sábado, julio 28, 2007

Mi reconciliación parcial con el amarillo

En febrero de este año escribía en este mismo blog que desde niña, el color que menos me gusta es el amarillo, que no tenía nada para vestirme que sea amarillo, y que sólo lo aguantaba acompañado de otros colores (en los arcoiris por ejemplo).

Mis únicos objetos amarillos de uso diario eran mi espejo de mano y mi destacador.Tampoco me gustan los galanes hollywoodenses rubios.

Pero han pasado los días y empecé a toparme con más y más cosas amarillas y me fui dando cuenta de que en realidad no es un color tan feo, sólo que yo no he sabido apreciarlo. En diseños y afiches se ve realmente bien.

Voy dando algunos ejemplos: la gráfica de la película “Little Miss Sunshine” se ve muy bien con el amarillo. No me la imagino con otro tono y lo que más inspira es vivacidad. Lo mismo pasa con el buzo amarillo de Uma Thurman en la película "Kill Bill".

Este dvd de música ochentera es uno de mis más queridos y es muy amarillo. Lo mismo pasa con el libro de Groucho Marx, la colonia de vainilla y las bolsitas del té.

Así que me he reconciliado con este color en el diseño y en accesorios varios, pero en mi closet sigue sin haber ropa amarilla (y abundan todos los demás colores). Tampoco me ha gustado algún “rucio”.

Me da la impresión de que no soy la única en todo caso, porque es raro ver a alguien vestido de amarillo cuando camino por la calle. Dentro del ranking de popularidad de los colores, claramente no es de los favoritos.

Así que la pregunta es ¿alguien tiene algo amarillo en su closet que use con agrado? ¿les gusta ese color? ¿o algún otro?

Bonus track
-Número de veces que aparece la palabra “amarillo” mencionada en este post: (11, porque no tiene sinónimos)

-Para el registro, mi color favorito es el rojo. Después el verde.

martes, julio 24, 2007

Cine "pop corn" versus cine "serio"

Por estos días, uno mira la cartelera de cualquier cine y se encuentra con la monopolización de “Los Transformers”, “Harry Potter”, “Los Cuatro Fantásticos”, “Shrek 3” y desde este jueves, “Los Simpson”.

Las razones son obvias: escolares y universitarios de vacaciones, época mundial de estrenos taquilleros o pop corn, que tienen casi garantizado el éxito de público y el retorno de la inversión.

Pero más allá de eso, yo no tengo nada en contra de las películas pop corn (de hecho, fui corriendo a ver “Harry Potter” y “Los Transformers”), siempre y cuando haya opciones para todo el mundo. El que quiera ver una película “seria” en un cine comercial, deberá contentarse con “El Perfume”, “Paris Je t’aime” o “Secretos íntimos” (muy buenas las tres, en escala ascendente), con el único impedimento de que están en pocas salas y con exiguos horarios.

Así son las cosas. No sé si se puede hacer mucho al respecto, porque el éxito de las películas pop corn garantiza la supervivencia de la industria y permite que circulen también otras independientes o no tan masivas.

Como sea, estos son mis imprescindibles a la hora del cine:

-Tengo que saber cuántos minutos dura la película que veré, independiente de si voy al cine o veo el dvd. Es distinta la motivación previa cuando una dura 90 minutos, versus otra que dure 159, por ejemplo.

-Siempre se pueden aprovechar las bondades del botón de pausa para ir al baño, buscar algún engaño para el estómago o “reflexionar” sobre algún punto de la película que te llame la atención. Incluso poner rewind y verlo de nuevo.

-Me gusta por sobre todos los demás el cine Hoyts San Agustín (metro Universidad de Chile). No sé si será por las butacas rojas, no sé si es porque a mis amigas también les gusta, pero siempre tratamos de ir a ese. También es un factor importante tener el carnet de socia del Hoyts, con el consiguiente descuento por las entradas.

