lunes, marzo 02, 2009

Cosas que llaman la atención

Como todos los años por esta época, algo vi del Festival de Viña. En realidad, fue más lo que leí en el diario que lo que vi.
Aunque no me gusta “La Noche” -y traté de sacarme como pude la canción de ellos que tenía pegada en la cabeza de tanto escucharla-, me parece un poco injusto la poca plata que cobraron por actuar considerando que deben dividir el monto entre bastantes personas y que, en comparación con otros grupos, salieron para atrás. ¿Será culpa del manager que no supo negociar bien? ¿O del grupo que aceptó cualquier cosa con tal de subirse al escenario? Más bien creo lo primero y eso habla de un mal manager y una mala estrategia.
A mí no me gusta ese tipo de música, pero para los que les gusta, ¿cuánto tiempo más le quedará de vida antes de que sature y ya nadie más quiera oírla?
No sé, pero espero que Leo Rey y compañía no queden tan mal parados cuando eso pase.
Lo que sí me gustó es Simply Red, claramente no por el lado del atractivo físico del vocalista. Tiene cara de señora adulta. No tengo ningún disco del grupo, pero me sé varias canciones y escucharlas de nuevo y recordarlas fue interesante.
Vi algo de Santana también. Me gusta él. No todas las canciones, pero varias sí. El problema es que cada tema dura tanto y el acorde principal tiene tantas repeticiones que uno termina algo saturado.
Y seguí leyendo el diario en esos días, viendo la milagrosa recuperación de Ema, la hija del ministro que ya fue dada de alta. Hubo días en que no se habló de otra cosa y yo me preguntaba ¿acaso es la primera niña que se cae en una piscina? No, pero es hija de una personalidad pública. Prominencia se llama eso.
Qué felices cuentas deben estar sacando en la Concertación ahora que todo se solucionó para bien. Porque obvio, ahora el grueso de la gente poco va a relacionar al ministro con el próximo recorte presupuestario, sino con “el papá de la niñita que se salvó”. Publicidad positiva gratuita, a un alto costo sí, pero no creo que eso le importe mucho a los políticos.

Man from Earth: Es una película que vi hace muy poco y me encantó. Trata de un hombre que deja la universidad donde hizo clases durante diez años y sus colegas –todos con doctorados y muy eruditos en su área-, le organizan una despedida. Ahí el profesor les cuenta que en realidad tiene 14.000 años, que se va de la ciudad como siempre ha hecho de todas partes para no levantar sospechas de su inmortalidad. Los colegas creen que está loco, pero empiezan a hacerle más y más preguntas que aumentan de complejidad y se dan cuenta de que el tipo tiene respuestas para todo sin vacilar... ¿lo inventó o es verdad?. La gracia es que toda la historia transcurre en el living de la casa del profesor, no hay ningún efecto especial y es una película de ciencia ficción. Todo es mérito del guión, que mantiene atrapado por lo bien hecho y lo bien hilado que está. Es gran cosa volver a lo más simple y destacar en grande en medio de tanta parafernalia.

Slumdog Millionaire: La película del niño indio que gana el concurso de “¿Quién quiere ser millonario?” y lo acusan de fraude, porque cómo es posible que alguien criado en los barrios bajos de Mumbai sepa más que profesores y expertos. Y lo que viene son muchos flashbacks de la niñez y adolescencia, donde se nos explica cómo, por azares de la vida, fue aprendiendo cada una de las respuestas. Algunas justificaciones son creíbles, otras no. Hay dos en especial que yo no me creí y cuando uno se distrae pensando en eso, quizás las cosas ya no funcionan tan bien. De todas maneras destaco el montaje y la sensación agradable que deja la película, aún cuando me haya sentido un poquitín manipulada. No sé si era para ganar el Óscar, no he visto las otras 4 películas que estaban en competencia como para opinar con propiedad, pero me huele que el premio tiene que ver más con alianzas estratégicas con Bollywood que con otra cosa.

