martes, enero 30, 2007

Amazon funciona (menos mal)

Nunca había comprado nada en Amazon, hasta que el 4 de enero dije ya basta de no arriesgarse y me atreví. He comprado cosas acá antes, un microondas y una tele en Almacenes París, y llegaron bien, pero por último en caso de problemas se puede alegar con alguien que habla tu mismo idioma, y también está el Sernac, que no sé si funciona pero al menos existe. Si en Amazon tenía un problema con el envío, con quién diablos iba a hablar, a qué línea 800 podía catetear y cómo nos íbamos a entender...
Pero hay que decir que para suerte mía Amazon funciona, a pesar del temor que da poner el número de la tarjeta de crédito en una página en internet. Encargué un libro y un dvd y llegaron de lo más bien, con una caja de cartón a mi nombre que recibí el viernes pasado. Tiene algo de encanto saber que ese paquete recorrió tanto, que viajó en barco 20 días con mi nombre pegado en una etiqueta, que pasó la aduana y los correos de dos países para llegar a feliz destino...

Y cambiando abruptamente de tema, los chistes de La Tercera están muy buenos últimamente. La semana pasada una amiga me mandó To bip. El de la bruja salió hoy y me hizo reír también.

viernes, enero 26, 2007

La válvula que tengo en mis ojos

Para los que no me conocen, yo lloro con mucha facilidad. Tengo pena y lloro, y eso es natural, pero también lloro cuando estoy enojada, cuando me siento impotente, cuando no me salen las palabras de la boca, cuando estoy muy contenta, cuando me gusta una película, cuando llego al final de un libro bonito o me reencuentro con alguien a quien quiero mucho. Tampoco soy de las que lloran y no dejan huella... me salen manchas en la cara como si tuviera peste, se demoran un buen rato en irse y son rojas y yo blanca.., así que piola no paso.
Ayer lloré con “El Laberinto del fauno”, bella película que mezcla magia con la triste realidad, la muerte con los sueños. Casi al final se me cayeron dos lagrimones que después me limpié disimuladamente como si me rascara la nariz. Es que tampoco me gusta andar evidenciando ante los demás que soy tan llorona, sobre todo cuando está tan restregado eso de que las mujeres usamos el llanto para manipular, pero yo no lo hago con esta intención. Como sea, la película es recomendable.

lunes, enero 22, 2007

Ideas sueltas varias

-Estuve el fin de semana terminando de leer un libro muy bueno que me prestaron (“La Esperada”) y cuando se me cansaban los ojos prendía la tele (gran alivio... pero al menos me cambiaba el switch y pensaba en otra cosa). Me topé con un capítulo de Los Magníficos que no había visto y con Karate Kid III. Esta película –y las otras tres de la saga-, creo que las he visto como diez veces, pero me quedé pegada de nuevo. Daniel-san me cae bien aunque sea un poco atarantado, pero el que realmente la lleva es el señor Miyagi. Me gusta que parezca un viejito bonachón y los deje a todos knock out cuando lo molestan. Me gusta que no necesite mostrar lo seco que es salvo cuando las cosas se ponen feas. Me gusta la filosofía que tiene para enfrentar los problemas y lo mucho que cuida a los bonsáis (yo quiero tener un bonsái).


-Me conmovió también “Flags of our fathers”, la película de Clint Eastwood. A veces veo una cara o pruebo algo nuevo y lo puedo recordar después de un buen rato, días incluso. Pero las melodías nunca las memorizo a la primera, y esta película tiene una que me gustó tanto... Mientras la escuchaba esperaba poder recordarla después, pero ahora trato y no puedo. Tenía una mezcla de calma, tristeza y esperanza... no puedo explicarlo, pero yo la escuchaba y me sentía tranquila. La película, más que la guerra en sí, trata sobre cómo un simple hecho que no tuvo mayor pretensión al momento de realizarse (el izamiento de la bandera de EE.UU. en Iwo Jima) puede convertirse en algo heroico y tan explotadoramente utilizado. Yo no sabía que las cosas habían pasado así, y si la historia es completamente real, en la Segunda Guerra Mundial se vieron los primeros indicios de la “farándula”, publicidad engañosa y la utilización de las masas a través de los sentimientos.


-Hablando de música, tengo un disco de Kool & The Gang más o menos desde noviembre del año pasado. Una tarde estaba haciendo hora para juntarme con unas amigas y entré a una Feria del Disco a intrusear, y resulta que todas las canciones que tocaban de fondo las conocía y las tarareaba, pero no tenía idea quién las cantaba. Al final le pregunté al tipo que me atendió de quién era el disco, y era de Kool & The Gang. Me tenté y dije que quería comprarlo, pero oh problema, el que tenían puesto era el único que les quedaba. Así que dejé al local sin música por un rato y me lo llevé igual, aunque no estuviera nuevecito de paquete. Ahora lo pongo casi todos los fines de semana cuando me toca hacer el aseo de mi pieza y me alegra las mañanas. Tiene 18 canciones, y aparte de las 6 o 7 más conocidas, las demás han sido una sorpresa que me encuentro a cada rato en películas, música incidental de programas en la tele, etc.