-No me gusta comer en el cine, a menos que me haya pasado directo después del trabajo y corra riesgo de que me suenen las tripas en medio de la película. Tampoco me gusta tomar líquidos.

-Siempre me saco el abrigo y me lo pongo encima como hacen las abuelitas. Si estoy en mi casa, el chal de polar cumple con los mismos efectos.

-¿Hay algo peor que un dvd pirateado que se tranca justo en el final de la película? Me ha pasado, y dan ganas de pegarle a alguien por la mala suerte. Pero la lección es simple: comprar sólo cosas originales. Yo todavía no aprendo eso, salí dura de cabeza.

sábado, julio 21, 2007

Repasando las clases de historia

Atrás quedaron los tiempos en que me sabía de memoria la lista de los presidentes de Chile y sus años de gobierno desde la Independencia hasta hoy. Eso fue en el contexto cuarto medio y preparación de la PAA (se me está cayendo el carnet en mala, pero lo asumo).

La cosa es que el viernes por la noche, tipo 20.00 horas, tuve una clase de historia sorpresa en el lugar menos pensado: el Cementerio General. Con una amiga nos inscribimos a principios de julio para hacer el tour nocturno y aparte de pasar un muy buen rato, aprendí cosas que no sabía y recordé otras tantas.

Éramos alrededor de 60 personas, ningún gótico ni freakie para los mal pensados, pura gente normal. Hacía mucho frío y todo estaba muy húmedo, la vela que llevábamos no calentaba nada.

En la entrada principal, el administrador nos explicó que íbamos a estar todo el tiempo acompañados de un guía, que apagáramos o silenciáramos los celulares, que no nos separáramos del grupo, que su hijo y su sobrino iban a estar de guardia con linternas para alumbrarnos en los caminos irregulares y que estaban comunicados con Carabineros y GPS (sospecho que esto último lo dijo sólo para asustarnos).

El administrador volvió en un rato disfrazado del monje Dominique, cubierto con una túnica café, un bastón y con la cara pintada, simulando más años de los que tiene. Nos hizo formar una medialuna y, con voz tétrica, nos pidió que nos preparáramos para adentrarnos en los misterios de la muerte, porque nunca se sabe con lo que uno se puede topar. Hablaba acercándose mucho a los que estábamos adelante, mirando fijo a los ojos, así que cuando me tocó a mí el encuentro “face to face”, me costó disimular mi risa interna.

Así partimos caminando, deteniéndonos en las tumbas de Pedro Montt, Andrés Bello, Jorge Alessandri, Manuel Blanco Encalada, Eduardo Frei Montalva, Salvador Allende y muchos otros. Cada uno tiene su lápida recordatoria especial.

Esa era la parte histórica, porque también hubo una de leyendas urbanas y esculturas destacadas. Entre las últimas, las obras de Rebeca Matte la llevan, muy lindas y muy expresivas. Es un bonito lugar el Cementerio General, yo no sabía que había mausoleos que imitaban a culturas como la griega, romana, egipcia y azteca. Tampoco me acordaba que el cementerio como lo conocemos hoy existe desde 1821 y no tenía idea de que la única fosa común que existe en la actualidad es la de los muertos en el incendio de la iglesia de la Compañía, ocurrido en 1863 en plena misa.

La sección “Leyendas urbanas” incluyó visitas a las tumbas de Romualdito, La Novia y La Llorona. Incluso entramos dentro de las columnas de un mausoleo donde supuestamente se aparece la llorona para ver “si nos la encontrábamos”. Esta fue la parte donde los "guardias" hacían ruidos o se te cruzaban de improviso en las esquinas para asustar a los incautos.

Yo pensé que el recorrido sólo se haría por las avenidas, las calles principales del cementerio, pero me gustó que pudiéramos entrar a todas partes. Incluso había tumbas tan estrechas que teníamos que avanzar en fila india.

El guía merece un párrafo aparte. Excelente en las fechas y en los relatos, buena voz, buena caracterización. Muy gracioso que cada vez que caminábamos soltara un “Por acá por favor, criatura de Dios” o “Permiso, criatura de Dios”.