Che, el argentino: Yo me río para mis adentros de la gente que usa poleras con la cara del Che sin tener mucha noción de quién fue o qué hizo exactamente, pero igual “la lleva” tenerlo puesto en el pecho. O de esos que lo alaban como si fuera Dios cuando el tipo era un humano como todos, bien convencido de lo suyo eso sí, pero humano al fin y al cabo, con un buen grado de soberbia y fascismo a la hora de actuar. Esta película es la primera parte de su biografía, desde que es un doctor que se une a la cruzada independentista de Fidel Castro hasta que pasa a ser líder de la unidad que ataca la ciudad de Santa Clara. Un argentino al mando de varios cubanos. No le tengo especial afecto al personaje, pero la historia me dejó con buen gusto, con ganas de ver la segunda parte aún sabiendo que morirá marcando aún más su postura extremista. Es que explicar el por qué del mito es mucho más atrayente que simplemente asumirlo.


Bueno... hay una película en la que he estado más involucrada en cuanto a ayuda en prensa y RRPP y de la que podré opinar cuando esté lista. Es chilena, se llama "Muerte Ciega" y el teaser trailer se puede ver aquí. No contaré mucho de la trama, pero incluye acción, suspenso, western y un grupo de soldados que se enfrenta a una epidemia mortal....

Eso por ahora. Andaba media dormida de escribir, pero estoy salió rápido. Lo que me hace pensar que quizás lo haga más seguido.


miércoles, octubre 29, 2008

Cosas varias

(Aclaro antes de todo que, para gran alegría mía y de mi entorno, no fui convocada como vocal de mesa en las últimas elecciones)
Cosas de las que he observado estas últimas semanas:
-La gente está loca porque empiece el verano. Y cuando empieza, quieren que sean otoño.
-La gente que hurta en el metro ya no tiene la pinta de malagestados que uno tiene prefijada en la cabeza.
-Los críticos de cine me están cayendo cada vez peor.
-Nunca se termina de conocer a las personas.
-El supermercado Líder ya tiene todo listo para Navidad. Y quedan dos meses.
-La cobertura de la crisis económica lo único que hace es que la gente entre en pánico y especule sin asegurarse de si lo que dicen es verdad.
-El dólar... espero que baje.
-Hay plaga de polillas.
Noviembre no puede partir mejor. Este cortometraje, detrás del cual hay horas de dedicación y muchos esfuerzos implicados, se exhibe el sábado 01 en la función de las 18:30 horas del Cine Arte Alameda como parte de la programación del Festival Santiago Rojo Sangre (es más cómodo decirle SARS).
Se llama "Luca" y trata de un billete de mil pesos que un buen día decide cobrar venganza de las monedas de $500 que le han quitado protagonismo y para eso reúne un ejército interminable de monedas a peso.
No, el párrafo anterior es mentira.
Trata de un billete de mil pesos ensangrentado que circula de mano en mano hasta que llega repetidamente hasta la cartera de una niña (la del afiche obviamente). No se sabe si es casualidad o ensañamiento, pero ese simple papel termina desencadenando una serie de eventos.
Yo no me lo perderé en pantalla grande. Además, tengo una breve participación en el asunto por una emergencia con la actriz que iba a aparecer... así que en tres segundos y de perfil, aparezco yo. Dudo que se note mucho si no se aplica cámara lenta, pero eso no importa mucho. Se pasó bien haciéndolo.

viernes, octubre 03, 2008

Las 5 etapas

Tengo botado el blog, pensé el otro día.
Y me dio lo mismo.
Ando en otra.
Justo pensaba eso y leía una encuesta de Technorati sobre las cinco etapas de un blog... primero nace, después se empieza a dar a conocer, luego se “masifica”, acto seguido llega a un punto álgido y luego empieza a decaer.
Me dio risa por los dibujos y porque parece que tiene algo de razón.

He visto hartas películas, pero tampoco han sido demasiadas;
tuve que participar de extra en un cortometraje, pues a la actriz original se le enfermó el hurón y no pudo ir; he escrito hartas cosas que salen publicadas sin mi nombre y a veces me acomoda el papel de ghostwriter, a veces no, pero es lo que hay.
Por ahora.
Siempre estoy leyendo algo y eso me gusta. Además que son cosas que ni siquiera busco, me llegan de sorpresa y cuando son buenas, me gustan más.
En realidad, ahora que lo pienso, ando temporalmente alejada de las redes sociales, llámese blog, Facebook, todo eso, pero no de Internet. Es lo más útil a fin de cuentas. Lo otro puede ser temporal, pero lo que sí tengo claro es que no caeré en las redes de Twitter.