miércoles, enero 17, 2007

El poder de la sugestión

Cuando uno se mete una idea en la cabeza, todos los signos externos empiezan a concordar con esa creencia, aunque mirados en otro contexto no sean más que hechos aislados sin mayor importancia.
Resulta que el lunes una compañera del trabajo llegó contando que su hijo tenía rubéola o sarampión, no sé, la cosa es que estaba lleno de manchitas en todo el cuerpo. Y yo nunca me he enfermado de nada. Cuando chica no me dio la peste, no me dio paperas, sólo recuerdo los típicos resfríos y cosas de la guata después de comer algo raro. Así que me quedé con la idea, asustada por ese cuco de que las enfermedades son peores cuando una es adulta.
Y ayer estaba en el cine viendo “El Ilusionista” (más abajo la comento) cuando me empieza la picazón en la cara, en la nariz, en las piernas. Lo peor es que de tan sugestionada que estaba, más me rascaba y ya me veía en cama con 30º de calor. Al salir me miré en el espejo. Todo normal. En la micro me miraba en el reflejo de las ventanas y todo ok. Me dormí y amanecí bien, excepto por dos manchas redondas en los brazos, que en un principio me asustaron, pero nooooo, seguro que fue alguna pulga que me pegaron los gatos. Todas las mañanas les da por revolcarse en la tierra y me la deben haber pegado cuando los tomé en brazos. Así que nada. Estoy bien, pero la sugestión es poderosa...

El Ilusionista. Pasamos a los comentarios de cine.... Buena esta película. Lindos los trucos, bella la historia y bueno el final. Está ambientada en Viena a principios del siglo XX y trata de un mago –el ilusionista- que usa lo que sabe para rescatar a la duquesa von Teschen de la maldad del príncipe heredero. Juntos arman una coartada que sólo al final se descubre y encaja muy bien. Quien mejor me cayó es el policía que los persigue todo el tiempo, el inspector Uhl, y su cara cuando entiende todo es de lo más expresiva. Es raro que con sólo ver una cara uno pueda imaginarse la sorpresa, alegría y la aceptación que sintió.

Rocky. Finalmente la vi y me encantó, hasta me emocionó en algunas partes. Rocky es como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie, y eso siempre es bueno, pero el estilo gringo de mostrarlo hace que la película sea un tanto empalagosa. Es cierto que desde que empieza la historia uno está esperando la sufrida pelea final, pero el intertanto es bastante bueno, y el contrincante es tan joven que podría ser hijo de Rocky (cada día más deforme la cara de este hombre...), así que uno piensa que sería demasiado forzado hacerlo ganar... pero los guionistas se la sacan muy bien, gana ante el pueblo y gana ante sí mismo. Me gustó y qué.

viernes, enero 12, 2007

Tiempo de vacaciones

Me encantó este dibujo. Yo he hecho hartas cosas en vacaciones y espero seguir con más.

lunes, enero 08, 2007

Películas interesantes para comentar

He visto muchas películas últimamente. A veces veo dos de corrido y en la noche me quedo pensando en lo que no sabía antes y aprendí después, en la emoción que me provocó cada una. Eso es lo que más me gusta. No tengo idea de si la fotografía es buena o si la dirección artística es mejor o peor en cada cual, yo voy detrás de las historias, es lo único que me importa. Voy a hacer un mini resumen de las que más me han gustado en las últimas dos semanas, a ver si alguien más ya las ha visto y las podemos comentar.

Little Miss Sunshine. Una niñita de 7 años y toda su familia de freakies (papá, mamá, hermano, tío y abuelo) viajan en una van para cumplir el sueño de esta niña de participar en un concurso de belleza infantil de esos que siempre están haciendo los gringos. Durante el viaje se les echa a perder la camioneta, estallan los conflictos de cada personaje, aprenden a relacionarse entre sí y la guinda del pastel es la presentación de la niña, Olive, que deja a todos con la boca abierta bailando “los pasos que le enseñó su abuelito” en el concurso. No es de esas películas con afán de enseñar que la familia es perfecta, al contrario, pero a estos personajes uno termina queriéndolos por igual. A la niña sobre todo, que es tan tierna e ingenua. Aquí comprobé que “Superfreak” de Rick James es una muy buena canción.

María Antonieta. Tanto que quería verla, y ahora siento que como leí la biografía antes, tengo otra perspectiva. Necesito comentarla con alguien que no sepa nada, a ver si le gustó igual que a mí. Visualmente es entretenida, con todos los vestidos, los zapatos, los pasteles y las fiestas que se muestran. Claro que uno sabe que en esa época los franceses no se lavaban por semanas y acá aparece todo ultra limpio. Se sabe que no es cierto.
A pesar de todos los lujos que tiene la reina, uno queda con la sensación de que es una víctima de lo que le rodeó, no entiendo cómo su mamá la manda sola a los 14 años a otro país para que se case con un príncipe que no conocen y que termina siendo tan raro e insensible. Ella era alegre y buena, pero la vida que le toca termina por echarla a perder, aunque claro, igual aprovecha de gastar plata como loca y disfrutar en el intertanto.

