viernes, septiembre 28, 2007
Ellos y "El Padrino"
Voy a empezar a poner música de nuevo...
Si hay algo bueno que tienen las teleseries de Canal 13 son las canciones que escogen. Ya pasó con George Baker y su “Little green bag” en “Machos”, y ahora “Long cool woman in a black dress” de The Hollies en “Lola”.
Me gusta mucho The Hollies. Mi canción favorita del grupo, “The day that Curly Billy Shot Down Crazy Sam McGee”, no la pude encontrar, pero esta igualmente es muy buena…
lunes, septiembre 24, 2007
Cuestión de pelo
Yo reconozco que en mis tiempos escolares, cuando los “X Files” eran grito y plata, quise teñirme el pelo rojo y ser como la agente Scully. O como Ariel, La Sirenita. Menos mal que no lo hice, porque no quiero usar nunca shampoo para cabello teñido o maltratado. La decisión sobre qué hacer y no hacer con su cabeza es de cada cual, pero yo insisto, nada como mi pelo café caoba.
miércoles, septiembre 19, 2007
Sing a song
Es algo atrayente el tema del canto. O el chapurreo del canto. O a la matanza de la música a través del canto. Lo que nadie niega es que alegra la vida.
Personalmente soy desafinada y desabrida. No se trata de ser derrotista, simplemente doy constancia de un hecho indiscutible: llegué tarde a la repartición de afinidad musical. Lo peor es que mi hermana tiene buen timbre, incluso gana plata tocando la guitarra y cantando en matrimonios de parejas que no ha visto en su vida cuando no está haciendo sus tareas de la universidad.
Pero que en mi familia yo sea como el patito feo del cuento, no significa que no haya hecho mis intentos. En la universidad, en esos típicos cursos optativos de formación general que uno debe escoger entre una larga lista, pensé que era bueno variar un poco con tanto Periodismo y me inscribí en "Iniciación al Canto Coral", con compañeros de carreras nada que ver con la mía y un profesor que todos los miércoles por la tarde llegaba con su teclado y nos ponía a cantar folclore, canciones de iglesia, canciones de Pavarotti, de todo un poco.
La sala daba justo a la esquina de Alameda con Portugal con las ventanas gigantes abiertas, así que cualquier transeúnte que pasó por allí pudo haber oído los alaridos de estudiantes inexpertos. Y aún así, todos nos sacamos un 7.0 de promedio final “por el entusiasmo demostrado en clases”, dijo el profe.
Y aunque lo haga mal, me gusta cantar a Freddie Mercury, Roger Daltrey, George Michael, Boy George, y creo ser la cuarta integrante perdida de las Bananarama y las Pointer Sisters. Al menos las letras me las sé de memoria, pero procuro que no todos presencien la masacre.
PS2 Pocas cosas se comparan a la alegría de las minivacaciones, y a la idea de que esta semana sólo tiene dos días. ¿Qué si canté algo en estos días? Claro que sí...
viernes, septiembre 14, 2007
Mario Moreno "Cantinflas"

Hacía reír con sus pantalones tan abajo (inspiración indirecta de los raperos de hoy en día), su bigote recortado, su labia que gastaba y gastaba palabras sin decir mucho, su manera de ganarse a todo el mundo, su capacidad de tener mil y una profesiones, todas absolutamente creíbles.
Hacía llorar, sobre todo en aquellas películas en que pasaban tragedias o le ponían de coestrella a un niño o niña en problemas. Cómo olvidar en “El Profe” cuando se quema la escuela, terminan haciendo clases al aire libre y se pone a llover; o en “El señor Doctor”, con el niño que se está quedando ciego y Cantinflas se da cuenta cuando éste le pide encender la luz que ya está prendida; o en “El Padrecito”, con la señora de la casa parroquial que al principio le hace a vida imposible con pésimas comidas, pero termina llorando por los rincones cuando lo trasladan (dato freak, esta señora es la misma actriz que hace de
Cantinflas protagonizó un total de 34 películas, fue conocido como el Charlie Chaplin mexicano y sus mayores éxitos se produjeron en las décadas ’50 y ‘60. Su humor trató de exportarse a otros países, pero fue difícil traducir sus enredos verbales y hacerlos entendibles para otros que no fueran latinos, así que a la idea no le fue muy bien. De todas maneras, su fama en Latinoamérica es enorme.
domingo, septiembre 09, 2007
Encuentros cercanos ratoniles
Leía en el diario la entrevista a un experto que explicaba que los ratones de ciudad son los que se deben exterminar, porque acabar con los roedores silvestres significaría un quiebre en el ecosistema que dejaría sin comida a las lechuzas y a los zorros… Conclusión: tenemos que saber convivir con ellos, no hay vuelta.
En la primera -yo debí haber tenido como nueve o diez años-, estaba jugando con mi gato Michu Michu (no se rían, la moda Gerardo pegó fuerte en esa época) y veía que llevaba algo en la boca, según yo una pelota de lana oscura. Se me puso la piel de gallina cuando vi que era una laucha agonizante, y que lo perseguía mientras el animal trataba de huir. No se la comió y adivinen quién tuvo que recoger el cadáver con pala y escoba después.
La segunda vez salía feliz de mi casa, abro la puerta y ahí en medio de la calle había un ratón muerto y atropellado. Horror. No era capaz de moverme por el asco, tuve que taparme la cara.
No me gustan, me imagino que a todos les pasa igual. No sé dónde escuché la historia de un tipo que tenía un ratón como mascota, encerrado en una jaula igual que un hamster. Yo no podría, me dan una mezcla entre miedo y asco, y eso que nunca he visto un guarén. Ojalá nunca me toque, porque ahí sí que me pongo a gritar. Por eso sé que nunca me voy a meter por gusto a una casa de campo abandonada.
Aún así, me llama la atención la buena fama que tienen los ratones en las películas y en los libros, algo envidiable.
Por ejemplo, el caso de Ratatouille, que todo el que la ha visto me dice que es genial y yo aún no me he puesto al día. Los ratoncitos que ayudan a Cenicienta, los ratones que rompen las cuerdas del león Aslan cuando ya está muerto, Suart Little, Bernardo y Bianca, Pinky y Cerebro, Jerry que siempre le gana a Tom, el siempre útil Mouse de los computadores y por supuesto, el gran ratón Mickey, cuya única mancha en el currículum sería estar bajo sospecha de haber matado a Marilyn, pero eso es una minucia al lado de su gran popularidad.
miércoles, septiembre 05, 2007
Terapia del sueño (sí, por favor)

