jueves, mayo 29, 2008

De por qué los viajes de regreso son más cortos que los de ida

¿Será que por estos lados la gente es demasiado sensible? Yo todavía me acuerdo que hace años, cuando un rastafari apareció en un comercial de Launol como víctima de la pediculosis, la agrupación de rastafaris (sí, hay una aunque usted no lo crea), denunció discriminación en su contra, llamaron a conferencia de prensa (lo sé porque tuve que cubrirla como trabajo de la universidad...) y escribieron una carta a la empresa exigiendo disculpas públicas.

Y en general es así con todos, si en una serie muestran a O’Higgins el-padre-de-la-patria en su faceta sentimental, los puristas se quejan de falta de respeto al héroe; si ofenden a los católicos, las cartas al director dan vueltas por varios días... no hay caso.

Por eso me llama la atención el contraste con EEUU, en concreto la serie “Family Guy”, a la que me he vuelto media adicta últimamente. Se ríen de todo y de todos: muestran a Bill Clinton tomando decisiones gubernamentales sin ropa en la época que era Mr. President, dicen que Hillary parece hombre, se burlan de los minusválidos, los judíos, los católicos, los hindúes... hasta del asesinato de la embarazada Sharon Tate... y hasta dónde yo sé, la vida sigue y nadie hace escándalo por eso.

Y no es un canal que no vea nadie o que lo conozca sólo el 0,5% de la población, no, la serie la emitió ni más ni menos que la Fox.
De ahí la pregunta ¿será que existe demasiada sensibilidad en ciertos temas versus tomar las cosas como una simple broma?

Las películas que he visto
The Messengers: Trata de una familia que se muda a una casa en medio del campo y comienzan a aparecer fantasmas. El planteamiento no es muy original, pero lo novedoso es que no es la típica película oscura y lúgubre, acá hay campos de girasoles, mucho sol y plantas verdes, es casi irreal que alguien pueda sentir miedo ahí. Lo más inquietante es que sólo el hijo de dos años de la prole ve los fantasmas y los adultos sólo “sienten” la presencia. Ese suspenso sí que es infartante. Tanto como llegar a una casa, oír ruidos dentro de un mueble y pensar, muerta del susto, que un delincuente está escondido ahí.

Cat’s eye: Esta película es vieja... Drew Barrymore no tiene más de seis años aquí, con eso debería quedar claro. Son tres mini historias cuyo hilo conductor es un gato gris con rayas negras. Ya sé que seré poco objetiva con este comentario, pero el gato es de lo mejor. Independiente de eso, la película es buena. El libro en que está basada lo escribió Stephen King y va así: la primera historia trata de un hombre que quiere dejar de fumar y se inscribe en una empresa que lo ayuda usando métodos extremos; la segunda, de un viejo chantajista que presiona al amante de su esposa para hacer su voluntad y la tercera, de una niña asustada por el duende que vive en su pieza. En las tres el gato tiene participación, pero en la última es protagonista. Me encantan los gatos.

Appleseed: Tiene un nivel de animación tan grande que uno se pregunta todo el tiempo cómo es que lo hacen los japoneses, si hasta deja atrás a Pixar. Hay una escena donde se ve cómo entra el sol por la ventana y los animadores se dieron el trabajo de poner esas pelusas de polvo que sólo se ven a trasluz. Es una historia ambientada en el futuro –algo bien común en el animé parece-, con una guerra entre humanos y clones para decidir quién merece sobrevivir en el mundo. La heroína es una niña joven y linda, hay referencias apocalípticas e insinuaciones sugerentes de lesbianismo. Eso es típico de los japoneses, pero la película es buena.

El príncipe Caspian (Narnia 2): Ya era hora de que la viera... y me gustó más que la primera. Tiene mucha estrategia de guerra y las escenas de batalla son más largas, aparece el ratón Reepicheep, uno de los personajes que mejor me caía en los libros y en general todo sigue igual estéticamente hablando. Claro, hay cosas que antes no existían, como la rivalidad Peter-Caspian o el flirteo Caspian-Susan, pero supongo que con esos cambios el director intenta abarcar más público o hacer la película más entretenida, aunque para mí no era necesario. Pero es mi opinión.

Ah, el título. Es que es verdad, yo no sé si de ida los taxistas se pierden y de vuelta ya conocen el camino, o será que uno va más pendiente de la hora cuando va camino a hacia algo que cuando viene de regreso, pero por ejemplo, ayer me demoré 40 minutos yendo a un lugar... y 20 minutos en volver. No es primera vez que me pasa. Tampoco es primera vez que compro una porción de papas fritas insuficiente para acompañar al pollo frito, pero todo se aprende.

lunes, mayo 19, 2008

Alguien malo y millonario

Este tema cada un tiempo me da vueltas, pensar en la maldad y en sus razones, por qué hay algunos malos que caen bien y otros que son detestables, debe tener que ver con razones de encanto personal también.
Leo por ahí una frase que tiene mucha razón: “Un villano no puede serlo a tiempo completo. No desayunan como villanos, no van al baño como villanos, no almuerzan ni se acuestan como villanos, sino que tienen momentos en que se transforman en malvados por circunstancias de la vida”.