The Queen. Película sobre la reina de Inglaterra, Isabel II. Se basa en lo que pasó en toda la semana de 1997 entre que la Princesa Diana se muere en un accidente en París hasta que se hace el funeral en Westminster. En todo ese lapso, la reina va cambiando su modo de actuar: al principio dice que no se hará nada oficial porque desde el divorcio, Diana ya no es parte de la realeza. Ni siquiera le presta un avión al Príncipe Carlos (siempre tan perno) para que vaya a buscar los restos a Francia. Pero la reacción de los ingleses, que salieron a las calles, se lo lloraron todo y llenaron de flores la salida del palacio, la hacen darse cuenta de que con su actitud lo único que está consiguiendo es impopularidad. La tesis de fondo es que la muerte de Diana fue el detonante de la renovación de la monarquía, que era considerada cada vez más lejana e inútil. También sale harto el Primer Ministro Tony Blair, que en ese entonces había sido recién electo y ayuda a que la reina se dé cuenta de lo que está pasando. Los actores son iguales a los originales, sobre todo la actriz que hace Isabel II.

Little Children. Un barrio bonito en Estados Unidos, gente linda que lleva a sus hijos al parque o a la piscina sin miedos hasta que llega al vecindario un pedófilo recién liberado de la cárcel. Empiezan las campañas a lo “¿Sus hijos están seguros aquí?” (igual que con Zacarach acá en Chile), y los fanáticos y los intolerantes que exigen la castración. Me gustó mucho una escena en que el pedófilo va a la piscina municipal –que está llena de niños-, y cuando las mamás lo reconocen les da una histeria colectiva tal que empiezan a gritar a sus hijos para que salgan del agua como si los fueran a matar ahí mismo. No sé si creer en que un pedófilo se puede reformar. A lo mejor yo reaccionaría igual que esas mamás. De todas maneras, uno termina apiadándose un poco del tipo en cuestión. Además el pedófilo termina siendo un elemento más de la película comparado con los problemas de las dos parejas protagonistas, igual o un tanto más turbios.

Scoop. Esta es una comedia simpática, y el papel de Woody Allen es el de un viejo querendón y parlanchín que da más ternura que risa. Como sea, una estudiante de periodismo (una no puede evitar sentirse identificada), sabe quién es el culpable de unos asesinatos en serie en Inglaterra gracias a la información que le entregó un periodista muerto aparecido como fantasma. Como a esta niña nadie le cree y más encima es estudiante, no le queda otra que hacerse amiga del asesino para tener pruebas de lo que está diciendo. El tipo es hijo de un lord, guapo y galán, así que terminan enamorándose hasta que pasa lo que tiene que pasar... Jajajaja, hay que verla.

martes, enero 02, 2007

Primeras impresiones sobre el 2007

-En realidad, todo sigue igual que en el 2006. Me sigo levantando a la misma hora, comiendo lo mismo, teniendo el mismo sueño y las mismas ideas. No es un comentario pesimista, sólo quiero decir que las cosas no cambian de un día para otro, que no se trata de que una varita mágica haga olvidar de un zas lo malo del 2006 o que todo se convierta en lo que uno siempre quiso. Muchos cambios son lentos, y sólo se pueden apreciar con la perspectiva del tiempo, así que no nos engañemos, no hay gran variación del 2006 al 2007.
-Como sea, aproveché el 1 de enero para ver un capítulo de los Thundercats en TVN, ver por quincuagésima vez Titanic en el mismo canal, dormir un poco y recuperarme de la notable fiesta ochentera donde celebré el Año Nuevo. Parezco vieja, porque todavía me duelen las plantas de los pies, y eso que bailé con zapatillas. A lo mejor estoy pisando mal, pero filo. Es maravilloso ir a un lugar y saberse todas las canciones, y que ninguna disgustara.
-Estoy leyendo la biografía de María Antonieta. Parece que no hay muchos libros disponibles porque tuve que reservar uno en la librería Antártica de la Plaza de Armas. Reservarlo porque era el último que quedaba y llegar antes de la hora tope o se lo vendían a otro. ¿Los habrán saqueado en Navidad? Muy bueno por cierto, y todavía me quedan muchas páginas hasta que estrenen la película que quiero ver desde que supe que la estaban haciendo.
-Y el sol. Cómo odio el sol. Me compré una sombrilla azul y mis amigas me bromearon con que en el funeral de Pinochet todas las viejas pinochetistas andaban con sombrilla, pero a mí me da lo mismo. Camino por la calle y me siento como Rosa de Tokio. Además, la misma amiga que se rió de mí se compró una este fin de semana y ahora yo ironizo.