El minuto peak fue cuando sonó un celular y todos nos miramos con cara de “Quién fue el pastel que no hizo caso a las instrucciones”. El celular resultó ser del monje Dominique, que con su misma voz tétrica dijo como disculpa “Estas cosas a veces pasan”. Risa general.

Caminamos dos horas y media y terminamos congelados, pero me encantó la visita. Al que no le den miedo este tipo de recorridos (una tercera amiga no quiso ni hablar del tema cuando la invitamos a unirse), yo se lo recomiendo. $2.000 es poco para todo lo que uno aprende.

Antes de ir, me plantée si lo hacía por morbo, y la respuesta es no, no esperaba ver nada paranormal. Ni siquiera creo que pase algo así en un cementerio, donde la gente que fue sepultada debería estar descansando en paz. Pero sí me llamó la atención que fuera nocturno. No me da miedo “el patio de los callados”, lo que sí me asusta es “el patio de los que hablan y asaltan con cortaplumas”.

miércoles, julio 18, 2007

El insoportable destino del futbolista chileno

Nota de la R.: Hablaré de fútbol por primera vez en este blog, pero no de pases, jugadas ni comentarios, porque no soy experta. Sólo escribiré acerca de lo que me llama la atención apelando al sentido común, tan escaso por estos días.

¿Por qué será que un tipo joven, con un futuro que promete, que tiene la posibilidad de hacer lo que realmente le gusta y además cuenta con adhesión popular, termina cayendo en picada hacia el abismo?

Lo digo por los futbolistas chilenos, que como modelos de fábrica, terminan saliendo con las mismas mujeres, comprándose ropa de la misma marca, hablando las mismas tonteras y, por si no fuera poco, pasando de más a menos antes de cumplir los 30 años.

Varias teorías pueden decirse al respecto:

-En realidad el talento juvenil fue un bluff, suerte de principiantes, y cuando llega la hora de probar las virtudes, salen a la luz más bien las carencias, por lo que el joven futbolista se refugia en el alcohol, escenitas tontas y excentricidades varias aprovechando que ganó harta plata en los tiempos talentosos. Véase el caso de Pinilla.

-El fútbol termina siendo una pega más, aunque para la gente con trabajo normal eso sea difícil de creer. Un trabajo más con exigencias, jefes ineptos, inseguridades, mala onda por parte de los colegas envidiosos, etcétera. Por lo tanto, mentalizarse en ganar un partido en realidad da lata, no importa demasiado esforzarse ni poner empeño porque el sueldo lo van a pagar igual. La inercia burocrática traspasada al fútbol.

-Los jugadores chilenos parecen monos atrapados en un corral. Sólo así yo puedo entender que alguien se queje porque tiene que estar concentrado y no pueda salir a divertirse, y que apenas tenga la oportunidad de hacerlo no se mida. Que yo sepa, nadie se ha muerto porque tenga que estar unos días enfocado en su meta, la que una vez cumplida, reportará beneficios individuales y colectivos. Todos los trabajos tienen exigencias, y por sueldos harto más escuálidos.

Yo pienso que a la gente que todavía no tiene las cosas claras porque es muy joven o muy inmadura, cualquier exceso le trastorna la cabeza. Con mucha plata gastan en cualquier cosa, con mucha fama se creen inalcanzables y con licencia para hacer lo que quieran porque tienen el apoyo del público. Y como acá todo el mundo es experto en alabar más de la cuenta y ensalzar a los ídolos de barro, se forma una espiral viciosa.

Para terminar, me quedo con lo que escribió un amigo con experiencia en el cuento:

"La Selección Sub 20 no le ha ganado a nadie!!!. Y si vence a Argentina y sale campeona del mundo, tampoco estamos en presencia del mejor equipo del mundo, ni Isla, Sánchez o Vidal deben irse al Real Madrid o la Juventus.
No agrandemos más a estos muchachos. Por favor. No más contactos en directo con sus familias, no más perfiles tipo jugadores héroes, no más entrevistas zalameras… Déjenlos en paz, luego del Mundial van a seguir con sus vidas, algunas con éxitos, otras con fracasos, como cualquier jugador normal que tuvo un buen desempeño en un torneo".

