Tiempo atrás estaba en mi compra mensual de cremas, shampoos y menjunjes varios en un local de Farmacias Ahumada –con versión Drugstore y varias góndolas-, y escuchaba a un niñito berrear en el otro pasillo. No gritaba, berreaba, y la pobre madre desesperada porque se callara y nada. No sé por qué mañoseaba tanto en una farmacia, si no había nada qué le pudiera gustar ahí... Se entiende que un niñito berree en una tienda de juguetes, o en el supermercado, pero no en una farmacia. A lo mejor quería un Loreal Kids, o una pasta de dientes de Bob Esponja.
La cosa es que yo ya me estaba poniendo nerviosa con los gritos, como me pongo nerviosa con las guaguas que lloran incontrolablemente. Y había una señora muy viejita cerca de mí que debe haber visto mi cara de sáquenlo de aquí por favor y debe haberse sentido identificada porque me dijo “tú eres demasiado joven y yo soy demasiado vieja para tener paciencia”. Eso es lo más cuerdo que alguien me ha dicho en una farmacia.
Pero aunque sea cuerdo, igual reconozco que soy poco paciente, no sólo con los niños. Me enojo cuando la gente me hace una pregunta con lo que yo acabo de decir (ej. “Quiero una crema” Respuesta: “¿Se va a llevar la crema?”); también me molesto cuando la gente camina lento en las escaleras; o cuando las cajeras del supermercado se ponen a conversar con la del frente y dejan a la gente esperando; o cuando en el banco la típica vieja se pone a hacer preguntas tontas al cajero y retrasar a los que están más atrás; o cuando algún vendedor quiere hacerse el simpático preguntando cosas que una ni loca va a contestar. Igual eso es malo, e inútil además, porque la gente no va a cambiar sólo porque a mí me dé rabia. Pero igual me enojo.
jueves, marzo 08, 2007
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5 comentarios:
A mí me enojan los niños llorando y "berreando", como dices tú, en la calle. No me gustan esos retos descarnados por parte de las madres... cómo no tener un poco más de paciencia y dejar que sean lo que son: niños.
Saludos!
Los cabros chicos haciendo escándalo son lo más desagradable que hay. Soy super poco paciente. Creo que no sólo te entiendo SINO QUE ADHIERO.
Yo a la hora de comprar, de vitrinear -sin que el vendedor aguja ande encima-, de comer, de discutir con un cerebro de poste, de esperar en distintas circunstancias soy NATURALMENTE IMPACIENTE.
Si no te molesto yo, no me molestes a mi. Ley motive...
Con este tipo de cosas, yo dependo enteramente de mi estado de ánimo. Si ando feliz por la vida, ni un niño pateándome en el estómago y saltando por encima me provoca enojo. Si por el contrario, estoy apurada, nerviosa o preocupada, mejor que no se me cruce ningún tipo de inconveniente por el camino. Hoy por ejemplo, iba apudada a una reunión y el taxista iba a uno por hora...¡Me dieron ganas de asesinarlo de a poquito!
Jajaja, te entiendo sobre todo cuando las cajeras en el supermercado se demoran porque están hablando con la cajera de al lado me enerva eso.
Y también las preguntas estupidas como cuando recién entras a la casa, alguien te ve y te preguntan : ¿Ya llegaste?....
Salu2
Ale, al mail me aparecen 2 comentarios tuyos. Y me meto a mi blogg y me sale uno como suprimido por el autor. Pero yo no suprimí nada :(
Que extraño… Bueno era para decirte eso… y gracias por visitarme. Nos estamos viendo.
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