh comiéndome la miel con el dedo.

Dos casas antes de la mía, siento los ladridos y los saltos del Master, el perro de mi casa, que seguramente me había olido y estaba saltando de alegría.

Tengo una relación de amor-odio con ese animal. Me gustan los perros, pero este es demasiado violento. Me ensucia los abrigos, me muerde los talones cuando camino cerca suyo, se me tira encima cual Dino con Pedro Picapiedra, cuando me visto de blanco lo tengo que amarrar antes de salir al patio… y yo podría tolerar eso con buen humor, pero el gran defecto del Master es que odia a mis gatos, y ya se sabe que el enemigo de mis amigos gatos… es mi enemigo también.

La cosa es que lo quiero… pero de lejitos. Le compro galletas de perro cuando estamos en la buena, pero no se las doy personalmente porque es capaz de comerme la mano.

Retomando, llegué a la puerta de mi casa, busqué las llaves, abrí la puerta y… el perro se me arrancó a la calle, corriendo como bólido, levantando polvo y haciendo nulo caso a mis gritos de “¡Master veeen! ¡Maaaaaaaasteeeeeeeer!” (sí, me puse un poquitín histérica).

Si mi mamá o mi hermana se hubieran enterado de que se escapó “el perrito lindo” -porque ellas lo adoran-, me hubieran colgado en el puente del Mapocho. Por supuesto, el perro a ellas no les hace las embarradas que me hace a mí.

Así que pensé un plan de acción rápido, entré a mi casa corriendo, dejé mis cosas en el suelo, abrí el tarro con su comida y me metí un poco en el bolsillo para usarlo de cebo. Salí a buscarlo. Estaba como a una cuadra de distancia oliendo y ensuciando las plantas. Me acerqué lento, pero apenas me vio, corrió una cuadra más, y dobló la esquina el muy malvado.

“Por allá se fue el perrito”, me dijo una señora cuando me vio perseguirlo. Lo alcancé de nuevo y tome su correa, pero yo no soy fuerte y él sí, así que se volvió a arrancar y se metió a una casa que tenía la puerta abierta (no entiendo cómo alguien puede tener la puerta abierta como si nada).

Tuve que llamar a la casa y pedir que por favor, me ayudaran con el perro que estaba adentro, porque era mío y se me había escapado. Lo tomé y me lo llevé diciéndole en el camino que cada día que pasa se transforma en un perro más y más malo.

Llegamos y lo amarré un rato, pero después me sentí culpable y lo solté. Menos mal que no le pasó nada y menos mal que no pasó ningún auto. A veces lo odio, pero sé que me lo lloraría todo si le pasa algo.

Voy a dormir ahora para empezar bien el lunes. Lo mejor que se pueda si es que se puede.

16 comentarios:

RIPNE dijo...

No hay nada peor que perseguir el perro con la caña, jajaja

Verónica dijo...

Shuuu, menos mal que agarraste al perro y, tal como dices, no pasó ningún auto.
Acá ni pensamos en que el perro se nos pueda escapar, ya que eso NO nos puede pasar (sería muerte segura, corre, corre y no obedece y se lanza para cualquier lado. De seguro lo atropellarían).


Un abrazo.

Alegría dijo...

uuuh, mi perrito siempre se me escapaba, y me hacía un montón de "maldades" (lo pongo entre comillas por que no son malos, solo traviesos), no te digo cuantos calzones me comió el desgraciao, pero yo le amaba.
Varias veces tuve que salir a pie descalzo a atraparlo en la calle pasando las medias planchas... era terrible, y tenía una fuerza de oso... aaayayayyyy me acuerdo y me da risa ahora, pero en el momento era una de gritadero, por que me acuerdo que lo agarraba del collar y le decía: YA PO LENNON!!! ENTRA!!! EEENTRAAAA!!! y hacía fuerza, se tiraba en el pasto, me mordía las muñecas... todo un espectáculo... mi lennon era artista...
en fin, Q.E.P.D.
saludos!.-
ale.-

Y LO LLORÉ UNA SEMANA.... AUN ME AFECTA...