Yo me sumo a esa opinión.

domingo, julio 15, 2007

El mundo está loco (pero no todos se han dado cuenta)

Existe gente en este mundo que inventa cosas inverosímiles, lo que dentro de todo me parece bien, porque cada loco puede vivir y lucrar con su tema. Pero cuando una locura tiene miles de seguidores, uno empieza a pensar qué diablos está pasando en el planeta.

Hay cientos de demencias sobre las que escribir, pero esta vez sólo me referiré a las comerciales, y muestro aquí las que más me han llamado la atención citando las fuentes: la sección Guía Consumo de la revista Qué Pasa y del curioseo de mí misma en el sitio web de Bim Bam Banana (www.bimbambanana.com)

CHICLE PARA GENTE FEA: No es chiste, en Estados Unidos lo venden y por lo que se ve es un éxito. Dice el slogan: “No es un crimen ser feo, pero por qué aceptarlo. Chicle con sabor a canela usado por las familias más perfectas del mundo”. Si a un adulto se lo regalan de broma es para reírse a carcajadas, pero los niños en edad escolar apuesto que se lo toman mucho más en serio. Este invento superó los chocolates superpoderosos de Willy Wonka.

CONTROL REMOTO DE PISTOLA: Para cuando la tele esté demasiado aburrida o uno en verdad quiera “matar” a los idiotas que estén hablando tonteras… se puede tomar este control remoto en forma de pistola que incluye sonido real de disparo al cambiar de canal. Creo que este sí me lo compraría, y me gustaría que eliminara de verdad a unos cuantos…

CAJA PARA GUARDAR PLÁTANOS: Síiiii, para que los que nos llevamos un plátano de colación al trabajo (uno diario es fuente segura de potasio), existe una caja que se amolda a su forma. Útil, porque no hay nada más asqueroso que un plátano maduro reventado en tu bolso por culpa del calor. Me ha pasado.


DESPERTADOR PUZZLE: Este despertador suena y te despierta como todos, con la gracia de que en la parte superior tiene una especie de rompecabezas cuyas piezas saltan cuando suena la alarma. Y no dejan de sonar hasta que la gente las vuelve a colocar en su lugar. Es demasiada exigencia para cuando uno está despertando y además, te ganas el odio de todos tus vecinos con el ruido constante.

ELECTRIC PLANNER: Esta maquinita toma los aviones de papel con los que uno jugaba en ratos de ociosidad, pero los lanza mucho más lejos y con mejor trayectoria. 50 kilómetros por hora dice el slogan. Hay que ser muy ocioso para andar tirando avioncitos de papel con un aparatito a pilas. Pero gente aburrida existe en todas partes.


SUDOKU EN EL PAPEL CONFORT: Sí, hay gente que se queda pegada en el baño, y para ellos está pensado el sudoku en el papel higiénico. Para evacuar ideas además de otras cosas… El juguete tiene sus variantes como “Sopa de letras en el papel confort”, “Busque las 7 diferencias en el papel confort” y “Solucione el acertijo con su papel confort”.


Además de locas, todas estas ideas son originales, y la originalidad es algo que yo premio. Si me hacen escoger, me quedo con la pistola control remoto. Seguro que le doy un muy buen uso.

jueves, julio 12, 2007

Nada como los retos...

No sé los demás, pero hay días en que mi mamá me sigue retando. Lo digo sin vergüenzas, porque me imagino que a todo el mundo le pasa lo mismo. Las mamás, además de querernos como nadie, están hechas para retarnos por algo. Viene incluido dentro del paquete. Si hasta a Ricardo Lagos lo retó su madre cuando salió elegido Presidente... qué queda para uno.