El lunes sale la lista de los vocales de mesa y ando media asustada. Tengo la impresión de que podría salir y no quiero. El otro día conversaba de este tema y decía... ya, por último si me tocara y no pudiera sacármelo, puedo llegar ese día a la mesa, votar temprano y después, fingir un desmayo para que me digan “usted, mejor váyase para la casa, no puede trabajar así”.
Debería ser una caída real eso sí, y ahí creo que andaría fallando.
Como sea, ya escribiré más largo.

jueves, septiembre 11, 2008

Queen and King

¿Y vas a ir al concierto de Queen?, es la pregunta que escucho por estos días.
Perdón, pienso yo, lo que queda de Queen.
No lo sé todavía. Es mi grupo favorito, pero lo que está es lo que botó la ola y la canción nueva que escuché el otro día con Paul Rodgers no me gustó nada.
Pero por otro lado son Brian May y Roger Taylor, quizás nunca más tenga la posibilidad de escucharlos en vivo...
Aunque, ¿por qué tienen que lucrar con el nombre si el grupo ya se acabó?
Por eso digo que no lo sé todavía...

“La película”:
The Mist (“La Niebla”): Está disponible en dvd hace varios meses y ahora que la estrenaron en el cine me dieron ganas de verla de nuevo. De partida es la adaptación de un libro de Stephen King y ya con eso cuenta con un punto a favor. Quién no conoce alguna de las historias de S. King o no se asustó con esos payasos. Me faltan varias por ver y varios libros suyos por leer, pero siempre que voy a pedir alguno a la biblioteca están prestados. Por algo será. “The Mist” es la historia de un pueblo de Estados Unidos que de un día para otro se ve amenazado por una niebla misteriosa que lo cubre todo. Se toma como eje a un grupo de habitantes que termina encerrado en el supermercado. Nadie sabe lo que pasa afuera y empiezan a entablarse las relaciones: el líder, el oponente, el tipo que nadie pesca pero es más inteligente que todos juntos, las víctimas pasivas, etc. Hay un personaje –una vieja fanática- que termina formando bandos entre los encerrados y uno se pregunta hasta qué punto puede llegar cada persona por culpa del temor y la paranoia. Eso termina asustando más que los efectos de la niebla en sí y me queda claro que el encierro hace mal. Si hay dudas, basta ver a los participantes de los reality shows.

Me gusta mucho este tema. Ya había escrito algo al respecto y como pasó más de un año, voy a recurrir al vil reciclaje, total la memoria es frágil. Dicen.

Stephen King es un escritor estadounidense de novelas de terror y suspenso que aún vive y produce. La mayoría de sus historias han sido llevadas al cine en versiones buenas y otras no tanto. La cara de este señor es un poco siniestra y algunas de sus obras siguen asustando. Mis favoritas son...

Carrie: Carrie es la típica adolescente de la que todas sus compañeras se burlan porque “no está en onda”: se viste mal, tiene espinillas y gracias al fanatismo de su madre, tiene metido en la cabeza que todo lo que no es rezar ni ayunar es pecado. Pero la niña va saliendo del cascarón y se da cuenta de que el mundo no es tan así, y que además, cuando pasa por episodios de mucha rabia por las burlas que sufre en el colegio, tiene el poder de apagar luces y lanzar objetos. La Sarita Mellafe de su curso (o sea, la compañera pérfida) planea una broma macabra en su contra el día de la fiesta de la graduación y las cosas llegan a tal punto que Carrie…. Hay que verla o leer el libro.