A todos nos pasa, hay días en que realmente descansamos y otros en que quedamos debiendo horas de sueño en la cuenta corriente. Eso afecta la concentración, el buen humor… pero por otro lado, es casi imposible dormir bien todos los días. En mi caso, tampoco ayuda la perra de los vecinos, que a veces le da por ladrar de madrugada sin razón aparente. Por último cuando mi perro ladra, con un solo reto se calla, pero la misma ley no se aplica para un animal del que no eres amo.
La cosa es que en la misma nota del diario que mencionaba al principio aparecen algunos consejos para el buen dormir, que si me lo preguntan, son bastante poco realistas:
-Sacar
-Evitar actividades como comer, leer o usar el PC en el dormitorio. (Lo de comer lo acepto, pero dónde más se puede leer tranquilo… ¿En el patio? ¿En la calle? ¿En el metro que está tan vacío?)
-Evitar las siestas después de las 14.00 horas. (O sea, hay que ser guagua o jubilado para almorzar tipo 12.30, dormir siesta y despertar antes de las 14:00 horas. Otra propuesta irrealizable).
-Dejar la cafeína (incluso en bebidas), pasada la hora del almuerzo. (Se acabó el té, el café,
-No permanecer en cama si al cabo de 30 minutos no logra dormirse. (Según este consejo, si son las 3.00am y uno lleva media hora dándose vueltas, hay que levantarse… Sin comentarios).
-Acostarse cuando tenga sueño y no obligarse por horario. (Esta es la más factible de la lista)
Dormir… es otra de las cosas que envidio a mis gatos. Ver al Jerry instalado a los pies de mi cama cuando me estoy yendo al trabajo en las mañanas… a veces quisiera ser gata.
sábado, septiembre 01, 2007
Películas que dan miedo

Carrie: Carrie es la típica adolescente de la que todas sus compañeras se burlan porque “no está en onda”: se viste mal, tiene espinillas y gracias al fanatismo de su madre, tiene metido en la cabeza que todo lo que no es rezar ni ayunar es pecado. Pero la niña va saliendo del cascarón y se da cuenta de que el mundo no es tan así, y que además, cuando pasa por episodios de mucha rabia por las burlas que sufre en el colegio, tiene el poder de apagar luces y lanzar objetos.
Cementerio de mascotas (Pet Sematary): La trama es la siguiente: una familia compuesta por padre, madre, niña y niño se mudan a una nueva ciudad por una excelente oportunidad laboral del jefe de familia. Viven en una bella casa al lado de una carretera, así que el vecino les advierte que cuiden a los niños de posibles accidentes y atropellos. A los pocos días, el gato de la pequeña muere atropellado por un camión. El papá se vuelve loco porque sabe que la niña adora al gato, le cuenta la mala noticia al vecino y éste le sale con la historia del cementerio indio que está en la ladera posterior de la casa. La cuestión es que entierran al gato y al día siguiente, el felino vuelve a la casa convertido en un zombie muy maligno (engrosando la lista de gatos malos en el cine y la literatura por cierto). Pasan más días y el niño menor -de dos años o menos-, muere atropellado trágicamente mientras persigue un volantín que vuela hacia la carretera. Los padres enloquecen y pese a las advertencias del vecino, el tipo entierra al hijo en el cementerio maldito, así que ya pueden imaginarse lo que ocurrirá cuando el niño vuelva como zombie…
It (Eso): Esta película es la culpable de que al 50% de la población no nos gusten los payasos. It (o “eso”, porque es un ente indescriptible) es el payaso que aterroriza a un grupo de niños porque lee las mentes y se alimenta de seres vivos. Se salvan en la preadolescencia, pero años más tarde la pesadilla regresa y los protagonistas se reúnen para derrotar a aquello que los marcó. Más maldad y muerte. No me pregunten por el final, porque esta película me dio tanto miedo en la niñez que la dejé a la mitad y no he vuelto a verla por las pesadillas. Si alguien quiere contarlo adelante, las cosas leídas no asustan tanto.
Cujo: Nunca más los perros San Bernardo volvieron a ser blancas palomas babosientas después de Cujo. Un día en que estaba jugando en el bosque, este animal bueno y querendón fue mordido en una cueva por un murciélago y terminó adoptando costumbres asesinas y un gusto irrefrenable por la sangre. Mató sin piedad a varios que antes lo conocían como “el perrito lindo”. No da tanto miedo, se puede ver o leer con confianza.
El Resplandor: Esta debe ser la más conocida de la lista. Las gemelas siniestras, la cara de locura desquiciada de Jack Nicholson, el pavor de la pobre Wendy. Esto es terror psicológico más que nada. El libro no lo he leído, y aunque a King le duela admitirlo, parece que este es uno de los pocos casos en que la pantalla grande supera a la versión original. La película me asusta hasta el día de hoy.