Aunque aclaro que lo mío son tonteras como estas:

-Cuando me como las uñas: Tengo un tema con esto. De niña me las comía mucho y mi mamá recurrió incluso a embetunarme las manos con ajo antes de irme al colegio. Olía asqueroso por supuesto, pero con el tiempo me acostumbré al olor y seguí siendo onicofaga. Con los años he vencido el vicio y ahora tengo las uñas decentes. Hasta me puedo hacer la manicure francesa cuando tengo tiempo y buen pulso. Pero en los días de nervio o aburrimiento me muerdo una uña... como pasó anoche, y me tocó escuchar de nuevo la típica cantaleta de la niñez: “No te comas las uñas, se te ven tan feas las manos con las uñas mordidas, te voy a pegar un palo si te veo de nuevo así”. Qué dulce es mi madre.

-Cuando rompo la loza: Siempre rompo algo... se me cae un plato recién lavado, hago trizas la ensaladera de vidrio de mi mamá, se me quiebra un vaso... Hasta el departamento de una amiga ha sufrido con mis manos de jalea la pérdida de una taza de café y dos vasos... así que cuando mi mamá siente el ruido aquel de los vidrios contra el suelo suelta un “Qué quebró ahora la Ale”... y me reta.

-Cuando tomo a mis gatos en brazos con la ropa limpia: Sí, también me retan por esto. Me gusta andar siempre presentable, pero si mis gatos vienen en plan amoroso a maullarme, los tomo y nos ponemos a jugar. “Ese abrigo te va a quedar lleno de pelos”, “Baja a ese gato que viene del techo y te va a dejar toda sucia” o “Anda a limpiarte ahora”, me suelen decir.

“Sí, mamá”, respondo yo, pero ya estamos acostumbradas a la mecánica de los retos. Hasta los extrañaría si no estuvieran.

¿A ustedes los retan también?

domingo, julio 08, 2007

El revival ochentero

Lo lamentable de ser “famoso” desde tu juventud, es que cuando pasan las décadas, todo el mundo evidencia tus canas y tu envejecimiento con comentarios del tipo “Pucha que está viejo este hombre” o “Cómo han pasado los años”.

Eso pensamos con una amiga este fin de semana en la fiesta de clásicos que animó Rodolfo Roth en la Blondie. En un momento nos acercamos para verlo y sí, estaba harto más enjuto, canoso y arrugado de lo que uno ve en las fotos.

Roth animaba el programa Magnetoscopio Musical hace harto tiempo atrás en TVN, mostrando video clips de grupos que en ese entonces muy pocos conocían y que ahora, con el revival de los ’80, son grito y plata.

El público era bien distinto a lo que uno está acostumbrado a ver en la Blondie. Gente adulta y seria, incluso había un viejito pelado que bailó toda la noche sin sacarse los lentes. Lo más tierno que he visto últimamente.

A mí me gusta la música ochentera desde siempre y me parece muy bien que ahora haya fiestas ad hoc, porque tengo la opción de ir a bailar lo que me gusta y antes no pude hacer por una simple razón: yo nací en 1980 y durante toda aquella década fui una pendex sin hermanos mayores que me llevaran con ellos a los carretes.

Pero más allá de eso, me pregunto las razones del revival, por qué está de moda la música ochentera y no la de los setenta o la de los noventa. Si se trata de calidad, la de los ’70 es mejor. La de los ’80 es más bailable, de acuerdo, pero esa no debe ser la única razón.

Lo que no sé es qué pasará por la cabeza de los que fueron adultos en aquellos tiempos. ¿Acaso fue la mejor época de sus vidas para todos? A lo mejor, como dice el experto de turno, es un público que consume nostalgia y quizás ve el tema como una opción de alargar su juventud. A lo mejor son los que tienen más poder adquisitivo y pueden gastar más. Esta explicación a mí no me convence del todo, pero no tengo otra mejor hasta el momento.