Andrés dijo...

Ja ja ja

Al final... te gustan o no los perros...

Me haces acordar a a la peli esa que se llama precisamente "que le gusten los perros".

Precioso Blog

A.-

Dani Pez dijo...

jajajaja! es atroz cuando se escapan los perros, no hay técnica q sirva... que bueno que finalmente ambos llegaron sanos y salvos a su hogar!
Los perros y los animales en general, a veces son un poco cacho, pero son tan incondicionales!
Saludos

Bárbara dijo...

Que bueno que encontraste a Master.
Yo soy amante de los perros (aunque sean brutitos como el tuyo), y hubiera sido terrible que le pasara algo....
A todo esto, aún me resuena el "buenos días" del taxista....jajaja

Caro dijo...

yo no soy amiga de los perros, pero me habría dado penita si se me arrancara el perro. y aunque tú no lo quieras a veces, te apuesto que él te adora.
besos!

CDG dijo...

Yo igual creo que él te quiere. Qué lata cuando se arrancan los perros, la mía se murió atropellada así, aunque ya era viejita. Qué bueno que lo encontraste, y qué buen ritmo le diste a la persecución.

¿De verdad conoces a ElMonito?

Saludos.

Princessa dijo...

Buen carrete galla.
Que tiempos aquellos… jaja
Por suerte y lograste pillar al canino.
Salu2

Alejandra dijo...

RIPNE: Nada peor, pero aclaro que no estaba bebida, sólo con sueño.
VERO: Mi perro es igual al tuyo, por eso tuve miedo... cero noción de comportamiento canino-urbano.
ALE: Sí, en realidad son "maldades" inocentes. Da mucha pena cuando se mueren las mascotas, mucha.
ANDY: Me gustan, los encuentro geniales, sólo que la violencia me cansa un poco.
DANY: Sí, a veces he pensado que la vida sería menos complicada sin tres animales en mi casa, pero mucho más infeliz, así que con ellos hasta la muerte.

Alejandra dijo...

BÁRBARA: Jajajaja, sí, inolvidable este sábado amiga. Queda para el recuerdo también que tomamos once dos veces...
CAROLINA: Sí, yo también creo que me quiere, pero en el sentido de "quien te quiere te aporrea".
CRISTIAN: Menos mal que no pasó nada... me da pánico que atropellen a los animales. Y sobre El Monito, sí, conozco al títere, pero conozco más al tío señor Lamordes, fue colega en el diario.
PRINCESSA: ¿Cómo que qué tiempos? Tú no eres vieja y cualquier fin de semana uno puede salir y pasarlo bien!
Saludos

 kotto dijo...

uuufff ya me estaba dando pena pense que no lo encontrarias... tenle paciencia ya?

un beso

Puppetmaster dijo...

Cuando pendex tenia un boxer muy maldadoso. Siempre se escapaba y perseguia los perros de los demas para pelear. Un dia siguio a unoa hasta su casa, metiendose en los dormitorios ajenos, destrosando todo. Tuvieron que llegar los pacos para sacarlo de la casa aquella, por suerte no le hicieron nada.

Tambien fallecio hace ya muchos años...
Pero ahora tengo 14 San Bernardos. Alguien quiere comprar uno???

Alejandra dijo...

KOTTO: Nooooo, final feliz por suerte. Paciencia, en eso estoy.
PUPPETMASTER: Demasiados! Y tan babosillos que son... valor

eat-desserts dijo...

me encantan los perros, mis papás tienen uno que es de temer...en realidad es "una". Me hace lo mismo cada vez que los visito y el otro dia tomó vuelo, saltó y me botó de espaldas.
Y no conozco trucos para lacearlos si se arrancan jejeje

saludos

Marta Salazar dijo...

ja ja ja, demasiado buena tu historia, me la imagino live!