Eso es lo que siempre me llama la atención... es que no le temo tanto a un malo de tiempo completo como a alguien normal que de pronto estalla y no tiene piedad. Casos así hay miles y, glup, casi todos tenemos ese potencial.

Yo encuentro que en general soy una buena persona, pero con atisbos de maldad cuando es necesario. Son atisbos reactivos, tiene que haber habido una mala acción en mi contra anteriormente para que yo quiera replicarla. Por ejemplo, siempre que una micro no me para y sigue de largo, me encantaría que al chofer se le pincharan las ruedas a la cuadra siguiente y la máquina ya no funcionara más. (lo pienso mentalmente con mucha fuerza porque lamentablemente, me pasa seguido...)

Maldad + dinero ¿peligro?
Por lo general la gente mala tiene recursos, con ellos puede extorsionar, amenazar, comprar, pagarle a unos matones para que te golpeen, arrendar un auto sin matrícula para que te atropellen... en fin, múltiples posibilidades. Será por eso que la gente millonaria por lo general está relacionada con asuntos turbios, porque aunque el rico en cuestión no sea un asesino, sí puede ser un avaro y eso tampoco es bien visto (Scrooge, Burns...). Sólo recuerdo a un millonario bondadoso, Daddy Warbucks (¿alguien sabrá quién es sin buscar en Google?)

Bueno, independiente de lo anterior, esto lo conversaba el fin de semana, la eterna duda de si el dinero hace la felicidad o no. Yo creo que no completamente, pero no me vengan con ese cuento de que si soy millonaria seré poco menos que un alma en pena, porque ahora mismo se me ocurren mil cosas para hacer con unos cuantos millones y seguro que lo pasaría bien gastándolos.

Hasta podría rastrear a esos choferes de los que hablaba más arriba y pagarle a su jefe para que los despida... no, nunca tanto... eso es maldad.

Cine
Estoy atrasada con todos los blockbusters. No he visto “Ironman”, no he visto “Las Crónicas de Narnia y también está pendiente “Charlie Wilson’s War”. Es que descubrí por ahí un videoclub que tiene casi todo lo que uno se imagine y ordenado... no cuesta nada buscar y por supuesto que ya estoy inscrita. Cada vez que voy me quedo pegada escogiendo, esta es una muestra:

Los Pájaros:
Creo que había visto pedazos, pero nunca completa, hasta este sábado... y qué buena es. Al principio le di vueltas en mi cabeza a cuál habría sido la razón de los pájaros para atacar y picotear a la gente sin motivo aparente, pero como a la mitad de la película entendí que no era ese el foco, que no lo iban a explicar, así que me tuve que conformar. Lo que no significa que no lo haya pensado, porque me carga quedar en ascuas. Algunos se aprovechan de esas ansias. En fin, retomando, me gusta la idea de que los animales sean generadores de terror y como gatos, perros y monstruos en modo maligno los hemos visto más de una vez, fue novedoso encontrarse con aves. Claro, yo siempre me quedo mirando lo lindo que vuelan, pero algunas especies tienen la cara derechamente fea y lúgubre, los cuervos por ejemplo. Ayer iba caminando por la calle camino al persa Bío Bío y en los cables de los postes de luz había una formación de aves muy similar a la de la película, me gustó eso.

Candyman 2: Para variar, por culpa de mi continuo rechazo a las películas de terror me quedé sin ver Candyman, la historia del pintor negro asesinado que vuelve para cobrar venganza cada vez que alguien lo llama por su nombre cinco veces seguidas mirando un espejo. Uso de la miel para fines que no tienen nada que ver con el propósito de “Bee movie” o la imagen que tenemos del glotón Winnie the Pooh. Me contaban que en su época esta película generó mucha sugestión, la gente que no se atrevía a hacer la prueba de llamarlo en un espejo por temor a que se apareciera y los matara. Creo que si me desafían lo pensaría un minuto... pero igual lo hago.

Elizabeth, the Golden Age: Verdad que esta película la estrenaron recién, pero atrasada, si ya está disponible en dvd. La cosa es que todo lo amante que soy de esa época y aunque su papá sea Enrique VIII, uno de los reyes más entretenidos y con más aristas del siglo XVI, esta historia la encontré lenta y fome. “The Tudors” le pega varias patadas. Tiene pocas partes buenas y lo confieso, apreté el botón Display del control remoto para ver cuánto quedaba. Cuando uno hace eso, no precisamente porque ande apurado, significa que algo anda mal, muy mal.

miércoles, mayo 07, 2008

Nada más que cine

Lo nuevo: A veces pasa que una misma idea se le ocurre a más de una persona y cuando se hacen masivas, todo el mundo se pregunta si los autores no se habrán copiado entre sí. “Sexto Sentido” y “Los Otros”, por ejemplo, ambas lanzadas en tiempos similares y con una tesis casi idéntica.
Por lo que general son coincidencias, pero no faltan los mal pensados que creen que a uno de los dos le falló la creatividad.