Cementerio de mascotas (Pet Sematary): La trama es la siguiente: una familia compuesta por padre, madre, niña y niño se mudan a una nueva ciudad por una excelente oportunidad laboral del jefe de familia. Viven en una bella casa al lado de una carretera, así que el vecino les advierte que cuiden a los niños de posibles accidentes y atropellos. A los pocos días, el gato de la pequeña muere atropellado por un camión. El papá se vuelve loco porque sabe que la niña adora al gato, le cuenta la mala noticia al vecino y éste le sale con la historia del cementerio indio que está en la ladera posterior de la casa. La cuestión es que entierran al gato y al día siguiente, el felino vuelve a la casa convertido en un zombie muy maligno (engrosando la lista de gatos malos en el cine y la literatura por cierto). Pasan más días y el niño menor -de dos años o menos-, muere atropellado trágicamente mientras persigue un volantín que vuela hacia la carretera. Los padres enloquecen y pese a las advertencias del vecino, el tipo entierra al hijo en el cementerio maldito, así que ya pueden imaginarse lo que ocurrirá cuando el niño vuelva como zombie…

It (Eso): Esta película es la culpable de que al 50% de la población no nos gusten los payasos. It (o “eso”, porque es un ente indescriptible) es el payaso que aterroriza a un grupo de niños porque lee las mentes y se alimenta de seres vivos. Se salvan en la preadolescencia, pero años más tarde la pesadilla regresa y los protagonistas se reúnen para derrotar a aquello que los marcó. Más maldad y muerte. No me pregunten por el final, porque esta película me dio tanto miedo en la niñez que la dejé a la mitad y no he vuelto a verla por las pesadillas. Si alguien quiere contarlo adelante, las cosas leídas no asustan tanto.

Cujo: Nunca más los perros San Bernardo volvieron a ser blancas palomas babosientas después de Cujo. Un día en que estaba jugando en el bosque, este animal bueno y querendón fue mordido en una cueva por un murciélago y terminó adoptando costumbres asesinas y un gusto irrefrenable por la sangre. Mató sin piedad a varios que antes lo conocían como “el perrito lindo”. No da tanto miedo, se puede ver o leer con confianza.


El Resplandor: Esta debe ser la más conocida de la lista. Las gemelas siniestras, la cara de locura desquiciada de Jack Nicholson, el pavor de la pobre Wendy. Esto es terror psicológico más que nada. El libro no lo he leído, y aunque a King le duela admitirlo, parece que este es uno de los pocos casos en que la pantalla grande supera a la versión original. La película me asusta hasta hoy.
Creo que la clave de las películas de terror es la música. Lo comprobé cuando vi por primera vez “El bebé de Rosemary”. Ya había leído el libro, ya sabía lo que iba a pasar y lo que no, pero igual me anduve asustando en las escenas clímax. La culpable fue la música, que pone los pelos de punta.

martes, agosto 26, 2008

Quiero Londres 2012 (y mejores películas chilenas)

Quiero que pase relativamente pronto el tiempo y lleguemos a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, porque la programación en esos días mejora considerablemente y me puedo quedar pegada mucho rato viendo la gimnasia, el salto con garrocha, la natación y las maratones, entre otros varios.
Me gusta eso de mirar a la gente de otros países y notar, por ejemplo, lo heterogénea que es Holanda (en su equipo de fútbol había desde africanos rastas hasta albinos) o ver que hasta el más componente más enano de los equipos de basquetbol es un gigante al lado mío. O darse cuenta de que cada deporte requiere una contextura de cuerpo especial... porque si yo me encontrara en la calle con las participantes del lanzamiento de la bala, jamás pensaría que son deportistas, pero lo son y aprovechan su volumen. Me entretiene ver todas esas diferencias, por eso quiero más.

Las películas:

Tony Manero: No, no es que sea mala, porque tiene varias cosas rescatables: es película de género y trata de un psicópata, es novedoso en ese sentido y las escenas de muerte y violencia funcionan. La ambientación de época (1978) también me gustó. Yo poco me acuerdo del programa “El festival de la una”, pero tengo la impresión de que está bien recreado. Lo que me molestó es que una vez más, se ve lo mismo de siempre: gente marginal y tan amoral –como si los pobres no fueran capaces de tener valores-, harto garabato y escenas de sexo que se hubieran podido ahorrar y la película quedaba igual, pero como hay que vender... vamos incluyendo desnudos. Me molesta eso porque es un recurso tan facilista... y no es sólo insinuación: hay partes de la anatomía del actor Alfredo Castro que hubiera preferido no ver. Además, la cámara tiembla demasiado a ratos (ni que fuera “El proyecto de la Bruja Blair”) y no siempre se ve limpia la imagen. Creo que los medios han exagerado un poco con eso de la “ovación unánime” de la película. Por ejemplo, en la función que yo vi, el sábado en el Hoyts de La Reina, la sala estaba llena y al final, el público quedó un poco plop (el final es predecible, pero abrupto) y sólo hubo algunos aplausos al rato después. Igual pienso que hay que verla, la opinión se la forma cada uno.