Ahora, de lo único que tengo nostalgia es ver de nuevo el capítulo de Los Magníficos donde aparece Boy George con Culture Club. Siempre quise ser una más del A-Team.

jueves, julio 05, 2007

El tema salud me enferma (de hastío)

El lado bueno de que haya tantas farmacias en Chile es que la competencia tiende a la baja de precios y por ende, beneficios directos para el usuario.

El lado malo... no sé a los demás, pero a mí me perturba ver tres farmacias en cada esquina, siempre llenas de gente. A la hora de almuerzo incluso hay que sacar número para que te atiendan.

Cómo tanto.

Tengo una relación nula con los doctores a excepción del dentista y el ginecólogo una vez al año. Esta es una cosa rara, pero hace mucho, mucho tiempo que no me enfermo.

De hecho, nunca me he enfermado en serio. Nada más que el ocasional dolor de cabeza y la -menos ocasional- indigestión por comer chanchadas. Hace como dos años que no me resfrío y nunca he tenido que pedir licencia o haber faltado al colegio o a la universidad por estar en cama.
Siempre interrogo a mi mamá para saber lo que ya sé: nunca me dio paperas, peste, viruela ni nada de lo que afecta comúnmente a los niños. Nunca me enyesaron ni me vendaron. Es un poco freak la verdad, nunca necesitar al doctor ni andar tomando remedios, pero lo agradezco 100%.

Así que una amiga me dice que soy como Bruce Willis en El Protegido.

Igual, yo soy de las que cree que la mente supera al cuerpo, que cuando alguien dice con cara de tragedia “Me duele la cabeza... parece que me quiero resfriar”, se autorinde y se resfría como profecía autocumplida. Cuando yo estornudo me digo a mí misma que sólo es un estornudo y así termina siendo. Más le vale.

Este fin de semana vi un capítulo de Dr. House que reafirmó mi teoría: el cerebro dirige el cuerpo y a veces los síntomas uno los deja entrar... y atacar. Y digo a veces porque tampoco voy a tapar el sol con un dedo: hay gente que se enferma haga lo que haga.

¿Será que vengo de una familia particularmente sana? Mi hermana tampoco se enfermó cuando chica. A lo mejor es eso...

Esta vez escuchando... (y esperando que el título del siguiente post no sea “Estoy en cama por dármelas de superwoman y decir que no me enfermo en el blog”)

lunes, julio 02, 2007

Qué haría yo sin los cassettes

Entre tanto mail basura que me llega al correo, había uno que abrí porque me llamó la atención:

TRASPASO A CD SUS CASSETTES Y CINTAS MAGNÉTICAS DE CARRETE… Sus cassettes los traspasamos a Compact Disc antes que se enreden o se corten, con la ventaja que significa el ahorro de espacio para su almacenamiento en un medio moderno y confiable.

Tengo más de 70 cassettes, y como son tantos, sólo he conseguido en CD los más importantes. El resto, como dice el aviso, corre riesgo de enredarse o cortarse (aunque el esmalte de uñas ayuda en casos extremos), ya no son modernos y quizás ocupan más espacio del necesario… pero tampoco los voy a botar, porque me daría pena y además, tengo alma de cachurera.

Es que escuchar un cassette me devuelve al pasado, a los tiempos de radios analógicas, al sonido que uno encontraba lo máximo porque todavía no sabíamos de la existencia del Dolby Surround, los parlantes megapoderosos ni el MP3.

Mi mayor tesoro en materia de cassettes es el Greatest Hits I de Queen, que me compré a mil pesos en un persa cuando tenía 15 o 16 años. Ahí comencé a aprender todo lo que sé de buena música. También tengo uno de Creedence Clearwater Revival, Selling England by the pound de Genesis, No jacket required de Phil Collins, Misplaced Childhood de Marillion... este último respaldado como se ve en la foto.

Ahora incluso los vinilos la llevan más que los cassettes, pero yo no me deshago de ellos por nada del mundo.

Bonus track: Y como finalmente aprendí a linkear canciones... puedo decir que estoy escuchando...