Como sea, algo parecido pasa ahora con “La Sal” y “Atacama”, dos proyectos de filmes western chilenos que se encuentran en etapa de preproducción.
Primero que todo, ¿Cómo imaginarse un western chileno...?
-¿Cortaplumas en vez de pistolas?
-¿Zapatillas gastadas en vez de botas?
-¿Lata de cerveza en vez de whisky?
Debería ser bien sui generis...


Algo que comentaba por ahí después de leer la entrevista a uno de los gestores del primer título no me terminaba de cuajar: decía este director que quería mostrar una película típica de western, exaltando valores como la amistad, el compañerismo, etc.
La cosa es que yo no he visto mucho western, me faltan títulos para ponerme al día, pero de lo que conozco, jamás he visto a un protagonista western “amistoso”.
No, por lo general son tipos que trabajan solos y no entablan relaciones. Son muy desprendidos sin perder la amabilidad con los más débiles. Parias sociales en cierto sentido, pero ese comportamiento tiene su explicación desde el punto de vista del camino del héroe, la misión que debe cumplir a solas. Y no me imagino cómo podrán plasmar eso en la realidad chilena, donde los protagonistas suelen trabajar en conjunto y sin mucha iniciativa (no sé si pueda haber un John Wayne aquí...) y además son tan parlanchines y garabateros (versus Clint Eastwood por ejemplo, a quien había que sacarle las palabras con tirabuzón). Quizás es prejuicio, pero no sé si el producto final me termine gustando.
Vuelta con John Rambo, pero tiene algo de western en la escena final, muy parecida, en sentido inverso, a la final de “Los buscadores” de John Ford. Y a "La pandilla salvaje", me soplan por interno, pero esa no la he visto. Aún.

Lo que me dijeron y me quedó dando vueltas: Hay veces en que hago una pregunta y estoy tan de acuerdo con lo que el interlocutor me responde que me dan ganas de sacarme el cartel de periodista y decirle “Síiiiiiiiii, yo también pienso eso”. Por ejemplo:

Pregunta: Tú eres profesor de cine y bajo esa perspectiva, ¿cómo ves a las nuevas generaciones, crees que pueden mejorar la industria en el país?
Respuesta: Hay creatividad, pero los estudiantes de cine son muy jóvenes, estamos hablando de 18, 19, 20 años. A mí parece que para dedicarse es necesario tener un background, cierto conocimiento de la vida, experiencias que se pueden aplicar a la creación de los personajes y al trabajo en general. Por otra parte, muchos estudiantes endiosan a los directores actuales y como no han visto cine antiguo, no saben que muchos de esos cineastas hacen referencias o imitan lo que ya se ha hecho. Es muy necesario entonces empaparse, ojalá ver muchas películas y no solamente las últimas que han aparecido.


Y como no pude decir cuán de acuerdo estaba con esto y tuve que contenerme, lo digo aquí. Aplico lo mismo a la lectura, si la gente no lee, de qué estamos hablando.
Y como soy hija de la era del marketing, ese párrafo en cursiva es un avance de la entrevista al director Óscar Cárdenas (“Rabia”) que se publicará completa en los próximos días en un sitio web que está en marcha blanca.

Lo de una y otra vez: Supongo que a todo el mundo le pasa eso de que cuando no hay mucho que hacer, agarra el control remoto para ver qué película buena están dando en la TV, o qué placer culpable voy a ver por enésima vez.
Bueno, el mío es “Jumanji”, el lunes estaban dando en Megavisión y aunque casi me la sé de memoria, ahí me quedé de nuevo. Me entretiene y me deja pegada, aunque Robin Williams ponga las mismas caras de siempre y una sepa que Kirsten Dunst hace rato que dejó de ser niña.
Y no, no la tengo en dvd.

Literatura y cine: Este tema es ultra conocido, incluso ahora dicen que en la industria hay tal falta de buenos guionistas, que se abusa de las adaptaciones literarias.
A mí me divierte el ejercicio de comparar entre una y otra (algo así como “Busque las diferencias”) y me frustro cuando le cambian partes fundamentales del libro a las películas, ahí me cuesta entender los criterios. El final de “Expiación”, por ejemplo, o la nota de hoy del diario que dice que “El príncipe Caspián” (también conocido como “El príncipe casposo”...), tiene variaciones respecto del original. Eso de plano no me gusta mucho.
Pero bueno, hay adaptaciones y adaptaciones, confío en que la del cuento “En Espera”, escrito por un amigo mío y ahora en preproducción por un equipo de realizadores del Duoc de Viña, sí sea para mejor y potencie aún más la historia.