The Ruins: Es la historia de un grupo de turistas gringos, jóvenes y ociosos, que en su penúltimo día de vacaciones en México decide ir de excursión a la selva para tomarle fotos a unas ruinas aztecas. Quedan atrapados ahí y empiezan a encontrar cadáveres, claro indicio de que algo anda muy mal en la zona. La maldad no está personificada por un asesino en serie ni por fantasmas, sino que por una plata carnívora y mortífera. Hay varias escenas gore y la película es mejor y más entretenida que varias que he visto últimamente, partiendo por “UKM” y siguiendo por “Captivity (El Sótano)”.

Captivity: La misma de la que vengo hablando. Trata de una modelo raptada por un psicópata y sometida a distintas torturas, más psicológicas que físicas. A la mitad empecé a aburrirme porque la trama da unos giros que no se los cree nadie y el final tampoco es muy convincente. En todas partes ha sido criticada de mala, pero lo curioso es que el sábado había una función en que se agotaron todas las entradas dos horas antes... mala cosa para gastar la plata. Creo que hay tres posibles explicaciones: (1) las películas de terror o suspenso siempre generan público, no importa cuán malas sean, sirven para pasar el rato; (2) la gente no lee nada de lo que sale en los diarios, salvo la huincha roja que pusieron sobre el afiche con un “atrévete a verla”, que igual atrapa a los que no saben más detalles y (3), la campaña de publicidad de la distribuidora, que se aprovechó de la mala calificación para explotar los contenidos de sadismo y violencia excesiva. Eso último lo leí en La Tercera y es cierto, las películas con esos componentes atraen y mucho.

El Exorcista III: Este es un comentario incompleto, porque me falta ver los últimos 30 minutos, sólo estoy esperando que me entreguen la copia para terminarla. Yo vi “El Exorcista I” y “El Exorcista II”, además de leer el libro de William Joseph Blatty, pero esta tercera parte es muy distinto a lo de antes. De partida es menos obvia y literal (acá no hay niñas vomitando ni hablando lenguas raras), sino que está llena de metáforas y simbolismos. Además la protagoniza el mismo actor de “The Changeling”, uno de esos viejos que no necesita poner caritas ni sobreactuar para traspasar el miedo.

miércoles, agosto 13, 2008

Ah, los nazis

Mi primer acercamiento con el tema debe haber sido el libro de Ana Frank, después las clases de historia en el colegio, leer y ver “La lista de Schindler”, conseguirme un libro con la biografía de Hitler para entender más qué pasaba por su cabeza para perder de esa manera el sentido de la realidad y por la de Eva Braun para emparejarse con un tipo tan desquiciado, pero a la vez tan carismático entre los alemanes.

Me interesa el tema, pero mejor si está bien tocado.
La primera vez que vi “La vida es bella” salí con los ojos rojos del cine de tanto llorar. La segunda vez, varios años más tarde, la película ya no me gustó tanto por esa misma razón: porque está hecha y actuada para que uno salga llorando. Las caras del niño, todo lo que hace el papá para ocultarle la realidad... es lindo, sí, pero también algo manipulador. Misma cosa con “El pianista”, es imposible que uno no tome parte en su historia y suelte algunos lagrimones.

Porque claro, los nazis son los malos y los judíos son las víctimas en todo el asunto, pero repetir la misma historia una y otra vez –sin desmerecer lo que pasó- me hace sentir que el tema está demasiado manoseado y extremista. Seguramente hubo algunos oficiales alemanes que quisieron escapar y no asesinar a mansalva, no puede estar todo el mundo tan vuelto loco digo yo.

Así que eso, acá van tres películas de nazis que he visto en las últimas dos semanas y que me han gustado porque van más allá del efecto lacrimógeno:

Los Falsificadores (2007): Es la historia de la Operación Bernhard, cuando en plena Segunda Guerra Mundial los nazis reclutan a un grupo de prisioneros judíos expertos en linotipia y falsificación de monedas para que produzcan libras y dólares a destajo, que después introducirían al mercado mundial para boicotear e inflar las economías de los países aliados. Me gustó porque el protagonista, el falsificador más infalible de todos, tiene esa ambigüedad moral de saber que está cometiendo un delito, pero si eso le permite salvar su vida y dormir y comer mejor que sus otros compañeros... hay que pensar bien qué vas a decidir. El tipo se cuestiona, claro, pero también aprovecha las ventajas y eso me parece muy realista, porque puestos en una situación así, la mayoría de la gente trataría de salvar su pellejo a como dé lugar. Incluso uno de los oficiales nazis sabe que el tipo vale más allá de su raza y es capaz de reconocer, en las postrimerías del régimen, que las cosas se les fueron de las manos.

Black book (2006): Ambientada en Holanda, 2GM, es la historia de una mujer joven y judía que se esconde para no ser capturada por los nazis, pero cuando bombardean su guarida y matan a su familia, no le queda otra que sobrevivir como sea. Aprovechando que es bonita, se tiñe el pelo rubio para parecer aria, se filtra entre los guardias de la SS y se convierte en espía. Al principio uno piensa en lo desgraciada que es, pero después ella no se deja estar y sobrevive con lo que tiene. Es insólito, pero incluso uno de los generales nazis termina cayendo bien por su honestidad, incluso más de la que muestran algunos de los judíos del movimiento de la Resistencia. Además, la película está hecha en Europa y eso se nota, los escenarios son de lujo y hay un desfile de idiomas: hebreo, holandés, alemán, inglés... por suerte existen los subtítulos.

Outpost (2007): Esto es una rareza que me recomendaron, porque dudo que la hubiese arrendado yo sola sin tener más referencias. Trata de un grupo de mercenarios que debe cuidar a un científico mientras se adentra en un bosque de Europa del Este, buscando los vestigios de un proyecto científico nazi realizado en un búnker en la década del ‘40. Lo que me gustó de esta película es que durante la primera media hora nadie sabe qué diablos está pasando. ¿Y por qué es rareza? Porque aparecen nazis-zombies -o zombies-nazis, como se prefiera llamarlos-, liderados por un viejo pelado y siniestro que parece sacado directo del manicomio. De todas las películas del género que he visto, esa idea es primera vez que la escucho. Y además es entretenida.

Bonus track
“Sophie Scholl” (2005): Yo siempre me preguntaba cómo es que los ciudadanos alemanes comunes y corrientes con un poco de sentido común no hicieron nada para detener a Hitler o al menos oponerse al mandato del terror. Sophie Scholl y su hermano eran un par de universitarios que lo intentaron fundando la agrupación “La Rosa Blanca”. Como estaban ultra vigilados, tiraban panfletos en espacios públicos denunciando el régimen. Hasta que los pillan sus compatriotas nazis. Esta es una de mis películas favoritas y casi nadie la ha visto como para poder comentarla.
¡Ah! Voy a recomendar una página web que tiene artículos y críticas de cine que salen de lo típico y predecible que aparece en los diarios. Viene de cerca el comentario porque yo también colaboro ahí, pero realmente vale la pena. Y por último qué tanto, este es mi blog y publicito lo que quiera, jejeje. Se puede ver AQUÍ.

martes, agosto 05, 2008

I'm back

Ayer fui a la farmacia a comprar un encargo y el vendedor estaba solo –llámese aburrido-, así que le había subido el volumen a la radio y justo cuando yo entré estaba sonando un reggaeton. Era de esas canciones que repiten tanto el estribillo que a uno se le queda pegado aunque no quiera. Así que ahora mientras escribo esto se me aparece el tema cuando lo único que quiero es bloquearlo. Tiene que ver con un pescado. Guacala.

Estuve de vacaciones en el trabajo y al fin fui a ver “Batman, the Dark Knight”. Me gustó mucho pero ya tan atrasada creo que no vale la pena comentarla. La gente pensará que me paso la vida viendo películas y quizás es cierto, me gusta y le dedico mucha energía igual que a otros hobbies, por eso no entiendo cuando me dicen “suertuda tú que tienes tiempo” o “yo no puedo por falta de tiempo”... naaaada pues, uno sabe a qué destina las horas libres y cómo las administra. Y si no alcanzan, algún problema habrá, porque que yo sepa, todos funcionamos con las mismas 24 horas diarias. O las 48 de los fines de semana.

Ya, ahora voy por estas:

Lust, Caution: Es del mismo director de “Brokeback Mountain”, Ang Lee. Qué manera de hacer escándalo la gente por esa película. Ese argumento de que “corrompía la masculinidad del mundo cowboy” siempre lo encontré tan absurdo... “Lust, Caution” es la historia de una joven china en medio de la Segunda Guerra Mundial y su trabajo como espía en el bando enemigo japonés. No hay mucho más que decir, porque estropearía lo que viene, pero hay que verla con tiempo y disponibilidad, pues dura 157 minutos. El otro día comentaba con un amigo que la duración de las películas es todo un tema, porque uno se predispone y si empieza a ver algo que no engancha y aún quedan más de 100 minutos por delante... yo optaría por dejarlo para otro día. Las películas de terror por otro lado, funcionan mejor cuando son cortas... 100 minutos a todo reventar, ojalá menos. Tanta explicación le va quitando peso y efecto.

Viaje al centro de la Tierra 3D: “Viaje al centro de la Tierra” de Julio Verne es el típico libro que a uno le ponen en la lista de lectura complementaria del colegio. Yo lo leí, pero hace ya tantos años que no me acuerdo muy bien de los detalles, así que lo voy a buscar en mi casa, por ahí debe estar guardado. Por esas cosas de las distribuidoras, la semana pasada Brendan Fraser perseguía momias en Egipto y esta semana viaja al centro de la Tierra... en fin. Antes de entrar yo pensé que me iban a pasar el clásico lente de cartón con un ojo rojo y el otro azul que venía en los atlas, pero no, la cosa cambió y como yo no vi “Beowulf”, no lo sabía. Ahora a uno le entregan un lente mucho más resistente y con los dos visores del mismo color. La gracia es que las escenas 3D realmente se ven en tercera dimensión y parece que uno pudiera tocar las cosas. Como además la película incluye volcanes, dinosaurios, plantas gigantes y mucha agua salpicando, el resultado es muy, muy bueno. La trama no es el próximo Óscar al mejor Guión, pero eso da lo mismo, es efectiva y entretiene como promete.

Nim’s Island: Tengo una amiga que detesta a Dakota Fanning, la niña rubia que debutó en “I am Sam”. No la soporta porque ya ha aparecido demasiadas veces y la encuentra falsa. En esta película aparece Abigail Breslin, otra niñita prolífica después de haber actuado en “Little Miss Sunshine”. A mí me cae mejor esta última en todo caso, me parece menos forzada y con una cara más creíble. Acá es Nim, una niña que ha vivido toda su vida en una isla con su papá biólogo marino (Gerard Butler), hasta que deben afrontar la amenaza del mundo exterior (obvio, si no pasa nada no hay película). El tema es que la contraparte romántica es Jodie Foster, actriz que tiene todo mi respeto, pero me cuesta imaginarla como pareja de un hombre después de que confirmó públicamente su salida del clóset. Lo mismo me pasaría con Anne Heche. Igual pienso que los guionistas también lo saben y por eso la relación con Butler más bien la insinúan y potencian las miradas en vez de un acercamiento directo. Tierna la película, como para una tarde de fin de semana sin mucho que hacer.

Wrong Turn 2: Yo no vi la primera parte, pero es fácil enterarse o que un alma caritativa te la cuente antes de poner el dvd: un grupo de jóvenes se pierde en la carretera y, caminando por el bosque, llega a la casa de un grupo de asesinos sanguinarios y además deformes por culpa del incesto. Esta segunda parte es a grandes rasgos lo mismo, pero mucho más entretenida y bien hecha. De partida el grupo de jóvenes protagonista participa en un reality show de convivencia extrema con la naturaleza, se separan en parejas, se internan en el bosque y ahí comienza todo. Hay concursantes de reality a los que yo de verdad mandaría a un lugar así para que se enfrenten con caníbales mutantes. La trama no es ninguna gran sorpresa aquí, más bien importa que el resultado final cumpla el objetivo y a mí gusto lo logra.